Daños en la reputación de marcas automotrices
Hay fascinación sobre el futuro del automóvil. Tesla, Google, Amazon, son los nombres recurrentes para identificar la nueva tecnología, como también Ford y GM. Pero otros nombres tradicionales ven dañado su prestigio.
La primera novedad de la actualidad, la originó Renault. La empresa admitió que equipos investigadores oficiales visitaron tres de sus plantas buscando el mismo mecanismo de eludir multas por excesiva contaminación que usó Volkswagen. Oficialmente, la firma comunicó que nada irregular se encontró. Sin embargo, al cierre bursátil del jueves, las acciones de la firma cayeron en más de 20%, lo que revela lo que supone la opinión pública. Como efecto rebote, también cayeron las acciones de Peugeot, aunque en este caso en 5%.
Otra marca europea, Fiat (ahora Fiat Chrysler) también fue vapuleada en el mundo bursátil. Las acciones perdieron 10% de su valor. La razón: la denuncia en Estados Unidos de que la empresa ha inflado sus cifras de ventas de modo artificial.
Aparentemente el mecanismo era sobornar a los grandes concesionarios para que declararan como vendidos coches que estaban en exhibición. Estados Unidos es el principal mercado de esta marca, el que le aporta 85% de sus ingresos totales.
Por su parte, Volkswagen –que en septiembre pasado admitió haber colocado en 11 millones de autos un dispositivo para burlar los controles de emisión- ha tenido un duro golpe en sus ventas en la Unión Europea. Su porción de mercado cayó por primera vez desde 2007. En 2015 vendió 24,8% del total de autos vendidos en esa región, menos que el 25,5% de 2014.
Las lesiones a la reputación tienen un alto precio.
