Había una vez un auto
"Once Upon a Car" es un libro que cuenta la lucha de Detroit por sobrevivir a través de la complicada trayectoria de las tres grandes automotrices: GM Ford y Chrysler. El libro, escrito por Bill Vlasic, tiene un nombre más largo: Once upon a Car: The Fall and Resurrection of Americas Big Three Automakers GM, Ford, and Chrysler.
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En sus páginas, Bill Vlasic, jefe de la sección Detroit del New York Times, presenta una magistral historia que entreteje las recientes tribulaciones de la castigada industria automotriz norteamericana. A través de largas entrevistas con los principales jugadores, hace un recuento de lo que pasó en los corredores del poder y brinda su apreciación sobre los profundos problemas sistémicos que plagaron a esas compañías. <br />
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Vlasic comienza su relato a principios de 2005 en la muestra automotriz de Detroit — el Detroit Auto Show – explicando la situación de las Tres Grandes. Ford ha perdido el rumbo y su CEO necesita ayuda para reconvertir su compañía. Rick Wagoner está tratando de persuadir a la comunidad financiera de que GM es un ganador, aunque cada vez vende menos, gana menos y los buitres vuelan a su alrededor. Chrysler, fusionada con Daimler Benz desde 1998, apenas sobrevive y su CEO Dieter Zetsche, nombrado por Daimler, comienza a perder su fe en el futuro de la compañía. <br />
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En los otros 32 capítulos, el autor entreteje las tres historias con sus similitudes y sus contrastes. Ford vagando en las tinieblas, pero activamente buscando un líder que la guíe. Ese líder aparece en la persona en la carismática persona de Alan Mulally, ex ejecutivo de Boeing. Chrysler es objeto de un heroico intento de transformación liderado por Zetsche, antes de vender la automotriz. GM se ubica en la retaguardia, todavía negando la realidad y confiando en que la fuerza y la escala la sacarán adelante, como en el pasado.<br />
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El héroe del libro es Alan Mulally, quien aprovecha la previsión de Bill Ford en hipotecar los activos de la compañía, lo cual le da la liquidez que necesita para evitar la quiebra en la próxima debacle financiera. <br />
Rick Wagoner y su equipo en GM y una sucesión de jefes de Chrysler, parecen impotentes ante la inexorable marcha de sus compañías hacia la destrucción de valor. <br />
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Las situaciones de las tres compañías están entrelazadas y pobladas de jugadores con objetivos notablemente diferentes sólo dispuestos a hacer concesiones cuando la situación se vuelve extrema. Uno se pregunta si para 2005 alguien las habría salvado sin pasar por el fuego purificador de la quiebra.</p>
