El costo de las pérdidas de Chrysler

La compañía automotriz estadounidense gastó US$ 5.000 millones de sus reservas para cubrir el bache que dejaron sus malos resultados del año pasado, cuando vendió 200.000 unidades menos que en 1999.

23 marzo, 2001

(EFE).- Chrysler gastó el año pasado US$ 5.000 millones de sus reservas de US$ 7.500 millones para cubrir la pérdida de ventas de sus vehículos, la modernización de las plantas y los incentivos ofrecidos a los compradores, afirmó ayer (jueves 22) el diario Detroit News.

El director ejecutivo de Chrysler, James Donlon, explicó al diario que se usaron los fondos para esos gastos y no hubo un “desvío” de los recursos financieros hacia otras áreas del grupo DaimlerChrysler AG.

Durante el año pasado, Chrysler vendió 200.000 vehículos menos que en 1999 y las ganancias por cada unidad vendida se achicaron, especialmente en los vehículos que antes habían sido los más lucrativos. Esto le costó a la empresa unos US$ 2.000 millones.

El año pasado, las ventas de camionetas “pick up” Ram bajaron 15%, las de los vehículos todoterreno Grand Cherokee cayeron 9,4% y las de Durango bajaron 8,6%, mientras que las de los sedán 300M bajaron 9,4%.

Otros US$ 2.000 millones se gastaron en los incentivos financieros, las devoluciones en efectivo y las financiaciones con tasas de interés muy bajas para atraer a los compradores.

La modernización de las plantas se llevó otros US$ 1.000 millones de las arcas de Chrysler, dijo Donlon.

El mes pasado, cuando anunció un plan de US$ 3.600 millones para que Chrysler vuelva a ser lucrativa, DaimlerChrysler informó de que sus propias reservas de dinero en efectivo habían bajado a US$ 1.000 millones, comparado con unos US$ 11.000 millones de un año antes.

“Chrysler quemó los US$ 5.000 millones especialmente en los últimos seis meses de 2000, porque sus cálculos acerca del mercado estadounidense y su comportamiento resultaron muy equivocados”, afirmó el diario.

(EFE).- Chrysler gastó el año pasado US$ 5.000 millones de sus reservas de US$ 7.500 millones para cubrir la pérdida de ventas de sus vehículos, la modernización de las plantas y los incentivos ofrecidos a los compradores, afirmó ayer (jueves 22) el diario Detroit News.

El director ejecutivo de Chrysler, James Donlon, explicó al diario que se usaron los fondos para esos gastos y no hubo un “desvío” de los recursos financieros hacia otras áreas del grupo DaimlerChrysler AG.

Durante el año pasado, Chrysler vendió 200.000 vehículos menos que en 1999 y las ganancias por cada unidad vendida se achicaron, especialmente en los vehículos que antes habían sido los más lucrativos. Esto le costó a la empresa unos US$ 2.000 millones.

El año pasado, las ventas de camionetas “pick up” Ram bajaron 15%, las de los vehículos todoterreno Grand Cherokee cayeron 9,4% y las de Durango bajaron 8,6%, mientras que las de los sedán 300M bajaron 9,4%.

Otros US$ 2.000 millones se gastaron en los incentivos financieros, las devoluciones en efectivo y las financiaciones con tasas de interés muy bajas para atraer a los compradores.

La modernización de las plantas se llevó otros US$ 1.000 millones de las arcas de Chrysler, dijo Donlon.

El mes pasado, cuando anunció un plan de US$ 3.600 millones para que Chrysler vuelva a ser lucrativa, DaimlerChrysler informó de que sus propias reservas de dinero en efectivo habían bajado a US$ 1.000 millones, comparado con unos US$ 11.000 millones de un año antes.

“Chrysler quemó los US$ 5.000 millones especialmente en los últimos seis meses de 2000, porque sus cálculos acerca del mercado estadounidense y su comportamiento resultaron muy equivocados”, afirmó el diario.

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