¿Cuál es el perfil del consumidor del futuro?

Buscará productos que combinen placer, seguridad, salud, facilidad de uso y protección del ambiente, según un estudio presentado en la III Edición del Salón Industrial de la Alimentación Mercosur 2001.

22 agosto, 2001

(NA). – El consumidor del futuro priorizará la adquisición de productos alimenticios que combinen seguridad, cuidado de la salud, facilidad de uso, cumplimiento estricto de las normas ambientales y especialmente proporcionen una “sensación placentera”.

Así lo señala un estudio presentado en el marco de la III Edición del Salón Industrial de la Alimentación (SIAL) Mercosur 2001, que comenzó ayer (martes 21) en Buenos Aires.

“En el inicio de este siglo, los nuevos productos persiguen el propósito de satisfacer el ansia del consumidor en lo que hace al placer, al tiempo que también garantizan seguridad, beneficios para la salud, facilidad de uso e incluso concientización social”, señala el “Panorama Mundial de la Innovación Alimentaria en el 2001”, elaborado por Xavier Terlet, Presidente de la Consultora Internacional de Innovación Alimentaria.

El mundo está ingresando en una “nueva era alimentaria”, que también se refleja en el Mercosur, a pesar de que allí las innovaciones son “menos espectaculares que las que tienen lugar en Europa, los Estados Unidos de Norteamérica y el Japón”.

“La primera gran lección que podemos sacar a partir de la observación de unos pocos productos que se lanzaron durante los últimos meses en el Mercosur es su avanzada sofisticación, ya sea en el proceso de elaboración, la elección de los ingredientes, el
acondicionamiento o incluso el posicionamiento (objetivos o épocas de consumo específicos)”, indica el informe.

Esta sofisticación también se encuentra en el área de las comidas exóticas, que se distinguen por recetas más variadas, más especializadas, de un carácter cosmopolita.

Nuevos sabores y aromas y, por supuesto, colores y texturas que son inusuales en Sudamérica, son la nueva norma.

La tradición es también una palanca que utilizan mucho los fabricantes y los distribuidores a fin de aportar sofisticación y valor agregado a sus productos: las recetas “de antaño” o
“caseras” están de ultimísima moda este año, y lo mismo sucede con las indicaciones del origen de los ingredientes.

Además de su gran variedad, la sofisticación en los productos está también orientada hacia la facilidad de uso por parte de una población urbana (gente joven que se vuelve independiente cada vez con más anticipación, y mujeres que trabajan), al tiempo que se
observa una notoria evolución hacia una mayor variedad.

También existe una nueva inclinación hacia lo médico-nutricional, que acompaña una creciente preocupación de la población por el cuidado de su salud.

Las madres son cada vez más sensibles a los índices de calcio y vitaminas en productos del tipo de las leches, los yogures y los cereales, y la gente de más edad se interesa por el contenido de sodio para luchar contra la hipertensión.

Otra tendencia detectada por este estudio está vinculada con lo “natural-orgánico”, que constituye una tendencia dinámica en todo el mundo, y más particularmente en Europa. Este fenómeno se ve acelerado por la búsqueda de la máxima seguridad.

Una tendencia que viene reafirmándose desde los ´80 es la denominada Light-Slim, ya que la búsqueda de la delgadez se encuentra en todas partes, especialmente en las zonas urbanas y en relación con las mujeres.

El consumidor femenino busca el placer en los alimentos, al tiempo que desea mantener una figura delgada.

El consumidor del futuro también buscará una “fácil manipulación” de los productos de uso diario, y la calidad de un producto está muchas veces ligada al packaging.

La tendencia al ahorro de tiempo también es un requisito esencial del nuevo consumidor, que valora cada vez más el hecho de que un producto esté “completamente listo para usar”.

Otra característica es la tendencia al “nomadismo”, vinculada con el consumo de productos en cualquier momento y en cualquier lugar, especialmente en alimentos para desayuno.
La investigación también señala que, aunque con menos inserción por ahora, existe una presencia de la producción ecológica y con la denominada “concientización social”, es decir, la protección del medio ambiente en el proceso de elaboración.

