Juguetes: China sabía desde marzo que eran peligrosos
Así lo reveló una funcionaria de la asociación de jugueteros chinos, que permanece en el anonimato. Tras eso, la comisión europea planteó un bloqueo total a importaciones de ese origen, señaló Antonia Mochán, portavoz de Bruselas.
“Sabíamos desde hace cinco meses que estaban retirándose modelos magnéticos Mattel de Barbie y el Murciélago (Batman). Todos tenían los mismo, defectos, empezando por la presencia de plomo”, sostuvo ante Reuters aquella funcionaria. Fue un balde de agua fría para Beijing. O quizá no.
Naturalmente, los periódicos chinos –salvo los de Hongkong- casi no dicen palabra desde el suicidio de un empresario local. Pero, ahora, el espectro de un boicot comercial de la Unión Europea pone los nervios de punta en Beijing y Shanghai. “Hemos remitido una nota a los veinticinco estados miembros para que aplique estrictos controles. Una vez vistos los resultados –señalaba Mochán-, se resolverá qué medidas ulteriores adoptar”.
Hasta ahora, alrededor de veinte millones de muñecos han sido sacados de la venta, según estimaciones privadas. Entretanto, los analistas europeos y norteamericanos se preguntan qué papel ha cumplido la “anónima funcionaria”, una especie muy rara en China.
Según Bruselas, su lectura es la siguiente: “El socio chino de Mattel conocía los defectos y no fue tomado de improviso por la decisión de su oficina en Estados Unidos. También Mattel estaba al corriente”. Perfecto, pero ¿por qué esperaron tanto para tomar medidas y admitir un serio déficit en controles de calidad.
La “guerra de los muñecos” pinta un cuadro complejo, donde las responsabilidades son compartidas por empresas matrices y vinculadas. Verbigracia ¿quiénes persistieron en usar esmalte de plomo e imanes potencialmente tóxicos? La incógnita desvela al gobierno chino, que ya se halla perjudicado por vedas a la importación de alimentos en Estados Unidos y la UE.
El superávit comercial, en particular con EE.UU. (US$ 7.000 millones en 2006), es clave para financiar el desarrollo y, últimamente, proyectos geopolíticos en África pos miles de millones. Cabe señalar que ese tipo de muñecos todavía no ha llegado a la Argentina, aunque sí a Australia, Chile, México y Panamá.
“Sabíamos desde hace cinco meses que estaban retirándose modelos magnéticos Mattel de Barbie y el Murciélago (Batman). Todos tenían los mismo, defectos, empezando por la presencia de plomo”, sostuvo ante Reuters aquella funcionaria. Fue un balde de agua fría para Beijing. O quizá no.
Naturalmente, los periódicos chinos –salvo los de Hongkong- casi no dicen palabra desde el suicidio de un empresario local. Pero, ahora, el espectro de un boicot comercial de la Unión Europea pone los nervios de punta en Beijing y Shanghai. “Hemos remitido una nota a los veinticinco estados miembros para que aplique estrictos controles. Una vez vistos los resultados –señalaba Mochán-, se resolverá qué medidas ulteriores adoptar”.
Hasta ahora, alrededor de veinte millones de muñecos han sido sacados de la venta, según estimaciones privadas. Entretanto, los analistas europeos y norteamericanos se preguntan qué papel ha cumplido la “anónima funcionaria”, una especie muy rara en China.
Según Bruselas, su lectura es la siguiente: “El socio chino de Mattel conocía los defectos y no fue tomado de improviso por la decisión de su oficina en Estados Unidos. También Mattel estaba al corriente”. Perfecto, pero ¿por qué esperaron tanto para tomar medidas y admitir un serio déficit en controles de calidad.
La “guerra de los muñecos” pinta un cuadro complejo, donde las responsabilidades son compartidas por empresas matrices y vinculadas. Verbigracia ¿quiénes persistieron en usar esmalte de plomo e imanes potencialmente tóxicos? La incógnita desvela al gobierno chino, que ya se halla perjudicado por vedas a la importación de alimentos en Estados Unidos y la UE.
El superávit comercial, en particular con EE.UU. (US$ 7.000 millones en 2006), es clave para financiar el desarrollo y, últimamente, proyectos geopolíticos en África pos miles de millones. Cabe señalar que ese tipo de muñecos todavía no ha llegado a la Argentina, aunque sí a Australia, Chile, México y Panamá.
