Carlos Ghosn reflotó a Nissan

El ejecutivo franco-brasileño cumplió con su promesa y con el encargo de Renault. Bajó su dirección, la firma japonesa registró en el año 2000, ganancias por US$ 2.648 millones.

17 mayo, 2001

(EFE).- El presidente de Nissan Motor, Carlos Ghosn, anunció hoy (jueves 17) ganancias de US$ 2.648 millones para el año fiscal 2000, en unos resultados récord a menos de dos años de ser designado por Renault para reflotar la endeudada empresa japonesa.

En una videoconferencia de prensa simultánea entre Tokio y París, el ejecutivo franco-brasileño hizo un desglose minucioso de la aplicación de su “Plan Renacimiento” y recordó que al presentarlo en octubre de 1999, fue considerado “atrevido y drástico”.

Apodado “el verdugo de los gastos” por el éxito de su reorganización de Renault, la empresa francesa le había pedido aplicar una estrategia similar para reflotar Nissan después de comprar 36,7% de su capital.

Ghosn, que ha clausurado tres plantas en Japón, inició la venta sistemática de activos y ha despedido ya a 14.200 empleados de los 21.000 programados en el ambicioso plan con el que ha reducido este año las deudas de Nissan 29% para dejarla en US$ 7.700 millones.

Los resultados que Ghosn anunció comprenden el año fiscal 2000, que terminó en marzo pasado, y en el que Nissan ha triplicado, además, sus beneficios consolidados por operación hasta US$ 2.300 millones.

Además de terminar con el sistema de empleo vitalicio, practicado por las grandes empresas japonesas hasta entonces, las reformas de Ghosn incluyen la abolición del sistema tradicional “keiretsu”, por el cual los fabricantes compran sólo a sus proveedores afiliados aunque sus precios no sean competitivos.

Los suministradores de componentes de Nissan han sido reducidos 30%, hasta 810 empresas, y 300 puntos de venta en todo Japón fueron clausurados.

Pese a los despidos masivos al cortar los lazos con los proveedores o mediante el desprendimiento de divisiones no relacionadas al sector automovilístico, como la espacial, Ghosn estableció un sistema de incentivos con reparto de acciones del que se benefician ya más de 700 empleados.

El ejecutivo ha puesto además énfasis en el cambio de imagen de la firma y en la apariencia de los vehículos de Nissan.

Cuando llegó a la empresa japonesa, Ghosn afirmó que los coches de Nissan eran “tigres vestidos de ovejas” y se comprometió a producir vehículos atractivos que dependieran de su diseño para atraer al consumidor y no de los incentivos de los concesionarios.

Ghosn, quien había afirmado que reflotar Nissan no era “misión imposible”, afirmó que aceptaba la crítica de que la cuota de mercado en Japón seguía baja, pero aseguró que no le interesaba mantener ventas dando incentivos a vehículos deficitarios.

Mientras las ventas mundiales crecieron 4% hasta 2,53 millones de unidades, en Japón bajaron 3,6% hasta 733.000 unidades.

Ghosn destacó el progreso de Nissan en México, donde la cuota de mercado subió hasta 20,3%, y manifestó su esperanza de que la crisis de electricidad en Brasil, que dará lugar a un racionamiento indefinido desde el próximo mes, se normalice para cuando se inicie la producción del Frontier, en 2002.

Conocido en Japón como “Mr Seven-Eleven” (7-11) por su intenso horario laboral, Ghosn parece haber devuelto la confianza de los inversores que hoy auparon de nuevo las acciones de Nissan y mantienen su precio en casi el doble de hace un año.

En el futuro Nissan seguirá con sus recortes, entrará en el sector de los minivehículos, de menos de 660 centímetros cúbicos, y se concentrará en el desarrollo de automóviles dotados de accesorios de alta tecnología y favorables al medio ambiente, dijo Ghosn.

El ex ejecutivo de la Renault señaló que la firma gala y Nissan darán nacimiento al “primer grupo binacional del mundo” cuya buena sinergia se demostrará este año con el lanzamiento en Europa de la primera plataforma conjunta con el que se iniciará la producción compartida.