(NA). – El consumidor del futuro priorizará la adquisición de productos alimenticios que combinen seguridad, cuidado de la salud, facilidad de uso, cumplimiento estricto de las normas ambientales y especialmente proporcionen una “sensación placentera”.

Así lo señala un estudio presentado en el marco de la III Edición del Salón Industrial de la Alimentación (SIAL) Mercosur 2001, que comenzó ayer (martes 21) en Buenos Aires.

“En el inicio de este siglo, los nuevos productos persiguen el propósito de satisfacer el ansia del consumidor en lo que hace al placer, al tiempo que también garantizan seguridad, beneficios para la salud, facilidad de uso e incluso concientización social”, señala el “Panorama Mundial de la Innovación Alimentaria en el 2001”, elaborado por Xavier Terlet, Presidente de la Consultora Internacional de Innovación Alimentaria.

El mundo está ingresando en una “nueva era alimentaria”, que también se refleja en el Mercosur, a pesar de que allí las innovaciones son “menos espectaculares que las que tienen lugar en Europa, los Estados Unidos de Norteamérica y el Japón”.

“La primera gran lección que podemos sacar a partir de la observación de unos pocos productos que se lanzaron durante los últimos meses en el Mercosur es su avanzada sofisticación, ya sea en el proceso de elaboración, la elección de los ingredientes, el
acondicionamiento o incluso el posicionamiento (objetivos o épocas de consumo específicos)”, indica el informe.

Esta sofisticación también se encuentra en el área de las comidas exóticas, que se distinguen por recetas más variadas, más especializadas, de un carácter cosmopolita.

Nuevos sabores y aromas y, por supuesto, colores y texturas que son inusuales en Sudamérica, son la nueva norma.

La tradición es también una palanca que utilizan mucho los fabricantes y los distribuidores a fin de aportar sofisticación y valor agregado a sus productos: las recetas “de antaño” o
“caseras” están de ultimísima moda este año, y lo mismo sucede con las indicaciones del origen de los ingredientes.

Además de su gran variedad, la sofisticación en los productos está también orientada hacia la facilidad de uso por parte de una población urbana (gente joven que se vuelve independiente cada vez con más anticipación, y mujeres que trabajan), al tiempo que se
observa una notoria evolución hacia una mayor variedad.

También existe una nueva inclinación hacia lo médico-nutricional, que acompaña una creciente preocupación de la población por el cuidado de su salud.

Las madres son cada vez más sensibles a los índices de calcio y vitaminas en productos del tipo de las leches, los yogures y los cereales, y la gente de más edad se interesa por el contenido de sodio para luchar contra la hipertensión.

Otra tendencia detectada por este estudio está vinculada con lo “natural-orgánico”, que constituye una tendencia dinámica en todo el mundo, y más particularmente en Europa. Este fenómeno se ve acelerado por la búsqueda de la máxima seguridad.

Una tendencia que viene reafirmándose desde los ´80 es la denominada Light-Slim, ya que la búsqueda de la delgadez se encuentra en todas partes, especialmente en las zonas urbanas y en relación con las mujeres.

El consumidor femenino busca el placer en los alimentos, al tiempo que desea mantener una figura delgada.

El consumidor del futuro también buscará una “fácil manipulación” de los productos de uso diario, y la calidad de un producto está muchas veces ligada al packaging.

La tendencia al ahorro de tiempo también es un requisito esencial del nuevo consumidor, que valora cada vez más el hecho de que un producto esté “completamente listo para usar”.

Otra característica es la tendencia al “nomadismo”, vinculada con el consumo de productos en cualquier momento y en cualquier lugar, especialmente en alimentos para desayuno.
La investigación también señala que, aunque con menos inserción por ahora, existe una presencia de la producción ecológica y con la denominada “concientización social”, es decir, la protección del medio ambiente en el proceso de elaboración.

Compartir:
Notas Relacionadas

Suscripción Digital

Suscríbase a Mercado y reciba todos los meses la mas completa información sobre Economía, Negocios, Tecnología, Managment y más.

Suscribirse Archivo Ver todos los planes

Newsletter


Reciba todas las novedades de la Revista Mercado en su email.

Reciba todas las novedades