Dictaron la conciliación obligatoria en Aerolíneas
La empresa debe reincorporar a los 500 despedidos. Los técnicos volvieron sus actividades anoche, aunque la normalización completa de los servicios se logrará dentro de 24 horas. La decisión no fue bien recibida por la Sepi.
Las compañías aéreas de bandera argentina Austral y Aerolíneas, volverán hoy (jueves 03) a retomar sus actividades normales en forma gradual ya que el servicio completo estará listo recién dentro de 24 horas, aunque el primer vuelo del cronograma especial partió ésta mañana hacia Córdoba.
El sorpresivo giro -que logró cortar con una huelga que ya llevaba ocho días- tuvo su origen en la decisión del Ministerio de Trabajo de dictar la conciliación obligatoria.
A raíz de esto, las empresas aceptaron retomar a los 500 trabajadores despedidos y el gremio de técnicos (Apta) debió concluir con la medida de fuerza.
Los directivos de la Sepi (la sociedad estatal española controlante de Aerolíneas y Austral) aseguraron que sólo aceptaron la decisión del Ministerio de Trabajo para no extender el conflicto hasta “límites irracionales”, aunque también recalcaron que “no volverán a asumir los costos de un nuevo paro”.
Las expresiones de los funcionarios españoles no son casuales. La presión de los accionistas desde que se conocieron los últimos resultados de la empresa fue feroz, y apuntó a la necesidad de reducir una estructura de empleados que consideran inaudita.
Con este objetivo en la cabeza, la Sepi iniciará la segunda ronda de negociaciones en una etapa que aparenta un nivel menor de combatividad.
La explicación radica en que los directivos españoles creen necesaria una reducción de personal no menor a las 1200 personas, y al parecer los gremios aseguraron que ya hay unos 800 dispuestos a aceptar un retiro voluntario.
La otra parte del plan de la Sepi, consiste en ofrecer acciones de la compañía aérea a cambio de una reducción de los sueldos.
Según las estimaciones, la Sepi cedería hasta 10% de los títulos de la empresa (el porcentaje histórico que mantuvieron los trabajadores), mientras que los empleados aceptarían una reducción de sus salarios calculada entre 3% y 20%, de acuerdo a cada una de las categorías.
Hasta la última capitalización realizada por la Sepi (US$ 650 millones), los trabajadores conservaban 10% de la empresa; después de ella esa cifra se redujo a 2,5%. De allí que los españoles insistirán con la necesidad de llevar adelante el programa de opción de compra de títulos.
Existen de todos modos varios conflictos por resolver aun. Entre ellos las acusaciones por parte de algunos gremios, que señalan a la Sepi como “intentando forzar la quiebra de las empresas”.
Por su parte, la empresa explicó que su intención, en el caso puntual de los operarios técnicos, era convertir la actividad en una unidad de negocios propia para controlar sus gastos y su rentabilidad. Pero Apta asegura que esto “es una privatización encubierta”.
En líneas generales, varias fuentes del Ministerio de Trabajo, dijeron que si esta nueva conciliación obligatoria fracasa, recurrirán a la Justicia y será la Policía de Trabajo la encargada de evaluar si las acciones de una u otra parte fueron legales.
Las compañías aéreas de bandera argentina Austral y Aerolíneas, volverán hoy (jueves 03) a retomar sus actividades normales en forma gradual ya que el servicio completo estará listo recién dentro de 24 horas, aunque el primer vuelo del cronograma especial partió ésta mañana hacia Córdoba.
El sorpresivo giro -que logró cortar con una huelga que ya llevaba ocho días- tuvo su origen en la decisión del Ministerio de Trabajo de dictar la conciliación obligatoria.
A raíz de esto, las empresas aceptaron retomar a los 500 trabajadores despedidos y el gremio de técnicos (Apta) debió concluir con la medida de fuerza.
Los directivos de la Sepi (la sociedad estatal española controlante de Aerolíneas y Austral) aseguraron que sólo aceptaron la decisión del Ministerio de Trabajo para no extender el conflicto hasta “límites irracionales”, aunque también recalcaron que “no volverán a asumir los costos de un nuevo paro”.
Las expresiones de los funcionarios españoles no son casuales. La presión de los accionistas desde que se conocieron los últimos resultados de la empresa fue feroz, y apuntó a la necesidad de reducir una estructura de empleados que consideran inaudita.
Con este objetivo en la cabeza, la Sepi iniciará la segunda ronda de negociaciones en una etapa que aparenta un nivel menor de combatividad.
La explicación radica en que los directivos españoles creen necesaria una reducción de personal no menor a las 1200 personas, y al parecer los gremios aseguraron que ya hay unos 800 dispuestos a aceptar un retiro voluntario.
La otra parte del plan de la Sepi, consiste en ofrecer acciones de la compañía aérea a cambio de una reducción de los sueldos.
Según las estimaciones, la Sepi cedería hasta 10% de los títulos de la empresa (el porcentaje histórico que mantuvieron los trabajadores), mientras que los empleados aceptarían una reducción de sus salarios calculada entre 3% y 20%, de acuerdo a cada una de las categorías.
Hasta la última capitalización realizada por la Sepi (US$ 650 millones), los trabajadores conservaban 10% de la empresa; después de ella esa cifra se redujo a 2,5%. De allí que los españoles insistirán con la necesidad de llevar adelante el programa de opción de compra de títulos.
Existen de todos modos varios conflictos por resolver aun. Entre ellos las acusaciones por parte de algunos gremios, que señalan a la Sepi como “intentando forzar la quiebra de las empresas”.
Por su parte, la empresa explicó que su intención, en el caso puntual de los operarios técnicos, era convertir la actividad en una unidad de negocios propia para controlar sus gastos y su rentabilidad. Pero Apta asegura que esto “es una privatización encubierta”.
En líneas generales, varias fuentes del Ministerio de Trabajo, dijeron que si esta nueva conciliación obligatoria fracasa, recurrirán a la Justicia y será la Policía de Trabajo la encargada de evaluar si las acciones de una u otra parte fueron legales.
