General Motors no genera confianza entre los analistas

La semana pasada aportó un alud de anuncios emitidos por GM. En cada caso, un coro de expertos reiteraba lo mismo: le queda un largo trecho a recorrer a la empresa, si en verdad quiere salir del atolladero.

27 marzo, 2006

El jueves 23, efectivamente, la segunda automotriz del mundo –la primera es ahora Toyota Motor- dio por hecho un acuerdo con la autopartista Delphi (ex subsidiaria suya, hoy en concurso) y United Auto Workers, para ofrecer miles de rescates anticipados de planes jubilatorios al personal. Su objeto: evitar un paro general que sería ruinoso.

El viernes 24, General Motors Acceptances Corporation (brazo financiero del grupo) reveló haber vendido 78% de su división hipotecaria. La toma un consorcio de fondos expertos en compras apalancadas, con Kohlberg Kravis Roberts a la cabeza.

La transacción le significa a GMAC ingresos por US$ 9.000 millones, inclusive deudas. No parece mucho, pero cualquier suma es buena para GM, que ha cerrado 2005 con un déficit de US$ 10.600 millones, sin precedentes nominales en la historia de Detroit.

Pero, a su vez, el negocio inmobiliario nos pesaba mucho en GMAC misma. En el tercer trimestre del año pasada (no hay cifras posteriores), esa unidad contabilizaba US$ 18.750 millones en activos, contra 291.400 millones en obligaciones: un dólar en caja por cada 15,50 de deuda.

General Motors no ha brindado datos sobre el actual valor en libros de la división hipotecaria, por lo cual analistas e inversores no pueden determinar si el precio pagado por KKR es bueno o no. También en el lapso julio-septiembre, los ingresos netos de GMAC entera sumaban US$ 675 millones y el negocio inmobiliario representaba 128 millones de ese total.

Mientras tanto, GM sigue intentando vender el resto de GMAC. Precisa efectivo para que la calificación crediticia de la unidad abandone la categoría chatarra (donde además están los bonos de GM). Resulta interesante que el negocio inmobiliario haya escapado a esa suerte´.

Por cierto, este fin semana se supo que Fitch, tercera agencia del ramo, acaba de rebajar la cota de esa división al mínimo por encima de chatarra. Las otras dos calificadora aún no evalúan los efectos de la venta a KKR en las notas del negocio hipotecario y de GMAC. Pero Wall Street estima que seguirán el ejemplo de Fitch. Sea como fuere, la clave del asunto en la venta de GMAC: hay una oferta al superior a US$ 13.500 millones, pero GM pretende cerca de 15.000 millones.

En otro plano, accionistas (Kirk Kerkorian al frente, con su 9,9%) y firmas de valores aguarda todavía datos claros sobre el costo de acuerdo son UAW: sólo se sabe que cada rescate involucrará US$ 140.000. También se ignora si Deplhi desistirá de despedir un tercio del personal, como le ha planteado al tribunal de quiebras. En resumen, penden demasiadas incógnitas sobre el futuro cercano de GM, GMAC y Delphi.

El jueves 23, efectivamente, la segunda automotriz del mundo –la primera es ahora Toyota Motor- dio por hecho un acuerdo con la autopartista Delphi (ex subsidiaria suya, hoy en concurso) y United Auto Workers, para ofrecer miles de rescates anticipados de planes jubilatorios al personal. Su objeto: evitar un paro general que sería ruinoso.

El viernes 24, General Motors Acceptances Corporation (brazo financiero del grupo) reveló haber vendido 78% de su división hipotecaria. La toma un consorcio de fondos expertos en compras apalancadas, con Kohlberg Kravis Roberts a la cabeza.

La transacción le significa a GMAC ingresos por US$ 9.000 millones, inclusive deudas. No parece mucho, pero cualquier suma es buena para GM, que ha cerrado 2005 con un déficit de US$ 10.600 millones, sin precedentes nominales en la historia de Detroit.

Pero, a su vez, el negocio inmobiliario nos pesaba mucho en GMAC misma. En el tercer trimestre del año pasada (no hay cifras posteriores), esa unidad contabilizaba US$ 18.750 millones en activos, contra 291.400 millones en obligaciones: un dólar en caja por cada 15,50 de deuda.

General Motors no ha brindado datos sobre el actual valor en libros de la división hipotecaria, por lo cual analistas e inversores no pueden determinar si el precio pagado por KKR es bueno o no. También en el lapso julio-septiembre, los ingresos netos de GMAC entera sumaban US$ 675 millones y el negocio inmobiliario representaba 128 millones de ese total.

Mientras tanto, GM sigue intentando vender el resto de GMAC. Precisa efectivo para que la calificación crediticia de la unidad abandone la categoría chatarra (donde además están los bonos de GM). Resulta interesante que el negocio inmobiliario haya escapado a esa suerte´.

Por cierto, este fin semana se supo que Fitch, tercera agencia del ramo, acaba de rebajar la cota de esa división al mínimo por encima de chatarra. Las otras dos calificadora aún no evalúan los efectos de la venta a KKR en las notas del negocio hipotecario y de GMAC. Pero Wall Street estima que seguirán el ejemplo de Fitch. Sea como fuere, la clave del asunto en la venta de GMAC: hay una oferta al superior a US$ 13.500 millones, pero GM pretende cerca de 15.000 millones.

En otro plano, accionistas (Kirk Kerkorian al frente, con su 9,9%) y firmas de valores aguarda todavía datos claros sobre el costo de acuerdo son UAW: sólo se sabe que cada rescate involucrará US$ 140.000. También se ignora si Deplhi desistirá de despedir un tercio del personal, como le ha planteado al tribunal de quiebras. En resumen, penden demasiadas incógnitas sobre el futuro cercano de GM, GMAC y Delphi.

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