Canadá: se gesta su mayor compra apalancada

En la transacción local más grande de su tipo, BCE, la principal telefónica del país, podría venderse por US$ 27.500 millones a tres fondos jubilatorios y un gigante estadounidense. Se trata de Kohlberg Kravis Roberts.

18 abril, 2007

Canada Pension Plan Investment Board, Caisse de dépot et placement du Quebec y la junta inversora de pensiones públicas (PSPIV) analizan con BCE las posibilidades de una toma. La suma en danza no corresponde al monto de la eventual oferta sino a la capitalización bursátil de la empresa.

Para no generar resquemores, KKR aclaró que será socio minoritario. Pero, al tratarse de una compra apalancada, resulta obvio el papel de un especialista como ése. En realidad, el comunicado de KKR, desde Nueva York. sinceró la situación.

Ocurre que, el 29 de marzo, BCE declaraba no prever la salida de bolsa (Toronto) ni mantener contactos con firma alguna dedicada a compras apalancadas. Por entonces, los títulos de la empresa se cotizaban por debajo de rivales como Telus. El presidente ejecutivo de BCE, Michael Sabia, no lograba atraer capital fresco con su plan de recortes laborales.

La compañía acumula cinco años de mal desempeño bursátil y, según suponen varios expertos, la presión de los accionistas –entre ellos los fondos jubilatorios- llevó a estas negociaciones. Al trascender, los títulos recobraron casi 7%, pues se habla de una prima superior a 3,3% sobre el precio del martes u 11% sobre el de lunes. Desde asumir (2002), Sabia despidió nueve mil personas y vendió participaciones en CGI (la mayor firma local de computación) y Bell Globemedia.

Canada Pension Plan Investment Board, Caisse de dépot et placement du Quebec y la junta inversora de pensiones públicas (PSPIV) analizan con BCE las posibilidades de una toma. La suma en danza no corresponde al monto de la eventual oferta sino a la capitalización bursátil de la empresa.

Para no generar resquemores, KKR aclaró que será socio minoritario. Pero, al tratarse de una compra apalancada, resulta obvio el papel de un especialista como ése. En realidad, el comunicado de KKR, desde Nueva York. sinceró la situación.

Ocurre que, el 29 de marzo, BCE declaraba no prever la salida de bolsa (Toronto) ni mantener contactos con firma alguna dedicada a compras apalancadas. Por entonces, los títulos de la empresa se cotizaban por debajo de rivales como Telus. El presidente ejecutivo de BCE, Michael Sabia, no lograba atraer capital fresco con su plan de recortes laborales.

La compañía acumula cinco años de mal desempeño bursátil y, según suponen varios expertos, la presión de los accionistas –entre ellos los fondos jubilatorios- llevó a estas negociaciones. Al trascender, los títulos recobraron casi 7%, pues se habla de una prima superior a 3,3% sobre el precio del martes u 11% sobre el de lunes. Desde asumir (2002), Sabia despidió nueve mil personas y vendió participaciones en CGI (la mayor firma local de computación) y Bell Globemedia.

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