GM añadió US$ 2.000 millones al rojo de 2005

Acciones y bonos de General Motors se desplomaron en Wall Street, tras saberse que el rojo del pasado año no era US$ 8.600 millones sino 10.600 millones. Se habla de la caída de Richard Wagoner y su equipo. AIG también anda en aprietos.

17 marzo, 2006

La pública admisión de semejante error crea serias dudas sobre la calidad del management, Además, surgen posibilidades de que la segunda automotriz del mundo no sobreviva en el largo plazo. La noche del jueves, la compañía informó a la Securities & Exchange Commission (SEC, comisión federal de valores) sobre “una serie de omisiones contables, entre ellas costos adicionales por despidos de personal”.

Asimismo, hubo errores al evaluar algunos quebrantos de General Motors Acceptances Corporation (GMAC, su división financiera). Otro factor negativo deriva de la bancarrota de Delphi, una autopartista que había sido subsidiaria de GM. Las graves novedades llegaron a la bolsa de Nueva Yor este viernes a primera y, más tarde, la acción bajó hasta 3,7%.

Este cúmulo de desaguisados obligará a demorar la presentación de la memoria y el balance ante la SEC y la bolsa. También será preciso recalcular flujos de caja durante el quinquenio 2000-4, situación parecidas a las de American International Group (una megaseguradora en problemas), la ex WorldCom y otras compañías arrastradas por infracciones contables.

“Las noticias encajan en un modelo de contabilidad agresiva y poco escrupulosa en toda la organización, opina un informe de Crédit Suisse Research a sus clientes. “Cabe sospechar que contadores y auditores internos se tomaban muchas libertades en la materia”.

En general, analistas expertos en el tema estiman que tanta desprolijidad contable y la tardanza en elevar el balance consolidado a las autoridades atenta contra el buen nombre de GM entre inversores, operadores e intermediarios bursátiles. Eso se suma al retroceso de sus vehículos en los mercados y el hecho de que Toyota Motor esté arrebatándole el primer lugar internacional.

Kevin Tynan (Argus Research) y Himanshu Patel (JP Morgan Chase) temen que “tal abundancia de errores contables pone en tela de juicio la fiabilidad, si no la mera existencia de contralores internos”. El nuevo traspié coincide con el intento de vender la mayoría del paquete GMAC y puede frustrar negociaciones con dos consorcios interesados. Por supuesto, pocos apuestan a que Wagoner dure mucho, si Kirk Kerkorian –con 9,9%, el mayor accionista individual) se le va encima.

Entretanto, AIG (el mayor asegurador mundial) admitió que no es posible descartar ulteriores ajustes a los recientes estados contables. Steven Bensinger, director financiero del grupo, estaba hablando con analistas durante una reunión para dar detalles sobre el proceso de ajustes retroactivos. Por consiguiente, las acciones de la compañía cedieron hasta 3,2% en Wall Street.

La pública admisión de semejante error crea serias dudas sobre la calidad del management, Además, surgen posibilidades de que la segunda automotriz del mundo no sobreviva en el largo plazo. La noche del jueves, la compañía informó a la Securities & Exchange Commission (SEC, comisión federal de valores) sobre “una serie de omisiones contables, entre ellas costos adicionales por despidos de personal”.

Asimismo, hubo errores al evaluar algunos quebrantos de General Motors Acceptances Corporation (GMAC, su división financiera). Otro factor negativo deriva de la bancarrota de Delphi, una autopartista que había sido subsidiaria de GM. Las graves novedades llegaron a la bolsa de Nueva Yor este viernes a primera y, más tarde, la acción bajó hasta 3,7%.

Este cúmulo de desaguisados obligará a demorar la presentación de la memoria y el balance ante la SEC y la bolsa. También será preciso recalcular flujos de caja durante el quinquenio 2000-4, situación parecidas a las de American International Group (una megaseguradora en problemas), la ex WorldCom y otras compañías arrastradas por infracciones contables.

“Las noticias encajan en un modelo de contabilidad agresiva y poco escrupulosa en toda la organización, opina un informe de Crédit Suisse Research a sus clientes. “Cabe sospechar que contadores y auditores internos se tomaban muchas libertades en la materia”.

En general, analistas expertos en el tema estiman que tanta desprolijidad contable y la tardanza en elevar el balance consolidado a las autoridades atenta contra el buen nombre de GM entre inversores, operadores e intermediarios bursátiles. Eso se suma al retroceso de sus vehículos en los mercados y el hecho de que Toyota Motor esté arrebatándole el primer lugar internacional.

Kevin Tynan (Argus Research) y Himanshu Patel (JP Morgan Chase) temen que “tal abundancia de errores contables pone en tela de juicio la fiabilidad, si no la mera existencia de contralores internos”. El nuevo traspié coincide con el intento de vender la mayoría del paquete GMAC y puede frustrar negociaciones con dos consorcios interesados. Por supuesto, pocos apuestan a que Wagoner dure mucho, si Kirk Kerkorian –con 9,9%, el mayor accionista individual) se le va encima.

Entretanto, AIG (el mayor asegurador mundial) admitió que no es posible descartar ulteriores ajustes a los recientes estados contables. Steven Bensinger, director financiero del grupo, estaba hablando con analistas durante una reunión para dar detalles sobre el proceso de ajustes retroactivos. Por consiguiente, las acciones de la compañía cedieron hasta 3,2% en Wall Street.

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