Comisión europea: un intento de frenar el avance de Gazprom
Bruselas propone separar, pero sin obligación de ceder, las distribuidoras de energía y gas. También sugiere coordinar transferencias entre redes eléctricas de toda la Unión Europea.
20 septiembre, 2007
En teoría, el objetivo reside en evitar monopolios o situaciones similares en materia de energía y gas, separando generación/producción y distribución. En otras palabras, se busca liberalizar los mercados, pero sin arriesgar escasez de suministros ni problemas como los ocasionados a Occidente por los roces entre Rusia, Ucrania y Bielorrusia en 2005, 2006 y principios de 2007.
No obstante, la meta real es geopolítica: frenar al coloso Gazprom y su ambicioso programa de fusiones, adquisiciones y alianzas en la Unión Europeas y áreas circumvecinas. Pero los planes de Bruselas han sido velozmente cuestionados no por Rusia, sino por Francia y Alemania.
Más exactamente, por conglomerados paraestatales como Électricité de France y Suez-Gaz de France (Parìs) o E.On (Düseerldorf), También objetan los italianos Ente nazionale idrocaburi y Ente nazionale elettricità (ENI, ENEL), pese al apoyo de Pierluigi Bersani y Emma Bonino, titulares de producción y asuntos comunitarios.
En cuanto a la propuesta en sí, proviene del letón Andris Piebalgs, comisario de energía y combustibles. Sea como fuere, las autoridades de la CE esperan negociaciones largas y duras, pues Berlìn, Parìs y Roma son peso pesados en ambas materias. Sin embargo, el avance de Gazprom ha sido definido como un peligro cerca de la canciller Angela Merkel-
Piebalgs no descarta una salida de compromiso. Consiste en mantener la propiedad de redes y ductos, pero cediendo la gestión a operadores independientes. Esta solución dejaría fuera a grandes proveedores extra UE; por ejemplo, Gazprom y su aliada argelina, la estatal Sonatrach.
En teoría, el objetivo reside en evitar monopolios o situaciones similares en materia de energía y gas, separando generación/producción y distribución. En otras palabras, se busca liberalizar los mercados, pero sin arriesgar escasez de suministros ni problemas como los ocasionados a Occidente por los roces entre Rusia, Ucrania y Bielorrusia en 2005, 2006 y principios de 2007.
No obstante, la meta real es geopolítica: frenar al coloso Gazprom y su ambicioso programa de fusiones, adquisiciones y alianzas en la Unión Europeas y áreas circumvecinas. Pero los planes de Bruselas han sido velozmente cuestionados no por Rusia, sino por Francia y Alemania.
Más exactamente, por conglomerados paraestatales como Électricité de France y Suez-Gaz de France (Parìs) o E.On (Düseerldorf), También objetan los italianos Ente nazionale idrocaburi y Ente nazionale elettricità (ENI, ENEL), pese al apoyo de Pierluigi Bersani y Emma Bonino, titulares de producción y asuntos comunitarios.
En cuanto a la propuesta en sí, proviene del letón Andris Piebalgs, comisario de energía y combustibles. Sea como fuere, las autoridades de la CE esperan negociaciones largas y duras, pues Berlìn, Parìs y Roma son peso pesados en ambas materias. Sin embargo, el avance de Gazprom ha sido definido como un peligro cerca de la canciller Angela Merkel-
Piebalgs no descarta una salida de compromiso. Consiste en mantener la propiedad de redes y ductos, pero cediendo la gestión a operadores independientes. Esta solución dejaría fuera a grandes proveedores extra UE; por ejemplo, Gazprom y su aliada argelina, la estatal Sonatrach.