Buscando 15% del mercado mundial, Toyota amplía estrategias

La mayor automotriz del mundo quiere llegar a 2010 con 15% del mercado global. Para eso, apunta a Brasil, Rusia, India y China. Vale decir, lo que algunos han empezado a llamar “BRIC” (ladrillo, en francés).

16 noviembre, 2006

Antes, se los conocía como mercados ”emergentes”, pero eso ya no está en boga y, en cambio, vuelven a ser plazas en desarrollo. Por supuesto, Rusia y China son ex economías centralmente planificadas, en transición a modelos mixtos, sin democracia (Beijing) o con rasgos autoritarios (Moscú) que no desvelan a banqueros, empresarios ni ejecutivos del sector privado.

Por ende, Toyota Motors se ha embarcado en grandes esfuerzos para expandir fuera de las economías centrales, abriendo plantas en Brasil, Rusia, India, China y otros lugares. La empresa planea abrir en 2008/9 tres fabricas, con capacidad total de 450.000 vehículos anuales. Curiosamente, la prensa norteamericana insiste en llamarla “segunda del mundo”, aunque este año haya dejado atrás a la ex líder, General Motors.

La compañía japonesa ha preparado un “plan maestro” –aún no difundido oficialmente- para llegar a 15% de la plaza global hacia 2010. Según un memorando interno fechado en febrero y conocido en Estados Unidos recién hace algunos días, las ventas totales de automotores, que sumaron 65 millones en 2005, aumentará a 73 millones en 2010: 12,3% en el sexenio. Por su parte, la consultoría Global Insight estima que las ventas subirán a razón de 3,2% en 2006-2010 que en 2001-2005, para alcanzar 76.200.000 unidades en 2010 y casi 80 millones en 2012.

Eso es significativo, para una industria que ha manifestado lentitud desde 1996, especialmente en América anglosajona y la Unión Europea. Por el contrario, Toyota sostiene que el grupos BRIC será decisivo para la expansión sectorial e incluirá mercados más pequeños, tipo Argentina, Méjico. Australia o Sudáfrica.

Por supuesto, parte de la nueva demanda será cubierta por competidores en esos países. Así sucede ya en China e India y el fenómeno involucra Fiat, Nissan-Renault, GM-Daewoo, Volkswagen y otras. Aquel grupo de economías en desarrollo “motorizará el crecimiento. Por tanto –señala Masaki Taketani, director de CSI Worldwide, una investigadora de mercados-, las empresas que dominen esa franja quedarán al frente en la puja automotriz”.

Naturalmente, los autos de lujo o semilujo no figuran en los planes de nadie. En general, las compañías que se abren camino en Latinoamérica, Levante y África subsahariana ofrecen modelos que no cuestan más de US$ 5.000/6.000. Estas empresas preocupan a las grandes, también lanzadas a esos mercados.

Por otra parte, invertir en los BRIC representa riesgos. Por ejemplo, Brasil suele ser visto como demandante de vehículos, pero ha atravesado varios ciclos de auge y caída en los últimos decenios. Méjico parece más estable y se mantiene lejos de picos eufóricos. Argentina, que puede superar el medio millón de unidades anuales, muestra dos problemas: es un mercado menor, con demasiada empresas, y no atina a desechar modelos caros para volver al éxito de los coches baratos, típico de los años 50 y 60.

Las futuras plantas le darán a Toyota capacidad de 500.000 unidades adicionales hacia 2009. Sin incluir las ventas de subsidiarias como Daihatsu o Hino, el programa prevé 10.400.000 vehículos en 2010, 11% más que en 2005.

Antes, se los conocía como mercados ”emergentes”, pero eso ya no está en boga y, en cambio, vuelven a ser plazas en desarrollo. Por supuesto, Rusia y China son ex economías centralmente planificadas, en transición a modelos mixtos, sin democracia (Beijing) o con rasgos autoritarios (Moscú) que no desvelan a banqueros, empresarios ni ejecutivos del sector privado.

Por ende, Toyota Motors se ha embarcado en grandes esfuerzos para expandir fuera de las economías centrales, abriendo plantas en Brasil, Rusia, India, China y otros lugares. La empresa planea abrir en 2008/9 tres fabricas, con capacidad total de 450.000 vehículos anuales. Curiosamente, la prensa norteamericana insiste en llamarla “segunda del mundo”, aunque este año haya dejado atrás a la ex líder, General Motors.

La compañía japonesa ha preparado un “plan maestro” –aún no difundido oficialmente- para llegar a 15% de la plaza global hacia 2010. Según un memorando interno fechado en febrero y conocido en Estados Unidos recién hace algunos días, las ventas totales de automotores, que sumaron 65 millones en 2005, aumentará a 73 millones en 2010: 12,3% en el sexenio. Por su parte, la consultoría Global Insight estima que las ventas subirán a razón de 3,2% en 2006-2010 que en 2001-2005, para alcanzar 76.200.000 unidades en 2010 y casi 80 millones en 2012.

Eso es significativo, para una industria que ha manifestado lentitud desde 1996, especialmente en América anglosajona y la Unión Europea. Por el contrario, Toyota sostiene que el grupos BRIC será decisivo para la expansión sectorial e incluirá mercados más pequeños, tipo Argentina, Méjico. Australia o Sudáfrica.

Por supuesto, parte de la nueva demanda será cubierta por competidores en esos países. Así sucede ya en China e India y el fenómeno involucra Fiat, Nissan-Renault, GM-Daewoo, Volkswagen y otras. Aquel grupo de economías en desarrollo “motorizará el crecimiento. Por tanto –señala Masaki Taketani, director de CSI Worldwide, una investigadora de mercados-, las empresas que dominen esa franja quedarán al frente en la puja automotriz”.

Naturalmente, los autos de lujo o semilujo no figuran en los planes de nadie. En general, las compañías que se abren camino en Latinoamérica, Levante y África subsahariana ofrecen modelos que no cuestan más de US$ 5.000/6.000. Estas empresas preocupan a las grandes, también lanzadas a esos mercados.

Por otra parte, invertir en los BRIC representa riesgos. Por ejemplo, Brasil suele ser visto como demandante de vehículos, pero ha atravesado varios ciclos de auge y caída en los últimos decenios. Méjico parece más estable y se mantiene lejos de picos eufóricos. Argentina, que puede superar el medio millón de unidades anuales, muestra dos problemas: es un mercado menor, con demasiada empresas, y no atina a desechar modelos caros para volver al éxito de los coches baratos, típico de los años 50 y 60.

Las futuras plantas le darán a Toyota capacidad de 500.000 unidades adicionales hacia 2009. Sin incluir las ventas de subsidiarias como Daihatsu o Hino, el programa prevé 10.400.000 vehículos en 2010, 11% más que en 2005.

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