BMW se desprenderá de Rover

Las ventas de la marca inglesa descendieron 25% el año pasado, lo que absorbió la mitad de los beneficios de la alemana.

15 marzo, 2000

El fabricante alemán de automóviles BMW se desprenderá de su filial británica Rover por sus elevadas pérdidas y piensa anunciarlo oficialmente el jueves, informó en su edición del miércoles el periódico Süddeutsche Zeitung.

BMW venderá a una empresa no perteneciente al sector del automóvil la marca británica Rover, pero mantendrá en su poder los modelos Land Rover y Mini. Según el diario, el presidente de la compañía, Joachim Milberg, se ve obligado a tomar esta radical medida, que supondrá posiblemente el cierre de la planta de Longbridge, debido a las pérdidas de al menos 1.282 millones de euros (alrededor de US$ 1.239 millones) en 1999.

Con esta operación, BMW concluirá la separación definitiva de Rover, que adquirió en 1994 para ampliar su abanico de modelos, pero que, en realidad, implicó una sangría financiera para la casa matriz calculada en unos 2.720 millones de euros (US$ 2.632 millones). En 1999, las ventas de Rover descendieron 25% y la participación de mercado de vehículos de esta marca en Gran Bretaña bajó drásticamente, mientras las versiones de Land Rover y Mini seguían gozando de una alta demanda.

La dirección de BMW atribuye buena parte de las pérdidas de Rover, que costaron el pasado año el puesto a su presidente de la casa matriz, Bernd Pitschetsrieder, a la cotización de la libra esterlina. La compra de Rover provocó fuertes debates internos en BMW, que en 1999 tuvo que cubrir las pérdidas de la marca británica con la mitad de sus beneficios. El periódico Süddeutsche Zeitung indica que BMW, en la sesión ordinaria del consejo de supervisión del jueves, dará a conocer también los resultados definitivos del ejercicio pasado, mientras el departamento de finanzas aún trabaja para establecer la cuantía exacta de las pérdidas de Rover.

El fabricante alemán de automóviles BMW se desprenderá de su filial británica Rover por sus elevadas pérdidas y piensa anunciarlo oficialmente el jueves, informó en su edición del miércoles el periódico Süddeutsche Zeitung.

BMW venderá a una empresa no perteneciente al sector del automóvil la marca británica Rover, pero mantendrá en su poder los modelos Land Rover y Mini. Según el diario, el presidente de la compañía, Joachim Milberg, se ve obligado a tomar esta radical medida, que supondrá posiblemente el cierre de la planta de Longbridge, debido a las pérdidas de al menos 1.282 millones de euros (alrededor de US$ 1.239 millones) en 1999.

Con esta operación, BMW concluirá la separación definitiva de Rover, que adquirió en 1994 para ampliar su abanico de modelos, pero que, en realidad, implicó una sangría financiera para la casa matriz calculada en unos 2.720 millones de euros (US$ 2.632 millones). En 1999, las ventas de Rover descendieron 25% y la participación de mercado de vehículos de esta marca en Gran Bretaña bajó drásticamente, mientras las versiones de Land Rover y Mini seguían gozando de una alta demanda.

La dirección de BMW atribuye buena parte de las pérdidas de Rover, que costaron el pasado año el puesto a su presidente de la casa matriz, Bernd Pitschetsrieder, a la cotización de la libra esterlina. La compra de Rover provocó fuertes debates internos en BMW, que en 1999 tuvo que cubrir las pérdidas de la marca británica con la mitad de sus beneficios. El periódico Süddeutsche Zeitung indica que BMW, en la sesión ordinaria del consejo de supervisión del jueves, dará a conocer también los resultados definitivos del ejercicio pasado, mientras el departamento de finanzas aún trabaja para establecer la cuantía exacta de las pérdidas de Rover.

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