Alitalia al borde del abismo, mientras nace AirFrance-KLM

A horas de una decisión definitiva, con sólo € 200 millones en caja, Alitalia tiene vuelos suspendidos, aeropuertos bloqueados y está borde de la liquidación. Silvio Berlusconi presionado, mientras Air France y KLM cristalizan la fusión.

5 mayo, 2004

Funcionarios, sindicalistas y ejecutivos coinciden en que la situación de la aerolínea de bandera es desesperante. Hasta la noche del martes, no se vislumbraban salida, mientras el viceprimer ministro Gianfranco Fini exigía un “urgente acuerdo mínimo entre la compañía y los gremios”. Hoy, miércoles, será otra jornada de “reuniones técnicas y contables”.

Hay plazo hasta el jueves para allanar posiciones. Ese día, la empresa debiera aprobar su plan operativo, algo que –por ahora- parece una quimera. No sólo por la nueva crisis, sino porque el problema Alitalia viene arrastrándose desde hace años. A fines de 2003, por ejemplo, Francesco Mengozzi (entonces administrador delegado) lanzó un salvataje que preveía hasta cinco mil despidos y la escisión de sectores.

Mengozzi fracasó y lo sucedió Marco Zanichelli. Su plan –también frustrado- reducía el máximo de prescindencias a 1.100; pero, por otra parte, transfería 2.100 personas vía tercerizaciones. Mientras tanto, se pinchaban una a una las alianzas factibles; en particular, la que iba a sumar la firma italiana al dúo KLM-Air France. Este fin de semana, en efecto, venció el plazo de la oferta pública para canje de acciones, en tanto se confirmaba que las pérdidas de Alitalia sumaban € 510 millones.

Según analistas de Milán, Amsterdam y París, hoy la aerolínea está a un paso de la liquidación lisa y llana (formalmente, es la hipótesis extrema). Si las cosas quedan en manos de la justicia, empero, es factible que ésta resuelva intervenir la compañía, lo cual movilizaría a la Comisión Europea.

Por su parte, Air France y la holandesa KLM hicieron efectiva su propia fusión vía un canje accionarios por € 1.000 millones. LA nueva aerolínea –se llamará AirFrance-KLM- será la mayor del mundo en facturación y la tercera en pasajes transportados.

La operación se cerró al aceptar el canje 89,2% de los accionistas de KLM. En el extremo, esto significa que Air France se ha privatizados parcialmente: el estado francés para de controla 54,% del paquete a retener 44,7%. De todos modos, preserva un incómoda hegemonía, que recién de licuará cuando París cumpla con la promesa de limitar a 20% su parte en el paquete unido.

Jean-Curil Spinetta, un corso que preside Air France, aseguró que el proceso habrá terminado a fin de año. Ahora, nadie sabe a ciencia cierta qué ocurrirá con Alitalia. Si no la liquidan, quizá deba replantear su frustrada asociación con AirFrance-KLM.

Funcionarios, sindicalistas y ejecutivos coinciden en que la situación de la aerolínea de bandera es desesperante. Hasta la noche del martes, no se vislumbraban salida, mientras el viceprimer ministro Gianfranco Fini exigía un “urgente acuerdo mínimo entre la compañía y los gremios”. Hoy, miércoles, será otra jornada de “reuniones técnicas y contables”.

Hay plazo hasta el jueves para allanar posiciones. Ese día, la empresa debiera aprobar su plan operativo, algo que –por ahora- parece una quimera. No sólo por la nueva crisis, sino porque el problema Alitalia viene arrastrándose desde hace años. A fines de 2003, por ejemplo, Francesco Mengozzi (entonces administrador delegado) lanzó un salvataje que preveía hasta cinco mil despidos y la escisión de sectores.

Mengozzi fracasó y lo sucedió Marco Zanichelli. Su plan –también frustrado- reducía el máximo de prescindencias a 1.100; pero, por otra parte, transfería 2.100 personas vía tercerizaciones. Mientras tanto, se pinchaban una a una las alianzas factibles; en particular, la que iba a sumar la firma italiana al dúo KLM-Air France. Este fin de semana, en efecto, venció el plazo de la oferta pública para canje de acciones, en tanto se confirmaba que las pérdidas de Alitalia sumaban € 510 millones.

Según analistas de Milán, Amsterdam y París, hoy la aerolínea está a un paso de la liquidación lisa y llana (formalmente, es la hipótesis extrema). Si las cosas quedan en manos de la justicia, empero, es factible que ésta resuelva intervenir la compañía, lo cual movilizaría a la Comisión Europea.

Por su parte, Air France y la holandesa KLM hicieron efectiva su propia fusión vía un canje accionarios por € 1.000 millones. LA nueva aerolínea –se llamará AirFrance-KLM- será la mayor del mundo en facturación y la tercera en pasajes transportados.

La operación se cerró al aceptar el canje 89,2% de los accionistas de KLM. En el extremo, esto significa que Air France se ha privatizados parcialmente: el estado francés para de controla 54,% del paquete a retener 44,7%. De todos modos, preserva un incómoda hegemonía, que recién de licuará cuando París cumpla con la promesa de limitar a 20% su parte en el paquete unido.

Jean-Curil Spinetta, un corso que preside Air France, aseguró que el proceso habrá terminado a fin de año. Ahora, nadie sabe a ciencia cierta qué ocurrirá con Alitalia. Si no la liquidan, quizá deba replantear su frustrada asociación con AirFrance-KLM.

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