Comcast y Time Warner, dos estrategias opuestas

Los dos mayores grupos mundiales de medios acaban de revelar planes operativos y financieros muy distintos. Entretanto, sus accionistas siguen preocupados por el sostenido aumento de la competencia en el negocio de la TV por cable.

30 julio, 2004

Comcast proyecta seguir recomprando papeles, esta vez por US$ 1.000 millones. Por su parte, Time Warner insiste en continuar evaluando si adoptará criterios más flexibles para futuras adquisiciones de activos. Empezando por Adelphia.

La recompra de acciones anunciada por la primera doblará el monto previamente reservado para ese tipo de operaciones. Coincide con el balance del II trimestre, que dobla los ingresos del anterior, debido a la expansión en servicios de Internet a alta velocidad y televisión digital.

La decisión de Comcast marca una vuelta a políticas cautas, tras el frustrado intento de comprarse Walt Disney. “Preferimos seguir mejorando la calidad de ingresos y elevándolos”, señalaba Brian Roberts, director ejecutivo.

En cuanto a Robert Parsons, su colega en Time Warner, opta por objetivos de largo plazo, en tanto el grupo deba seguir recobrando salud financiera tras la malhadada fusión con America Online en 1998. En abril-junio, sus actividades en TV por cable y cine contribuyeron a elevar 47% los ingresos operativos.

Parsons aprovechó para ridiculizar a analistas que presionan para que la compañía recompre acciones, a pocos años del desastre AOL. “Me río para adentro cada vez que alguien me dice que estamos subapalancados. Es la misma gente que, no hace mucho, nos veía sobreapalancados y aconsejaba más flexibilidad en un contexto tan fluido”. Apalancarse es gestionar deuda cuando no hay fondos suficientes.

Pese a los excelentes resultados contables de ambas empresas, sus acciones siguen débiles, porque el mercado teme el clima de dura competencia entre operadores satelitales y telcos regionales. En una plaza bajista, los papeles de Comcast cedieron esta semana algo más de 4% y los de TW un poco menos.

La segunda también indicó que estaba investigando asientos contables relativos a títulos valores en AOL Europe antes de 2002. Eso se agrega a probanzas de largo plazo en manos de la Securities & Exchange Commission. En otro plano, Roberts sugirió que TW podría fusionar su división cable con Adelphia, en venta por quiebra, en vez de absorber la compañía íntegra.

Semejante expansión en el segmento aumentará la cantidad de abonados, que llega a unos once millones, y le permitirá a TW negociar con los programadores desde una posición más fuerte. Comcast, con 21.500.000 susbcriptores, estima que –este año- sus costos de programación aumentarán 5 a 6%. Los de TW lo harían en casi 12%.

Comcast proyecta seguir recomprando papeles, esta vez por US$ 1.000 millones. Por su parte, Time Warner insiste en continuar evaluando si adoptará criterios más flexibles para futuras adquisiciones de activos. Empezando por Adelphia.

La recompra de acciones anunciada por la primera doblará el monto previamente reservado para ese tipo de operaciones. Coincide con el balance del II trimestre, que dobla los ingresos del anterior, debido a la expansión en servicios de Internet a alta velocidad y televisión digital.

La decisión de Comcast marca una vuelta a políticas cautas, tras el frustrado intento de comprarse Walt Disney. “Preferimos seguir mejorando la calidad de ingresos y elevándolos”, señalaba Brian Roberts, director ejecutivo.

En cuanto a Robert Parsons, su colega en Time Warner, opta por objetivos de largo plazo, en tanto el grupo deba seguir recobrando salud financiera tras la malhadada fusión con America Online en 1998. En abril-junio, sus actividades en TV por cable y cine contribuyeron a elevar 47% los ingresos operativos.

Parsons aprovechó para ridiculizar a analistas que presionan para que la compañía recompre acciones, a pocos años del desastre AOL. “Me río para adentro cada vez que alguien me dice que estamos subapalancados. Es la misma gente que, no hace mucho, nos veía sobreapalancados y aconsejaba más flexibilidad en un contexto tan fluido”. Apalancarse es gestionar deuda cuando no hay fondos suficientes.

Pese a los excelentes resultados contables de ambas empresas, sus acciones siguen débiles, porque el mercado teme el clima de dura competencia entre operadores satelitales y telcos regionales. En una plaza bajista, los papeles de Comcast cedieron esta semana algo más de 4% y los de TW un poco menos.

La segunda también indicó que estaba investigando asientos contables relativos a títulos valores en AOL Europe antes de 2002. Eso se agrega a probanzas de largo plazo en manos de la Securities & Exchange Commission. En otro plano, Roberts sugirió que TW podría fusionar su división cable con Adelphia, en venta por quiebra, en vez de absorber la compañía íntegra.

Semejante expansión en el segmento aumentará la cantidad de abonados, que llega a unos once millones, y le permitirá a TW negociar con los programadores desde una posición más fuerte. Comcast, con 21.500.000 susbcriptores, estima que –este año- sus costos de programación aumentarán 5 a 6%. Los de TW lo harían en casi 12%.

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