Brasil no cree que Volkswagen se vaya

El Gobierno atribuyó esa posibilidad a errores informativos. Asegura que la crisis energética por la que se siente perjudicada la automotriz no será permanente.

25 abril, 2001

(EFE).- El gobierno de Brasil atribuyó hoy (miércoles 25) a una “insuficiencia de información” la posibilidad de que la empresa Volkswagen deje el país por posibles desabastecimientos de energía eléctrica, como comentaron fuentes de esa empresa.

“No creemos que esta crisis energética sea permanente y por eso estimamos que la afirmación del presidente de la Volkswagen (Herbert Demel) fue fruto de insuficiencia de información”, manifestó el ministro jefe de la Casa Civil de la Presidencia, Pedro Parente.

El presidente de la multinacional automovilística dijo ayer en un seminario que “en una situación extrema, podemos dejar de producir aquí e ir a otro país que tenga mejor infraestructura”, según las versiones publicadas por la prensa local.

Volkswagen produce en su fábrica de Sao José dos Pinhais, en el sureño estado de Paraná, las unidades Golf y Audi A3, que están entre los automóviles más vendidos en Brasil, y tiene más de 30 años instalada en el país.

El ministro aseguró que el Gobierno “está adoptando todas las medidas necesarias para garantizar el suministro de energía eléctrica” y “atender la demanda industrial y de las familias brasileñas”.

Parente explicó que el Gobierno tiene en marcha un proceso de construcción de centrales termoeléctricas y una campaña nacional para evitar el desperdicio de energía.

El problema radica, agregó, en que más de 90% de la energía brasileña proviene de centrales hidroeléctricas, que por falta de lluvia se encuentran actualmente con sus embalses por debajo de las cotas normales.

El presidente de Volkswagen, igual que otros industriales, sostuvo que la generación de energía eléctrica “no es un asunto de responsabilidad de la industria”, y rechazó de plano que esa empresa pueda acoger sugerencias oficiales en el sentido de la empresa privada cree sus propias fuentes generadoras de energía.

“No se puede responsabilizar a la industria por lo que el país no consigue hacer”, manifestó Demel, según la prensa local.

La multinacional de origen alemán tiene cinco fábricas en Brasil dedicadas a la producción de automóviles, vehículos comerciales ligeros, motores, camiones y autobuses, y emplea a cerca de 29.000 trabajadores.

(EFE).- El gobierno de Brasil atribuyó hoy (miércoles 25) a una “insuficiencia de información” la posibilidad de que la empresa Volkswagen deje el país por posibles desabastecimientos de energía eléctrica, como comentaron fuentes de esa empresa.

“No creemos que esta crisis energética sea permanente y por eso estimamos que la afirmación del presidente de la Volkswagen (Herbert Demel) fue fruto de insuficiencia de información”, manifestó el ministro jefe de la Casa Civil de la Presidencia, Pedro Parente.

El presidente de la multinacional automovilística dijo ayer en un seminario que “en una situación extrema, podemos dejar de producir aquí e ir a otro país que tenga mejor infraestructura”, según las versiones publicadas por la prensa local.

Volkswagen produce en su fábrica de Sao José dos Pinhais, en el sureño estado de Paraná, las unidades Golf y Audi A3, que están entre los automóviles más vendidos en Brasil, y tiene más de 30 años instalada en el país.

El ministro aseguró que el Gobierno “está adoptando todas las medidas necesarias para garantizar el suministro de energía eléctrica” y “atender la demanda industrial y de las familias brasileñas”.

Parente explicó que el Gobierno tiene en marcha un proceso de construcción de centrales termoeléctricas y una campaña nacional para evitar el desperdicio de energía.

El problema radica, agregó, en que más de 90% de la energía brasileña proviene de centrales hidroeléctricas, que por falta de lluvia se encuentran actualmente con sus embalses por debajo de las cotas normales.

El presidente de Volkswagen, igual que otros industriales, sostuvo que la generación de energía eléctrica “no es un asunto de responsabilidad de la industria”, y rechazó de plano que esa empresa pueda acoger sugerencias oficiales en el sentido de la empresa privada cree sus propias fuentes generadoras de energía.

“No se puede responsabilizar a la industria por lo que el país no consigue hacer”, manifestó Demel, según la prensa local.

La multinacional de origen alemán tiene cinco fábricas en Brasil dedicadas a la producción de automóviles, vehículos comerciales ligeros, motores, camiones y autobuses, y emplea a cerca de 29.000 trabajadores.

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