(EFE).- El presidente de Nissan Motor, Carlos Ghosn, anunció hoy (jueves 17) ganancias de US$ 2.648 millones para el año fiscal 2000, en unos resultados récord a menos de dos años de ser designado por Renault para reflotar la endeudada empresa japonesa.

En una videoconferencia de prensa simultánea entre Tokio y París, el ejecutivo franco-brasileño hizo un desglose minucioso de la aplicación de su “Plan Renacimiento” y recordó que al presentarlo en octubre de 1999, fue considerado “atrevido y drástico”.

Apodado “el verdugo de los gastos” por el éxito de su reorganización de Renault, la empresa francesa le había pedido aplicar una estrategia similar para reflotar Nissan después de comprar 36,7% de su capital.

Ghosn, que ha clausurado tres plantas en Japón, inició la venta sistemática de activos y ha despedido ya a 14.200 empleados de los 21.000 programados en el ambicioso plan con el que ha reducido este año las deudas de Nissan 29% para dejarla en US$ 7.700 millones.

Los resultados que Ghosn anunció comprenden el año fiscal 2000, que terminó en marzo pasado, y en el que Nissan ha triplicado, además, sus beneficios consolidados por operación hasta US$ 2.300 millones.

Además de terminar con el sistema de empleo vitalicio, practicado por las grandes empresas japonesas hasta entonces, las reformas de Ghosn incluyen la abolición del sistema tradicional “keiretsu”, por el cual los fabricantes compran sólo a sus proveedores afiliados aunque sus precios no sean competitivos.

Los suministradores de componentes de Nissan han sido reducidos 30%, hasta 810 empresas, y 300 puntos de venta en todo Japón fueron clausurados.

Pese a los despidos masivos al cortar los lazos con los proveedores o mediante el desprendimiento de divisiones no relacionadas al sector automovilístico, como la espacial, Ghosn estableció un sistema de incentivos con reparto de acciones del que se benefician ya más de 700 empleados.

El ejecutivo ha puesto además énfasis en el cambio de imagen de la firma y en la apariencia de los vehículos de Nissan.

Cuando llegó a la empresa japonesa, Ghosn afirmó que los coches de Nissan eran “tigres vestidos de ovejas” y se comprometió a producir vehículos atractivos que dependieran de su diseño para atraer al consumidor y no de los incentivos de los concesionarios.

Ghosn, quien había afirmado que reflotar Nissan no era “misión imposible”, afirmó que aceptaba la crítica de que la cuota de mercado en Japón seguía baja, pero aseguró que no le interesaba mantener ventas dando incentivos a vehículos deficitarios.

Mientras las ventas mundiales crecieron 4% hasta 2,53 millones de unidades, en Japón bajaron 3,6% hasta 733.000 unidades.

Ghosn destacó el progreso de Nissan en México, donde la cuota de mercado subió hasta 20,3%, y manifestó su esperanza de que la crisis de electricidad en Brasil, que dará lugar a un racionamiento indefinido desde el próximo mes, se normalice para cuando se inicie la producción del Frontier, en 2002.

Conocido en Japón como “Mr Seven-Eleven” (7-11) por su intenso horario laboral, Ghosn parece haber devuelto la confianza de los inversores que hoy auparon de nuevo las acciones de Nissan y mantienen su precio en casi el doble de hace un año.

En el futuro Nissan seguirá con sus recortes, entrará en el sector de los minivehículos, de menos de 660 centímetros cúbicos, y se concentrará en el desarrollo de automóviles dotados de accesorios de alta tecnología y favorables al medio ambiente, dijo Ghosn.

El ex ejecutivo de la Renault señaló que la firma gala y Nissan darán nacimiento al “primer grupo binacional del mundo” cuya buena sinergia se demostrará este año con el lanzamiento en Europa de la primera plataforma conjunta con el que se iniciará la producción compartida.

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