General Motors afronta un mercado duro y se le hace arduo ahorrar en costos

Menores ventas y aumento de insumos industriales harán cuesta arriba lograr los US$ 1.000 millones en reducción de gastos durante este año. Así lo admite Richard Wagoner.

6 junio, 2006

El asediado presidente ejecutivo, sobre cuya suerte circula todo tipo de presunciones, anunció “algunos meses duros”, en un informe a accionistas e inversores. Antes de abrir la asamblea ordinaria anual, el ejecutivo se manifestó en términos pesimistas, al menos para el corto plazo.

Wagoner señaló que, para el management de GM, es prioritario “mejorar la aceptación del rescate anticipado de fondos jubilatorios aportados por la fuerza laboral agrupada en United Auto Workers”. La otra meta clave es cerrar la venta de su división financiera, General Motors Acceptances Corp.

Por otra parte, el CEO indicó que la compañía “continúa activas discusiones con la ex subsidiaria Delphi y los sindicatos”, afectados por la bancarrota de la mayor fabricante de partes automotrices. También se trata de “una proveedora estratégica de GM”.

Cabe recordar que la versión inicial de la restructuración fue planteada ante la anterior asamblea de accionistas, hace justo un año, pero que 2005 concluyó con un déficit nominal sin precedentes: US$ 10.600 millones. Al cabo del tiempo, ahora la empresa debiera eliminar US$ 7.000 millones en costos estructurales, todos originados en la división norteamericana (cuya cúpula acaba de ser cambiada).

El asediado presidente ejecutivo, sobre cuya suerte circula todo tipo de presunciones, anunció “algunos meses duros”, en un informe a accionistas e inversores. Antes de abrir la asamblea ordinaria anual, el ejecutivo se manifestó en términos pesimistas, al menos para el corto plazo.

Wagoner señaló que, para el management de GM, es prioritario “mejorar la aceptación del rescate anticipado de fondos jubilatorios aportados por la fuerza laboral agrupada en United Auto Workers”. La otra meta clave es cerrar la venta de su división financiera, General Motors Acceptances Corp.

Por otra parte, el CEO indicó que la compañía “continúa activas discusiones con la ex subsidiaria Delphi y los sindicatos”, afectados por la bancarrota de la mayor fabricante de partes automotrices. También se trata de “una proveedora estratégica de GM”.

Cabe recordar que la versión inicial de la restructuración fue planteada ante la anterior asamblea de accionistas, hace justo un año, pero que 2005 concluyó con un déficit nominal sin precedentes: US$ 10.600 millones. Al cabo del tiempo, ahora la empresa debiera eliminar US$ 7.000 millones en costos estructurales, todos originados en la división norteamericana (cuya cúpula acaba de ser cambiada).

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