Boeing perdió un contrato por US$ 23.000 millones

En otro golpe severo, la norteamericana Boeing perdió un contrato por US$ 23.000 millones, a manos de EADS, un consorcio francoalemán. Se trataba de aviones abastecedores de combustible para el gobierno británico.

31 enero, 2004

Tras una preadjudicación efectuada el lunes, la semana entrante se suscribirán los documentos de la operación en Londres. Esto implica otra derrota de la firma norteamericana, pues el aliado principal de Estados Unidos en Irak no vaciló en otorgar semejante contrato a una empresa que representa a los dos mayores críticos de la invasión (Alemania, Francia).

No es la primera vez que Boeing pierde ante europeos. Desde hace algún tiempo, un producto de EADS, Airbus, viene sacándole negocios en materia de aviación comercial. Pero, en el caso británico, se trata de un sector que el equipo McDonnell Douglas –que dominaba las decisiones de Boeing tras una fusión mal manejada- había convertido en clave de ventas y ganancias.

En esencia, la Fuerza Aérea Real ofrecía un contrato a 27 años para ir reemplazando aviones tanque y la primera partida se compone de veinte naves. El revés ante EADS significa que el CEO de Boeing, Harry Stonecipher, empieza con el pie izquierdo. Mientras tanto, el gigantesco contrato con la Fuerza Aérea estadounidense (cien aviones 767 adaptados como tanques) sigue suspendido, en tanto se investigan lazos poco éticos entre el “lobby” de Boeing y ex funcionarios del Pentágono.

También el contrato británico entraña adaptar aviones comerciales al uso como abastecedores de combustible en vuelo. En este caso, 80% se compone de A330. El resto, de unidades provistas por el grupo inglés AirTanker. Motores e ingeniería serán compartidos entre la francesa Thales –con problemas en Argentina- y Rolls-Royce.

Tras una preadjudicación efectuada el lunes, la semana entrante se suscribirán los documentos de la operación en Londres. Esto implica otra derrota de la firma norteamericana, pues el aliado principal de Estados Unidos en Irak no vaciló en otorgar semejante contrato a una empresa que representa a los dos mayores críticos de la invasión (Alemania, Francia).

No es la primera vez que Boeing pierde ante europeos. Desde hace algún tiempo, un producto de EADS, Airbus, viene sacándole negocios en materia de aviación comercial. Pero, en el caso británico, se trata de un sector que el equipo McDonnell Douglas –que dominaba las decisiones de Boeing tras una fusión mal manejada- había convertido en clave de ventas y ganancias.

En esencia, la Fuerza Aérea Real ofrecía un contrato a 27 años para ir reemplazando aviones tanque y la primera partida se compone de veinte naves. El revés ante EADS significa que el CEO de Boeing, Harry Stonecipher, empieza con el pie izquierdo. Mientras tanto, el gigantesco contrato con la Fuerza Aérea estadounidense (cien aviones 767 adaptados como tanques) sigue suspendido, en tanto se investigan lazos poco éticos entre el “lobby” de Boeing y ex funcionarios del Pentágono.

También el contrato británico entraña adaptar aviones comerciales al uso como abastecedores de combustible en vuelo. En este caso, 80% se compone de A330. El resto, de unidades provistas por el grupo inglés AirTanker. Motores e ingeniería serán compartidos entre la francesa Thales –con problemas en Argentina- y Rolls-Royce.

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