Dow: dos despidos pueden llevar a una oferta hostil

Dow Chemical puede convertirse en objeto de una toma, Aunque su presidente ejecutivo, Andrew Liveris, le reste importancia, el veloz defenestramiento de Pedro Reinhard y Romeo Kreinberg es una mala señal.

16 abril, 2007

Liveris personalmente echó al ex asesor del directorio y al ex vicepresidente ejecutivo por entablar contactos no autorizados con potenciales comporadores (¿hostiles?) de la mayor petroquímica norteamericana. Algunos medios hasta barajaban una compra apalancada por US$ 50.000 millones, la mayor en la breve historia de los fondos privados (si cristaliza).

Al difundirse el rumor, la capitalización bursátil de Dow subió hasta US$47.400 millones. El viernes había cedido a 44.000 millones. De acuerdo con analistas de Wall Street, ahora la firma queda exouesta a una toma hostil.

Amén de su menor valor en el mercado, Dow Chemical ha dejado hace rato de ser una empresa en crecimiento. Al viernes, sus acciones equivalían a 10,8 veces los ingresos anuales, la cifra más baja entre los trece componentes del panel químico que integra la cartera Standard & Poor’s 500. Por ejemplo, Monsanto muestra una relación de 37 a uno y DuPont una de 17 a uno. En 2006, la ventas de Dow sumaron US$ 49.000 millones.

Según el londinense “Sunday expressa”, Kohlberg Kravis Roberts y otros fondos que especulan con compras apalancadas están armando una oferta hostil no inferior a US$ 50.000 millones junto con Saudarabia y sus satélites de la península (Koweit, Bahréin, Qatar, Unión de emiratos). Esto le plantea a a Estados Unidps un dilema geopolítico: su mayor compañìa petroquímica puede caer en manos de un aliado clave en Levante.

Reinhard y Kreinberg, sgún la empresa, “estaban comprometidos en contactos inapropiados”, detectados recién el martes 10, cuando el asunto ya estaba en tres medios (lo cual no habla bien de Liveris). El primer indicio apareció en el “Sunday express”. De inmediato, recogieron la versión BBC World, Bloomberg’s, Reuters y CNN. En un par de ruedas, la acción de Dow Chemical saltó 11%. La compañía formuló ya tres desmentidas en una semana.

A ambos lados del Atlántico norte se sabe que KKR –sus dos jefes son judíos- encabeza una tropa de gobiernos musulmanes, que aportaría 60% del dinero.
Los adquirentes potenciales cuentan, parece, como asesor a JP Morgan Chase. En lo tocante a Dow, se defenderá vía Goldman Sachs, la firma de valores que tiene a su ex CEO, Henry Paulson, como secretario de hacienda. Por supuesto, la petroquímica tiene fuerzas para presentar batalla, si lo desea, pues sus negocios van desde herbicidas y plásticos hasta seguros y ambiente. Cabe recordar que, en la historia del grupo, aparecen el “Wall Street journal” y los paneles bursátiles Dow Jones. Ahora bien ¿los ejecutivos se quedaron en la calle por actuar por su cuenta o, simplemente, hablaron antes de tiempo?

Liveris personalmente echó al ex asesor del directorio y al ex vicepresidente ejecutivo por entablar contactos no autorizados con potenciales comporadores (¿hostiles?) de la mayor petroquímica norteamericana. Algunos medios hasta barajaban una compra apalancada por US$ 50.000 millones, la mayor en la breve historia de los fondos privados (si cristaliza).

Al difundirse el rumor, la capitalización bursátil de Dow subió hasta US$47.400 millones. El viernes había cedido a 44.000 millones. De acuerdo con analistas de Wall Street, ahora la firma queda exouesta a una toma hostil.

Amén de su menor valor en el mercado, Dow Chemical ha dejado hace rato de ser una empresa en crecimiento. Al viernes, sus acciones equivalían a 10,8 veces los ingresos anuales, la cifra más baja entre los trece componentes del panel químico que integra la cartera Standard & Poor’s 500. Por ejemplo, Monsanto muestra una relación de 37 a uno y DuPont una de 17 a uno. En 2006, la ventas de Dow sumaron US$ 49.000 millones.

Según el londinense “Sunday expressa”, Kohlberg Kravis Roberts y otros fondos que especulan con compras apalancadas están armando una oferta hostil no inferior a US$ 50.000 millones junto con Saudarabia y sus satélites de la península (Koweit, Bahréin, Qatar, Unión de emiratos). Esto le plantea a a Estados Unidps un dilema geopolítico: su mayor compañìa petroquímica puede caer en manos de un aliado clave en Levante.

Reinhard y Kreinberg, sgún la empresa, “estaban comprometidos en contactos inapropiados”, detectados recién el martes 10, cuando el asunto ya estaba en tres medios (lo cual no habla bien de Liveris). El primer indicio apareció en el “Sunday express”. De inmediato, recogieron la versión BBC World, Bloomberg’s, Reuters y CNN. En un par de ruedas, la acción de Dow Chemical saltó 11%. La compañía formuló ya tres desmentidas en una semana.

A ambos lados del Atlántico norte se sabe que KKR –sus dos jefes son judíos- encabeza una tropa de gobiernos musulmanes, que aportaría 60% del dinero.
Los adquirentes potenciales cuentan, parece, como asesor a JP Morgan Chase. En lo tocante a Dow, se defenderá vía Goldman Sachs, la firma de valores que tiene a su ex CEO, Henry Paulson, como secretario de hacienda. Por supuesto, la petroquímica tiene fuerzas para presentar batalla, si lo desea, pues sus negocios van desde herbicidas y plásticos hasta seguros y ambiente. Cabe recordar que, en la historia del grupo, aparecen el “Wall Street journal” y los paneles bursátiles Dow Jones. Ahora bien ¿los ejecutivos se quedaron en la calle por actuar por su cuenta o, simplemente, hablaron antes de tiempo?

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