Ford: menos utilidades y deudas por US$ 175.000 millones

Los papeles de la segunda automotriz de Estados Unidos (tercera en el mundo) llegaron este lunes a caer 8%. En tanto, el retroceso de sus bonos eleva el rinde anual a 4,65% en la serie 2031.

11 abril, 2005

El detonante es doble. La compañía advirtió que reducía la meta de ingresos en este ejercicio y desistía de los objetivos en materia de utilidades para el próximo (2006).

Por otra parte, una peculiar combinación de circunstancias en las tres automotrices grandes repercute contra las proveedoras de partes y repuestos. Respecto de Visteon, tal vez la mayor –atiende a GM y Ford-, ya se sabía que daba pérdidas trimestrales no sufridas desde 1992. Por simpatía, perdían terreno también las acciones de General Motors.

“Ya no recomendamos a los clientes aumentar o tomar posiciones en Ford, pues las perspectivas de la empresa son muy inferiores a las que calculábamos”. Así señala un análisis de la consultora especializada Calyon Securities. Para peor, Ford esperó hasta el cierre del viernes para informar que espera este año utilidades 14% más bajas de lo previsto. Motivos: aumento del acero, los combustibles y los gastos médicos del personal.

Poco después, añadió que ya no cree factible cumplir con sus propias metas en ganancias brutas para 2006 (ascendían a US$ 7.000 millones). Ese objetivo era crucial para la suerte del programa de recuperación lanzado en enero de 2002, cuando ese símbolo de Detroit orillaba el colapso.

Por consiguiente, Standard & Poor’s rebajó a “negativa” la calificación crediticia de Ford, a un escalón de la categoría chatarra. Fitch la imitpo, aunque manteniendso el BBB+, o sea tres escalones por encima de chatarra. Ford Motor y sus subsidiarias tiene una deuda conjunta por alrededor de US$ 175.000 millones.

El detonante es doble. La compañía advirtió que reducía la meta de ingresos en este ejercicio y desistía de los objetivos en materia de utilidades para el próximo (2006).

Por otra parte, una peculiar combinación de circunstancias en las tres automotrices grandes repercute contra las proveedoras de partes y repuestos. Respecto de Visteon, tal vez la mayor –atiende a GM y Ford-, ya se sabía que daba pérdidas trimestrales no sufridas desde 1992. Por simpatía, perdían terreno también las acciones de General Motors.

“Ya no recomendamos a los clientes aumentar o tomar posiciones en Ford, pues las perspectivas de la empresa son muy inferiores a las que calculábamos”. Así señala un análisis de la consultora especializada Calyon Securities. Para peor, Ford esperó hasta el cierre del viernes para informar que espera este año utilidades 14% más bajas de lo previsto. Motivos: aumento del acero, los combustibles y los gastos médicos del personal.

Poco después, añadió que ya no cree factible cumplir con sus propias metas en ganancias brutas para 2006 (ascendían a US$ 7.000 millones). Ese objetivo era crucial para la suerte del programa de recuperación lanzado en enero de 2002, cuando ese símbolo de Detroit orillaba el colapso.

Por consiguiente, Standard & Poor’s rebajó a “negativa” la calificación crediticia de Ford, a un escalón de la categoría chatarra. Fitch la imitpo, aunque manteniendso el BBB+, o sea tres escalones por encima de chatarra. Ford Motor y sus subsidiarias tiene una deuda conjunta por alrededor de US$ 175.000 millones.

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