¿Ante una nueva ola de fusiones y adquisiciones casi forzosas?

Al cabo de un bajón que duró casi tres años, los fabricantes de equipos para comunicaciones afrontan un problema imprevisto. En efecto, la súbita ola de F&A entre sus clientes, las telcos, puede obligarlos a hacer lo mismo. Sí o sí.

11 febrero, 2005

En pocos meses, varias compañías norteamericanas de telecomunicaciones han vuelto a las F&A como forma de mejorar ingresos y recobrar utilidades, en un mercado todavía difícil. El caso más reciente, SBC Communications desembolsando US$ 16.000 millones por AT&T, pone de manifiesto una especie de “extorsión de mercado” sobre los proveedores de equipos para ese negocio.

En efecto, ante la consolidación de sus compradores naturales, que sin duda aumentará el poder de su demanda sobre la oferta de equipos, la única salida a mano sería fusionarse entre sí para negociar desde mejores posiciones. Esta incipiente tendencia se centra en firmas que recién están saliendo de sus propios problemas y podrían ser objeto de compra, hostil o no. Por ejemplo, la estadounidense Lucent Technologies –cuna de Carleton Fiorina, donde no dejó buen recuerdo-, la canadiense Nortel Networks y la británica Marconi.

Por de ponto, días atrás las acciones de Lucent subieron hasta 3%, sólo por versiones –fogoneados por determinados gurúes- sobre posible venta a Motorola. Ciertas firmas de equipamiento podrían ser compradoras de colegas, política que Nortel ya tiene en marcha (y admite públicamente).

Otra interesada en salir de compras es la francesa Alcatel, cuyo proyecto de absorber Lucent capotó a última hora en otra fase del mercado (mayo de 2001). Eso sucedió, en buena medida, porque no hubiese sido fusión, sino copamiento liso y llano. Consultada ahora, la empresa donde participa el estado francés no quiso formular comentarios (se sabe la obsesión de París por el secreto).

También se habla de Cisco Systems y Juniper Networks como potenciales compradoras de Lucent u otra compañía similar. Ambas tienen mucho interés en reforzar sus negocios mediante adquisiciones y están bien situadas ante el giro de las telcos hacia equipos basados en protocolos de Internet. Pero no tienen buena posición en el segmento inalámbrico, por lo cual precisan socios o activos en esta gama.

La ola de F&A tiene lugar, aparte, en un mercado ya achicado por la imprudente expansión de los 90. Comparando con 1999-2000, el punto máximo de ese auge, el gasto norteamericano en equipos de comunicaciones se ha reducido a la mitad, según un informe de Lehman Brothers. Al cabo de años recortando inversiones, el gasto de las telcos en 2004 recobró 5% y se prevé 4% este año.

Es un ritmo decepcionante. Si los clientes de la industria lo mantienen así, algunos proveedores no llegarán a 2006 indemnes. La ola de F&A en telecomunicaciones, entonces, aumenta presiones para que se genere una paralela entre fabricantes de equipos.

En pocos meses, varias compañías norteamericanas de telecomunicaciones han vuelto a las F&A como forma de mejorar ingresos y recobrar utilidades, en un mercado todavía difícil. El caso más reciente, SBC Communications desembolsando US$ 16.000 millones por AT&T, pone de manifiesto una especie de “extorsión de mercado” sobre los proveedores de equipos para ese negocio.

En efecto, ante la consolidación de sus compradores naturales, que sin duda aumentará el poder de su demanda sobre la oferta de equipos, la única salida a mano sería fusionarse entre sí para negociar desde mejores posiciones. Esta incipiente tendencia se centra en firmas que recién están saliendo de sus propios problemas y podrían ser objeto de compra, hostil o no. Por ejemplo, la estadounidense Lucent Technologies –cuna de Carleton Fiorina, donde no dejó buen recuerdo-, la canadiense Nortel Networks y la británica Marconi.

Por de ponto, días atrás las acciones de Lucent subieron hasta 3%, sólo por versiones –fogoneados por determinados gurúes- sobre posible venta a Motorola. Ciertas firmas de equipamiento podrían ser compradoras de colegas, política que Nortel ya tiene en marcha (y admite públicamente).

Otra interesada en salir de compras es la francesa Alcatel, cuyo proyecto de absorber Lucent capotó a última hora en otra fase del mercado (mayo de 2001). Eso sucedió, en buena medida, porque no hubiese sido fusión, sino copamiento liso y llano. Consultada ahora, la empresa donde participa el estado francés no quiso formular comentarios (se sabe la obsesión de París por el secreto).

También se habla de Cisco Systems y Juniper Networks como potenciales compradoras de Lucent u otra compañía similar. Ambas tienen mucho interés en reforzar sus negocios mediante adquisiciones y están bien situadas ante el giro de las telcos hacia equipos basados en protocolos de Internet. Pero no tienen buena posición en el segmento inalámbrico, por lo cual precisan socios o activos en esta gama.

La ola de F&A tiene lugar, aparte, en un mercado ya achicado por la imprudente expansión de los 90. Comparando con 1999-2000, el punto máximo de ese auge, el gasto norteamericano en equipos de comunicaciones se ha reducido a la mitad, según un informe de Lehman Brothers. Al cabo de años recortando inversiones, el gasto de las telcos en 2004 recobró 5% y se prevé 4% este año.

Es un ritmo decepcionante. Si los clientes de la industria lo mantienen así, algunos proveedores no llegarán a 2006 indemnes. La ola de F&A en telecomunicaciones, entonces, aumenta presiones para que se genere una paralela entre fabricantes de equipos.

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