Embargos y ejecuciones residenciales suben 129% en doce meses

Se trata de desalojos efectivos entre abril de 2007 y marzo último. En cuanto a solicitudes de embargos y ejecuciones, su número ascendió 57% en el mismo lapso. Así informa la consultoría especializada Realty/Trec.

16 abril, 2008

Sólo en marzo, pedidos de ejecución, ceses de pagos hipotecarios y remates judiciales ascendieron 5%. Los estados más expuestos eran California, Florida y Nevada. El volumen de solicitudes totalizaba 234.685 ese mismo mes y sobrecompensaba la baja de 4% registrada en febrero (se debía a menos días hábiles).

Tanto Realty/Trac como la asociación nacional de agentes inmobiliarios (NAR en inglés) estiman que el pico de la crisis todavía no ha llegado. “Lo que vemos hoy es una recidiva de gente que se sobrendeudó vía instrumentos financieros usurarios para comprar viviendas”, subraya la consultoría californiana.

Ambas fuentes, por ende, esperan nuevos récords en embargos, ejecuciones y remates entre el tercero y cuarto trimestres de 2008. Eso será efecto de mayores tasas ajustables sobre hipotecas de mala calidad y no lo morigerarán sucesivas rebajas de tipos básicos que disponga la Reserva Federal.

En marzo, a una de cada 538 unidades familiares tipo se le notificaron embargos, ejecuciones o confiscaciones. Esta cifra incluye viviendas en propiedad horizontal.

El procedimiento más usual en Estados Unidos consiste en una notificación inicial por cese de pagos, seguida por embargo y fecha de remate judicial. Una variante, cuando fracasa o es inviable el remate, implica la confiscación por parte del banco o prestamista acreedor. Pero esto ha resultado en un exceso de unidades invendibles en poder de los financiantes.

Sólo en marzo, pedidos de ejecución, ceses de pagos hipotecarios y remates judiciales ascendieron 5%. Los estados más expuestos eran California, Florida y Nevada. El volumen de solicitudes totalizaba 234.685 ese mismo mes y sobrecompensaba la baja de 4% registrada en febrero (se debía a menos días hábiles).

Tanto Realty/Trac como la asociación nacional de agentes inmobiliarios (NAR en inglés) estiman que el pico de la crisis todavía no ha llegado. “Lo que vemos hoy es una recidiva de gente que se sobrendeudó vía instrumentos financieros usurarios para comprar viviendas”, subraya la consultoría californiana.

Ambas fuentes, por ende, esperan nuevos récords en embargos, ejecuciones y remates entre el tercero y cuarto trimestres de 2008. Eso será efecto de mayores tasas ajustables sobre hipotecas de mala calidad y no lo morigerarán sucesivas rebajas de tipos básicos que disponga la Reserva Federal.

En marzo, a una de cada 538 unidades familiares tipo se le notificaron embargos, ejecuciones o confiscaciones. Esta cifra incluye viviendas en propiedad horizontal.

El procedimiento más usual en Estados Unidos consiste en una notificación inicial por cese de pagos, seguida por embargo y fecha de remate judicial. Una variante, cuando fracasa o es inviable el remate, implica la confiscación por parte del banco o prestamista acreedor. Pero esto ha resultado en un exceso de unidades invendibles en poder de los financiantes.

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