Hallaron muerto en Londres a un testigo en el caso Enron
Neil Coulbeck, operador bancario británico que aportó pruebas al FBI y el departamento norteamericano de Justicia sobre transacciones de Enron, apareció muerto. Lo encontraron en un parque de Chingford, Londres.
El hombre había testificado en el juicio por extradición de otros tres profesionales, que afrontarán proceso en Houston. El difunto había sido empleado en el Royal Bank of Scotland.
El cuerpo fue hallado el martes, pero Scotland Yard recién reveló su identidad el miércoles. El caso se tramita como “muerte dudosa”, pero está en manos de la división homicidios. A primera vista, Coulbeck parecía haberse suicidado, pero se ignoraba si era cierto o qué razones pudo haber tenido.
Este jueves, funcionarios policiales norteamericanos planean poner bajo custodia esos tres operadores, que trabajaban en National Westminster, y conducirlos a Estados Unidos. El trío está acusado de fraude en el tribunal federal de Houston, desde 2002, por transacciones asociadas a la red de sociedades fantasmas “off shore” que Andrew Fastow había armado alrededor de Enron. Esto incluye la parte del NatWest en un activo del grupo tejano, en beneficio no del banco, sino de ellos y ejecutivos de la empresa.
La suerte de David Bermingham, Giles Darby y Gary Mulgrew ha causado sensación en un país que todavía cree en la intangibilidad de los banqueros. Por ende, dirigentes políticos, financieros y empresarios han pedido suspender la extradición. La extraña muerte de Coulbeck –si no es suicidio- deja malparados a los defensores del trío. Entre ellos, el “Financial times”.
Coulbeck (de 53 años) no estaba relacionado con esas maniobras, pero aportó evidencias contra esos operadores. En cuanto a la controversia política, se cifre en un reciente convenio recíproco de extradición entre Londres y Washington, teóricamente limitado al terrorismo pero aprovechado, por la justicia norteamericana, en delitos de guante blanco.
En Tejas, este episodio recordó a aquel contador de Arthur Andersen, vinculado a Enron, que apareció muerto en Houston hace cuatro años. El asunto en realidad nunca terminó de aclararse.
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El hombre había testificado en el juicio por extradición de otros tres profesionales, que afrontarán proceso en Houston. El difunto había sido empleado en el Royal Bank of Scotland.
El cuerpo fue hallado el martes, pero Scotland Yard recién reveló su identidad el miércoles. El caso se tramita como “muerte dudosa”, pero está en manos de la división homicidios. A primera vista, Coulbeck parecía haberse suicidado, pero se ignoraba si era cierto o qué razones pudo haber tenido.
Este jueves, funcionarios policiales norteamericanos planean poner bajo custodia esos tres operadores, que trabajaban en National Westminster, y conducirlos a Estados Unidos. El trío está acusado de fraude en el tribunal federal de Houston, desde 2002, por transacciones asociadas a la red de sociedades fantasmas “off shore” que Andrew Fastow había armado alrededor de Enron. Esto incluye la parte del NatWest en un activo del grupo tejano, en beneficio no del banco, sino de ellos y ejecutivos de la empresa.
La suerte de David Bermingham, Giles Darby y Gary Mulgrew ha causado sensación en un país que todavía cree en la intangibilidad de los banqueros. Por ende, dirigentes políticos, financieros y empresarios han pedido suspender la extradición. La extraña muerte de Coulbeck –si no es suicidio- deja malparados a los defensores del trío. Entre ellos, el “Financial times”.
Coulbeck (de 53 años) no estaba relacionado con esas maniobras, pero aportó evidencias contra esos operadores. En cuanto a la controversia política, se cifre en un reciente convenio recíproco de extradición entre Londres y Washington, teóricamente limitado al terrorismo pero aprovechado, por la justicia norteamericana, en delitos de guante blanco.
En Tejas, este episodio recordó a aquel contador de Arthur Andersen, vinculado a Enron, que apareció muerto en Houston hace cuatro años. El asunto en realidad nunca terminó de aclararse.
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