España: Un directivo en problemas de tipo jurídico

Según “El Mundo” (Madrid), la situación procesal de César Alierta es delicada. Se lo investiga por abuso de información reservada cuando dirigía Tabacalera. Ahora corre peligro su actual cargo y el diario lo acusa de censura.

3 enero, 2005

Las actuaciones judiciales se iniciaron en 1997, pero recién desde noviembre de 2004 empezaron a difundirse detalles de la causa, incoada por presunto uso indebido de datos internos. El problema es que “Alierta maneja hoy Telefónica de España, la mayor empresa del país y la cuarta de su sector en el planeta”, señala “Corriere della sera” (Milán, perteneciente al consorcio que edita “El Mundo”). Además, marcha al frente en valor bursátil dentro de la Eurozona.

Hay una arista política, pues el directivo es casi el último de relevancia designado por José María Aznar y, desde hace algunas semanas, se hablada de su reemplazo. Parte del problema deriva de una vieja práctica española: el gobierno pone “a dedo” los CEO de grupos privatizados. Este hábito continúa bajo José Luis Rodríguez Zapatero, pese a varias observaciones de Bruselas.

No obstante, ahora el clima se pone denso por otras dos razones. Una, que Alierta ha sido citado a declarar como imputado, el jueves 13, ante el juez de instrucción madrileño Santiago Torres. Otra, que Telefónica le cortó la publicidad a “El Mundo”, según éste, en represalia. Pero el grupo que hoy conduce –y bien- Alierta no tiene nada que ver con Tabacalera ni con la causa.

Los artículos del diario español aluden a intenciones, por parte de una fuerte empresa estadounidense, de adquirir acciones de Tabacalera por alrededor de 308 millones de pesetas (apenas € 1,8 millón). Como se ve, no era una cifra importante. Pero, la reacción de Alierta contra el periódico y sus estrechos nexos con un gobierno que se vino abajo estrepitosamente hace unos meses, han creado un clima tenso. Obviamente, favorable a un cambio en la cúpula de un grupo que, en Latinoamérica, tiene más de 40 millones de abonados en 14 países.

Existe otro factor, que data de 2001. Ese año, un escándalo terminó con Juan Villalonga, CEO de Telefónica e íntimo de Aznar. A raíz de su remoción, Alierta pasó a dirigir el grupo. Hoy, su situación resulta por lo menos incómoda: es el único sobreviviente del gobierno anterior involucrado en una cuestión judicial.

Las actuaciones judiciales se iniciaron en 1997, pero recién desde noviembre de 2004 empezaron a difundirse detalles de la causa, incoada por presunto uso indebido de datos internos. El problema es que “Alierta maneja hoy Telefónica de España, la mayor empresa del país y la cuarta de su sector en el planeta”, señala “Corriere della sera” (Milán, perteneciente al consorcio que edita “El Mundo”). Además, marcha al frente en valor bursátil dentro de la Eurozona.

Hay una arista política, pues el directivo es casi el último de relevancia designado por José María Aznar y, desde hace algunas semanas, se hablada de su reemplazo. Parte del problema deriva de una vieja práctica española: el gobierno pone “a dedo” los CEO de grupos privatizados. Este hábito continúa bajo José Luis Rodríguez Zapatero, pese a varias observaciones de Bruselas.

No obstante, ahora el clima se pone denso por otras dos razones. Una, que Alierta ha sido citado a declarar como imputado, el jueves 13, ante el juez de instrucción madrileño Santiago Torres. Otra, que Telefónica le cortó la publicidad a “El Mundo”, según éste, en represalia. Pero el grupo que hoy conduce –y bien- Alierta no tiene nada que ver con Tabacalera ni con la causa.

Los artículos del diario español aluden a intenciones, por parte de una fuerte empresa estadounidense, de adquirir acciones de Tabacalera por alrededor de 308 millones de pesetas (apenas € 1,8 millón). Como se ve, no era una cifra importante. Pero, la reacción de Alierta contra el periódico y sus estrechos nexos con un gobierno que se vino abajo estrepitosamente hace unos meses, han creado un clima tenso. Obviamente, favorable a un cambio en la cúpula de un grupo que, en Latinoamérica, tiene más de 40 millones de abonados en 14 países.

Existe otro factor, que data de 2001. Ese año, un escándalo terminó con Juan Villalonga, CEO de Telefónica e íntimo de Aznar. A raíz de su remoción, Alierta pasó a dirigir el grupo. Hoy, su situación resulta por lo menos incómoda: es el único sobreviviente del gobierno anterior involucrado en una cuestión judicial.

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