Brasil: intiman a Repsol YPF por una deuda

El estado brasileño le reclama un total de US$ 60 millones a la petrolera hispano argentina y a una compañía local en concepto de un excedente subsidiario concedido a lo largo de los últimos tres años.

8 febrero, 2001

(EFE).- Las dos refinerías privadas que operan en Brasil, una local y otra controlada por el grupo Repsol-YPF, tendrán que devolver al Estado unos US$ 60 millones que recibieron en subsidios en los últimos tres años, informa hoy (jueves 08) la prensa local.

La decisión fue anunciada el miércoles por el presidente de la Agencia Nacional de Petróleo (ANP, órgano regulador), David Zylbersztajn, quien explicó que los 120 millones de reales (US$ 60 millones) corresponden a un excedente en los subsidios que el gobierno concedió a las dos refinerías.

En un edicto publicado hoy en el Diario Oficial de la Unión, la ANP notifica que cobrará dicha diferencia a las refinerías y define reglas para los subsidios que concederá a estas plantas hasta 2002.

El gobierno brasileño subsidia las refinerías para compensar la diferencia entre los precios externos y locales del petróleo.

Sin embargo, ante el repunte del valor del crudo en el mercado internacional el año pasado ambas refinerías terminaron recibiendo una ayuda mayor a la acordada.

Las dos refinerías afectadas son la de Manguinhos, ubicada en Río de Janeiro, de Repsol-YPF y el grupo brasileño Peixoto de Castro, y la Ipiranga ubicada en el estado de Río Grande do Sul, de propiedad del Grupo Ipiranga.

Las dos plantas, cuya producción es limitada por ley, fueron las dos únicas de capital privado que funcionaron, excepcionalmente, durante las cinco décadas en que la estatal Petróleo Brasileiro (Petrobras) tuvo el monopolio sobre todo el sector de hidrocarburos en el país.

Ambas continúan siendo las únicas refinerías privadas del país pese a que Petrobras ya perdió el monopolio y la desregulación del sector les permitirá aumentar significativamente su producción.

Según Zylbersztajn, ante la desregulación del sector petrolero y la prevista aparición de nuevas refinerías privadas en el país, el Gobierno reducirá los subsidios gradualmente hasta agosto de 2002, cuando serán eliminados.

(EFE).- Las dos refinerías privadas que operan en Brasil, una local y otra controlada por el grupo Repsol-YPF, tendrán que devolver al Estado unos US$ 60 millones que recibieron en subsidios en los últimos tres años, informa hoy (jueves 08) la prensa local.

La decisión fue anunciada el miércoles por el presidente de la Agencia Nacional de Petróleo (ANP, órgano regulador), David Zylbersztajn, quien explicó que los 120 millones de reales (US$ 60 millones) corresponden a un excedente en los subsidios que el gobierno concedió a las dos refinerías.

En un edicto publicado hoy en el Diario Oficial de la Unión, la ANP notifica que cobrará dicha diferencia a las refinerías y define reglas para los subsidios que concederá a estas plantas hasta 2002.

El gobierno brasileño subsidia las refinerías para compensar la diferencia entre los precios externos y locales del petróleo.

Sin embargo, ante el repunte del valor del crudo en el mercado internacional el año pasado ambas refinerías terminaron recibiendo una ayuda mayor a la acordada.

Las dos refinerías afectadas son la de Manguinhos, ubicada en Río de Janeiro, de Repsol-YPF y el grupo brasileño Peixoto de Castro, y la Ipiranga ubicada en el estado de Río Grande do Sul, de propiedad del Grupo Ipiranga.

Las dos plantas, cuya producción es limitada por ley, fueron las dos únicas de capital privado que funcionaron, excepcionalmente, durante las cinco décadas en que la estatal Petróleo Brasileiro (Petrobras) tuvo el monopolio sobre todo el sector de hidrocarburos en el país.

Ambas continúan siendo las únicas refinerías privadas del país pese a que Petrobras ya perdió el monopolio y la desregulación del sector les permitirá aumentar significativamente su producción.

Según Zylbersztajn, ante la desregulación del sector petrolero y la prevista aparición de nuevas refinerías privadas en el país, el Gobierno reducirá los subsidios gradualmente hasta agosto de 2002, cuando serán eliminados.

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