Delta-Northwest: presagia otras F&A, pero tiene problemas

Wall Street recibió con dudas la toma de Northwest por parte de Delta Air Lines, atinentes a recortes de gastos. No obstante, la fusión se ve como señal de que habrá otras pronto en Estados Unidos.

17 abril, 2008

La compra por US$ 3.630 millones vía canje accionario crea, en efecto, una de las mayores aerolíneas del mundo. Pero debe genera también US$ 1.000 millones en entradas adicionales y ahorros concretos. No obstante, las dos firmas señalaron que no proyectan cerrar puntos distribuidores ni aumentar las reducciones ya planeadas en rutas ni planes de vuelo.

Si bien Delta-Northwest proyecta aumentos de tarifas, no han anunciado un incremento de asientos disponibles. Por ende, varios analistas bursátiles califican ahora de “neutras” las perepectivas de la nueva compañía.

Delta, hasta la fusión tercera aerolínea estadounidense en tráfico, apuesta fuerte a la unión con la quinta. Entre otras cosas, supone que contribuirá a neutralizar el 77% de alza en combustibles, registrada entre abril de 2007 y marzo pasado. La dupla, por lo demás, manejará casi 25% del mercado nacional.

La futura compañía se llamará Delta Airlines, una derrota para el equipo que digiría Northwest. Por supuesto, Richard Anderson continúa como director ejecutivo. En lo tocante a activos, la adquirente tiene US$ 7.350 millones en bonos y créditos, contra 3.460 millones de la ex Northwest.

Naturalmente este casamiento que tomó casi un año cristalizar, pues los cónyuges salían de sus respectivas convocatorias, hace sospechar otros. Por ejemplo, las dos poderosas United y American Airlines pueden pronto eclipsar a Delta-Northwest. La primera lleva años tras Continental. En cuanto American, oscila entre ésta y Northwestern. Pero, con los crudos tejanos rozando ya US$ 115 el barril, el panorama se pone feo.

La compra por US$ 3.630 millones vía canje accionario crea, en efecto, una de las mayores aerolíneas del mundo. Pero debe genera también US$ 1.000 millones en entradas adicionales y ahorros concretos. No obstante, las dos firmas señalaron que no proyectan cerrar puntos distribuidores ni aumentar las reducciones ya planeadas en rutas ni planes de vuelo.

Si bien Delta-Northwest proyecta aumentos de tarifas, no han anunciado un incremento de asientos disponibles. Por ende, varios analistas bursátiles califican ahora de “neutras” las perepectivas de la nueva compañía.

Delta, hasta la fusión tercera aerolínea estadounidense en tráfico, apuesta fuerte a la unión con la quinta. Entre otras cosas, supone que contribuirá a neutralizar el 77% de alza en combustibles, registrada entre abril de 2007 y marzo pasado. La dupla, por lo demás, manejará casi 25% del mercado nacional.

La futura compañía se llamará Delta Airlines, una derrota para el equipo que digiría Northwest. Por supuesto, Richard Anderson continúa como director ejecutivo. En lo tocante a activos, la adquirente tiene US$ 7.350 millones en bonos y créditos, contra 3.460 millones de la ex Northwest.

Naturalmente este casamiento que tomó casi un año cristalizar, pues los cónyuges salían de sus respectivas convocatorias, hace sospechar otros. Por ejemplo, las dos poderosas United y American Airlines pueden pronto eclipsar a Delta-Northwest. La primera lleva años tras Continental. En cuanto American, oscila entre ésta y Northwestern. Pero, con los crudos tejanos rozando ya US$ 115 el barril, el panorama se pone feo.

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