DaimlerChrysler vendió lo que le quedaba en Mitsubishi

El grupo alemán terminó de liquidar un sueño de Jürgen Schrempp: crear una automotriz global. Le vendió a Goldman Sachs Group –no justamente alguien del gremio- un 12,4% del paquete por alrededor de US$ 590 millones.

17 noviembre, 2005

Añadiendo lo que ya poseía, GSG controla ahora 13,4% y es el máximo accionista individual de una empresa en teoría japonesa. Por su parte, DC se saca de encima un clavo que venía significándole drenajes financieros desde que, en marzo de 2000, había tomado 33% del paquete.

En aquel momento, la empresa germana había pagado una enormidad, US$ 2.100 millones. Esa decisión seguía en dos años una fusión que sigue generando dudas entre los analistas: la de Daimler-Benz y Chrysler, tercera automotriz norteamericana en virtual bancarrota. Eso también fue idea de Schrempp, a quien despiden el mes próximo- sin bombos ni platillos, aunque con suspirios de alivio-, dos años antes de expirar su costoso contrato.

Naturalmente, los mandos supérstites en DC siguen revisando las prioridades de la compañía.Empezando por sus enfoques básicos. Al parecer, la idea es centrarse en Mercedes, Chrysler –en parte- y vehículos comerciales. Eso refleja la influencia algo desmedida de Thomas LaSorda, jefe de la división en Detroit.

Sin embargo, LaSorda admite que la industria en Occidente sufre de excesiva capacidad instalada. Entretanto, alguien recordó que, por suerte, Schrempp no logró su otro intento: quedarse con Nissan. El directorio se le opuso de plano y la firma nipona cayó en manos de Renault (que ha conseguido hacerla rentable).

Añadiendo lo que ya poseía, GSG controla ahora 13,4% y es el máximo accionista individual de una empresa en teoría japonesa. Por su parte, DC se saca de encima un clavo que venía significándole drenajes financieros desde que, en marzo de 2000, había tomado 33% del paquete.

En aquel momento, la empresa germana había pagado una enormidad, US$ 2.100 millones. Esa decisión seguía en dos años una fusión que sigue generando dudas entre los analistas: la de Daimler-Benz y Chrysler, tercera automotriz norteamericana en virtual bancarrota. Eso también fue idea de Schrempp, a quien despiden el mes próximo- sin bombos ni platillos, aunque con suspirios de alivio-, dos años antes de expirar su costoso contrato.

Naturalmente, los mandos supérstites en DC siguen revisando las prioridades de la compañía.Empezando por sus enfoques básicos. Al parecer, la idea es centrarse en Mercedes, Chrysler –en parte- y vehículos comerciales. Eso refleja la influencia algo desmedida de Thomas LaSorda, jefe de la división en Detroit.

Sin embargo, LaSorda admite que la industria en Occidente sufre de excesiva capacidad instalada. Entretanto, alguien recordó que, por suerte, Schrempp no logró su otro intento: quedarse con Nissan. El directorio se le opuso de plano y la firma nipona cayó en manos de Renault (que ha conseguido hacerla rentable).

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