JP Morgan Chase ganó 34,4% menos, pero quiere salir de compras

El tercer banco norteamericano en activos, ahora primero en capitalización bursátil, sigue afrontando malas hipotecas y deudores insolventes. Pero su cúpula cree que es momento de adquisiciones. No es la única.

17 enero, 2008

En verdad, los réditos netos del cuatro trimestre cayeron 34,4%, de US$ 4.530 a 2.970 millones, o sea apenas 1,26 por acción. Pero los especuladores de Wall Street encontraron la vuelta para inflar 7,2% el título: la amortización en libros por malas hipotecas sumaba “apenas” US$ 1.300 millones.

Al revés de Citigroup, cuyo liderazgo en Estados Unidos parece cosa del pasado, JPMCh declaró mayores ingresos vía banca minorista, tarjetas y gestión de patrimonios. Por un lado, la baja de utilidades es la primera sufrida desde que James Dimon es director ejecutivo (2005). Por el otro, los números de este conglomerado contrastan con los de Citi, Merrill Lynch, Bear Stearns y otros.

A presentan el estado del IV trimestre, el banco se manifestó preparado para “un enfriamiento substancial de la economía norteamericana” (dijo Dimon). Por ello, eleva de US$ 7.700 a 10.000 millones (30%) las reservas contra acreencias en riesgo eventual. Incidentalmente, Wells Fargo –el mayor banco de la costa pacífica- ha informado que sus utilidades cayeron 38%, debido a la cartera de morosos e insolventes. Pero su acción subió un inexplicable 2,3% el miércoles en Nueva York.

Tampoc queda claro por qué, a diferencia de Reuters o Bloomberg’s, el “Wall Street journal” define como “saludable” el balance del IV trimestre resumido más arriba. “Dimon muestra la agresividad común a otros sobrevivientes de la actual masacre. Tratará –sostiene el periódico especializado- de retomar proyectos de expansión y avanzar en segmentos donde sus competidores más débiles se retiran”.

El directivo juega con fuego. Por ejemplo, en el último triemstre de 2007 el volumen de nuevas hipotecas creció 33% sobre igual lapso de 2006. Por ende, la parte de JPMCh en ese sector ha saltado de 6% en junio a 11% en diciembre. En franco tono de gacetilla, Robin Sidel (WSJ) anuncia que ”lo mejor está por venir”. Luego de tres años recortando costos, Dimon admite que “estamos abiertos a compras de sociedades y activos”.

Algunos analistas sospechan que JPMCh ha puesto los ojos en la tambaleante Bear Stearns o hasta en Morgan Stanley. Otros creen que Dimon quisiera aumentar presencia en California, sudoeste y sudeste del país. Pero, en general, los economistas serios no cifran muchas expectativas en esas ambiciones.

En verdad, los réditos netos del cuatro trimestre cayeron 34,4%, de US$ 4.530 a 2.970 millones, o sea apenas 1,26 por acción. Pero los especuladores de Wall Street encontraron la vuelta para inflar 7,2% el título: la amortización en libros por malas hipotecas sumaba “apenas” US$ 1.300 millones.

Al revés de Citigroup, cuyo liderazgo en Estados Unidos parece cosa del pasado, JPMCh declaró mayores ingresos vía banca minorista, tarjetas y gestión de patrimonios. Por un lado, la baja de utilidades es la primera sufrida desde que James Dimon es director ejecutivo (2005). Por el otro, los números de este conglomerado contrastan con los de Citi, Merrill Lynch, Bear Stearns y otros.

A presentan el estado del IV trimestre, el banco se manifestó preparado para “un enfriamiento substancial de la economía norteamericana” (dijo Dimon). Por ello, eleva de US$ 7.700 a 10.000 millones (30%) las reservas contra acreencias en riesgo eventual. Incidentalmente, Wells Fargo –el mayor banco de la costa pacífica- ha informado que sus utilidades cayeron 38%, debido a la cartera de morosos e insolventes. Pero su acción subió un inexplicable 2,3% el miércoles en Nueva York.

Tampoc queda claro por qué, a diferencia de Reuters o Bloomberg’s, el “Wall Street journal” define como “saludable” el balance del IV trimestre resumido más arriba. “Dimon muestra la agresividad común a otros sobrevivientes de la actual masacre. Tratará –sostiene el periódico especializado- de retomar proyectos de expansión y avanzar en segmentos donde sus competidores más débiles se retiran”.

El directivo juega con fuego. Por ejemplo, en el último triemstre de 2007 el volumen de nuevas hipotecas creció 33% sobre igual lapso de 2006. Por ende, la parte de JPMCh en ese sector ha saltado de 6% en junio a 11% en diciembre. En franco tono de gacetilla, Robin Sidel (WSJ) anuncia que ”lo mejor está por venir”. Luego de tres años recortando costos, Dimon admite que “estamos abiertos a compras de sociedades y activos”.

Algunos analistas sospechan que JPMCh ha puesto los ojos en la tambaleante Bear Stearns o hasta en Morgan Stanley. Otros creen que Dimon quisiera aumentar presencia en California, sudoeste y sudeste del país. Pero, en general, los economistas serios no cifran muchas expectativas en esas ambiciones.

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