Ebbers se entrega a la justicia

El ex directivo WorldCom se presentó a las autoridades federales en Nueva York un día después de ser acusado por el fraude contable que llevó a la mayor quiebra en la historia empresarial de los Estados Unidos.

3 marzo, 2004

Bernie Ebbers, que era director ejecutivo de la empresa de telecomunicaciones, ahora conocida como MCI, se presentó en dependencias de la Oficina Federal de Investigaciones (FBI) en Manhattan a primera hora de hoy.

El fiscal general de Estados Unidos, John Ashcroft, anunció el martes que estaba acusado de fraude contable, conspiración para cometer fraude y falsificación de documentos en relación con el colapso de la compañía, que declaró la bancarrota en julio de 2002 en medio de un escándalo financiero de US$11.000 millones.

La acusación considera que Ebbers y el gerente de finanzas, Scott Sullivan, manipularon constantemente los resultados financieros de WorldCom, ahora conocida como MCI, para tener mejor imagen entre los inversores y analistas de Wall Street durante el “boom” del mercado en la década de 1990.

Sullivan se declaró inmediatamente culpable y se comprometió a cooperar con la justicia para aclarar responsabilidades.
En caso de ser encontrados culpables, los ejecutivos podrían afrontar penas de hasta 25 años de cárcel, además de importantes multas.

La juez que lleva el caso, Barbara Jones, señaló el martes que la sentencia que reciba Sullivan dependerá del grado de cooperación que muestre en el juicio, en el que se espera sea el testigo clave de la acusación por su cercanía a Ebbers y el conocimiento que tenía de las prácticas de WorldCom.

El ex presidente de WorldCom, empresa que está en proceso de salir de la bancarrota, era famoso por su forma de dirigir los negocios, basada en gran parte en órdenes e instrucciones verbales.
La fiscalía alega que los dos ejecutivos dirigían la compañía con poco o nulo control por parte de un directorio que estaba compuesto en su mayoría de amigos personales de Ebbers, al tiempo que ideaban complejas operaciones contables para aumentar de forma ficticia los ingresos de la empresa y disminuir sus gastos.

En septiembre, en su primera comparecencia ante el juez, Ebbers se declaró inocente de los cargos de fraude que presentó en su contra el fiscal general del estado norteamericano de Oklahoma, Drew Edmondson, y fue puesto en libertad bajo una fianza de US$50.000.
En noviembre pasado, la fiscalía decidió retirar temporalmente los cargos, si bien anunció que los volvería a plantear de nuevo en este mes de marzo.

Ebbers dimitió como directivo de Worldcom antes de la bancarrota, en abril de 2002, en medio de acusaciones por parte de los supervisores bursátiles de que la empresa le avaló préstamos personales por importe de US$400 millones.

Bernie Ebbers, que era director ejecutivo de la empresa de telecomunicaciones, ahora conocida como MCI, se presentó en dependencias de la Oficina Federal de Investigaciones (FBI) en Manhattan a primera hora de hoy.

El fiscal general de Estados Unidos, John Ashcroft, anunció el martes que estaba acusado de fraude contable, conspiración para cometer fraude y falsificación de documentos en relación con el colapso de la compañía, que declaró la bancarrota en julio de 2002 en medio de un escándalo financiero de US$11.000 millones.

La acusación considera que Ebbers y el gerente de finanzas, Scott Sullivan, manipularon constantemente los resultados financieros de WorldCom, ahora conocida como MCI, para tener mejor imagen entre los inversores y analistas de Wall Street durante el “boom” del mercado en la década de 1990.

Sullivan se declaró inmediatamente culpable y se comprometió a cooperar con la justicia para aclarar responsabilidades.
En caso de ser encontrados culpables, los ejecutivos podrían afrontar penas de hasta 25 años de cárcel, además de importantes multas.

La juez que lleva el caso, Barbara Jones, señaló el martes que la sentencia que reciba Sullivan dependerá del grado de cooperación que muestre en el juicio, en el que se espera sea el testigo clave de la acusación por su cercanía a Ebbers y el conocimiento que tenía de las prácticas de WorldCom.

El ex presidente de WorldCom, empresa que está en proceso de salir de la bancarrota, era famoso por su forma de dirigir los negocios, basada en gran parte en órdenes e instrucciones verbales.
La fiscalía alega que los dos ejecutivos dirigían la compañía con poco o nulo control por parte de un directorio que estaba compuesto en su mayoría de amigos personales de Ebbers, al tiempo que ideaban complejas operaciones contables para aumentar de forma ficticia los ingresos de la empresa y disminuir sus gastos.

En septiembre, en su primera comparecencia ante el juez, Ebbers se declaró inocente de los cargos de fraude que presentó en su contra el fiscal general del estado norteamericano de Oklahoma, Drew Edmondson, y fue puesto en libertad bajo una fianza de US$50.000.
En noviembre pasado, la fiscalía decidió retirar temporalmente los cargos, si bien anunció que los volvería a plantear de nuevo en este mes de marzo.

Ebbers dimitió como directivo de Worldcom antes de la bancarrota, en abril de 2002, en medio de acusaciones por parte de los supervisores bursátiles de que la empresa le avaló préstamos personales por importe de US$400 millones.

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