Fiat SpA fusiona las divisiones Alfa Romeo y Maserati

Mientras avanzan los “Ferrari boys” en la estructura del holding, el alemán Karlheinz Kalbfell pasa a dirigir la nueva división Alfa-Maserati. A su vez, se van otro germano, Herbert Demel (ex Fiat Auto), y un norteamericano, Martin Leach.

22 febrero, 2005

Como Demel, Kalbfell es ingeniero industrial y proviene de BMW, donde llegó a ser vicepresidente. Luego fue director ejecutivo de Rolls-Royce e ingresó en Alfa Romeo al comenzar este mismo año. Su función será, desde ahora, guiar la integración industrial y comercial de la nueva división.

La propia empresa le llama al producto de la fusión “polo deportivo”. Pero su nacimiento coincide con una ola de paros que ha paralizado casi todas las fábricas del grupo en Italia. Parte del problema se debe al escaso talento negociador de Sergio Marchionne, director ejecutivo del holding. De ahí que, pese a sus obligaciones en Confindustria, Luca Montezemolo –presidente del directorio- haya tomado cartas en la crisis laboral.

Los cambios excluyeron de Maserati a Leach que, como Demel, nunca sintonizó bien con la nueva cúpula del grupo. En particular porque no ve con buenos ojos el “apuro” de Montezemolo y Marchionne en reorganizar Fiat SpA y Fiat Auto (virtualmente, están desmembrándola). Dato curioso: Kalbfell, hoy a cargo de Alfa-Maserati, se conoce como “padre del Mini”, todo lo contrario de una máquina deportiva de lujo.

Pero el alemán seguirá manejando la estrategia de reubicación en el mercado de las marcas Fiat y Lancia. Pero también hay un Centro de Estilo Fiat, Lancia y vehículos comerciales, el “desarrollo gama”, en manos de Frank Stephenson y Giuseppe Bonollo. De una forma u otra, es claro el ascendiente de los “Ferrari boys” (Montezemolo es su jefe) y de ejecutivo no italianos. En medio de todo, sigue pendiente el ajuste de la red internacional Fiat-Iveco y, particularmente, sus directivos en cada mercado.

Como Demel, Kalbfell es ingeniero industrial y proviene de BMW, donde llegó a ser vicepresidente. Luego fue director ejecutivo de Rolls-Royce e ingresó en Alfa Romeo al comenzar este mismo año. Su función será, desde ahora, guiar la integración industrial y comercial de la nueva división.

La propia empresa le llama al producto de la fusión “polo deportivo”. Pero su nacimiento coincide con una ola de paros que ha paralizado casi todas las fábricas del grupo en Italia. Parte del problema se debe al escaso talento negociador de Sergio Marchionne, director ejecutivo del holding. De ahí que, pese a sus obligaciones en Confindustria, Luca Montezemolo –presidente del directorio- haya tomado cartas en la crisis laboral.

Los cambios excluyeron de Maserati a Leach que, como Demel, nunca sintonizó bien con la nueva cúpula del grupo. En particular porque no ve con buenos ojos el “apuro” de Montezemolo y Marchionne en reorganizar Fiat SpA y Fiat Auto (virtualmente, están desmembrándola). Dato curioso: Kalbfell, hoy a cargo de Alfa-Maserati, se conoce como “padre del Mini”, todo lo contrario de una máquina deportiva de lujo.

Pero el alemán seguirá manejando la estrategia de reubicación en el mercado de las marcas Fiat y Lancia. Pero también hay un Centro de Estilo Fiat, Lancia y vehículos comerciales, el “desarrollo gama”, en manos de Frank Stephenson y Giuseppe Bonollo. De una forma u otra, es claro el ascendiente de los “Ferrari boys” (Montezemolo es su jefe) y de ejecutivo no italianos. En medio de todo, sigue pendiente el ajuste de la red internacional Fiat-Iveco y, particularmente, sus directivos en cada mercado.

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