BBVA desiste de BNL, ABN Amro va los tribunales
En duros términos, Banco Bilbao Vizcaya Argentaria desecha a Banca Nazionale del Lavoro. A su vez, los holandeses inician una ofensiva judicial que puede poner en más apuros a Banca Popolare Italiana, ex Lodi.
Madrid fue terminante. Francisco González, presidente de BBVA, lamentó que, “como consecuencia de la actuación de Unipol y sus aliados, los accioinstas de BNL no tengan ya acceso a la única oferta económicamente beneficiosa. La competidora está sujeta a la obtención de autorizaciones y garantías (que BBVA ya tenía). Es posible que nunca llegue a materializarse”. Similar postura adoptó ABN Amro: sólo que, en su caso, presenta batalla judicial.
Poco antes de vender el plazo y con apenas 2,9% del paquete BNL en su poder (más la participación que ya tenía, 14,75%), BBVA resolviò retirar la oferta pública accionarias (OPA), harta de las turbias maniobras de Unipol –en contubernio de Antonio Fazio, presidente de Banca d’Italia, o sea el central- para obtener casi 47% del paquete BNL.
Los españoles también venderán la porción que controlaban y desecharán todo nexo con BNL. Probalemente, lo mismo harán sus aliados, Assicurazioni Generali y Diego della Valle. Éste no trepidó, el domingo, en comparar a Fazio con Silvio Berlusconi, en cuanto a falta de escrúpulos. Entretanto, en Brusela, Charles McCreevy –comisionado de Finanzas- pedía todos los antecedentes del asunto.
El problema de Banca Antoniana Popolare Veneta (AntonVenata) es mucho más complicado. Mientras la Commissione nazionale per società e borse (Consob) detectaba otro contubernio de Giampiero Fiorina (BPI, ex BPL), con la bendición de Fazio, ABN Amro iniciaba la batalla en los tribunales. En el plano político, el gobierno holandés cuestionaba al gobierno italiano por permitir ese tipo de maniobras.
Citado por el senado, Fazio exhbía actitudes triunfalistas. “Ganó el banco central, perdió Italia misma”, sostenía el sábado el “Frankfurter Allegemeine”. El “Financial times” y el “Neues Zürcher Zeitung” optaban por la ironía. “Las batallasa en torno de bancos italianoa se caracterizan por una peligrosa retórica nacionalista, con resabios de la Carta del Lavoro”, comentaba el “Daily Telegraph” aludiendo a los neofascistas que integran la coalición de Berlusconi.
“Agarren la plata y escapen”. Así definía la actitud de quienes frustraron las OPA de BBVA y ABN nadie menos que Luca Cordero Montezemolo, presidente de Fiat y de Confindustria, la UIA italiana. La polìtica de lo holandeses es clara: esperar a ver qué ocurre con la maraña de sumarios y procesos contra Fiorani y sus amigos en Roma y Milán. Luego, lanzar su propia ofensiva judicial, con el apoyo de Amsterdam y Bruselas. No cabe dudas de que ABN quiere que todo esto redunde en costos políticos; entre ellos, la caída de Fazio como jefe del banco central.
De ahí que Nellie Kroes (comisionada de Competencia, holandesa) esté conversando con diputados del Parlamento europeo. Se trata de un ámbito hostil a Berlusconi y sus coalición, que sigue manejando la legislatura pese a haber sufrido espectaculares derrotas electorales este mismo año.
Madrid fue terminante. Francisco González, presidente de BBVA, lamentó que, “como consecuencia de la actuación de Unipol y sus aliados, los accioinstas de BNL no tengan ya acceso a la única oferta económicamente beneficiosa. La competidora está sujeta a la obtención de autorizaciones y garantías (que BBVA ya tenía). Es posible que nunca llegue a materializarse”. Similar postura adoptó ABN Amro: sólo que, en su caso, presenta batalla judicial.
Poco antes de vender el plazo y con apenas 2,9% del paquete BNL en su poder (más la participación que ya tenía, 14,75%), BBVA resolviò retirar la oferta pública accionarias (OPA), harta de las turbias maniobras de Unipol –en contubernio de Antonio Fazio, presidente de Banca d’Italia, o sea el central- para obtener casi 47% del paquete BNL.
Los españoles también venderán la porción que controlaban y desecharán todo nexo con BNL. Probalemente, lo mismo harán sus aliados, Assicurazioni Generali y Diego della Valle. Éste no trepidó, el domingo, en comparar a Fazio con Silvio Berlusconi, en cuanto a falta de escrúpulos. Entretanto, en Brusela, Charles McCreevy –comisionado de Finanzas- pedía todos los antecedentes del asunto.
El problema de Banca Antoniana Popolare Veneta (AntonVenata) es mucho más complicado. Mientras la Commissione nazionale per società e borse (Consob) detectaba otro contubernio de Giampiero Fiorina (BPI, ex BPL), con la bendición de Fazio, ABN Amro iniciaba la batalla en los tribunales. En el plano político, el gobierno holandés cuestionaba al gobierno italiano por permitir ese tipo de maniobras.
Citado por el senado, Fazio exhbía actitudes triunfalistas. “Ganó el banco central, perdió Italia misma”, sostenía el sábado el “Frankfurter Allegemeine”. El “Financial times” y el “Neues Zürcher Zeitung” optaban por la ironía. “Las batallasa en torno de bancos italianoa se caracterizan por una peligrosa retórica nacionalista, con resabios de la Carta del Lavoro”, comentaba el “Daily Telegraph” aludiendo a los neofascistas que integran la coalición de Berlusconi.
“Agarren la plata y escapen”. Así definía la actitud de quienes frustraron las OPA de BBVA y ABN nadie menos que Luca Cordero Montezemolo, presidente de Fiat y de Confindustria, la UIA italiana. La polìtica de lo holandeses es clara: esperar a ver qué ocurre con la maraña de sumarios y procesos contra Fiorani y sus amigos en Roma y Milán. Luego, lanzar su propia ofensiva judicial, con el apoyo de Amsterdam y Bruselas. No cabe dudas de que ABN quiere que todo esto redunde en costos políticos; entre ellos, la caída de Fazio como jefe del banco central.
De ahí que Nellie Kroes (comisionada de Competencia, holandesa) esté conversando con diputados del Parlamento europeo. Se trata de un ámbito hostil a Berlusconi y sus coalición, que sigue manejando la legislatura pese a haber sufrido espectaculares derrotas electorales este mismo año.
