<p>La decisión tomada por el gobierno de Cristina Fernández el 16 de abril de expropiar YPF, abrió el debate entre las provincias no petroleras acerca de la participación accionaria de las mismas en la empresa.</p><p>El artículo 8 del proyecto de ley de expropiación de YPF plantea que el 51% de las acciones sujetas a expropiación quedarán en manos del Estado Nacional y que el 49% restante se distribuirá entre las provincias integrantes de la Organización Federal de Estados Productores de Hidrocarburos. En tanto que advierte que la reglamentación “deberá contemplar las condiciones de la sesión asegurando que la distribución de acciones entre las provincias que acepten su transferencia se realice en forma equitativa, teniendo en cuenta para tal fin los niveles de producción de hidrocarburos y de reservas comprobadas de cada uno de ellas.”</p><p>En este sentido, no tardaron en llegar los cuestionamientos. Santa Fe fue una de las primeras en salir a plantear su disconformidad, teniendo en cuenta lo que las provincias sojeras ceden mediante el Fondo Solidario de la Soja (FSS). Hoy la distribución del 30% de las retenciones a la soja entre las provincias se realiza en base a los coeficientes establecidos por ley de coparticipación. Si, en cambio, este reparto se hiciera en base a la producción de las provincias y teniendo en cuenta los guarismos de 2011, a Santa Fe le corresponderían unos $1.445 millones .No obstante, obtuvo unos $ 626 millones, un 57% menos que por el criterio productivo. Córdoba y Buenos Aires serían las otras 2 provincias que más estarían cediendo fondos. La primera por unos $1.195 millones, en tanto que la segunda por otros $755 millones.</p><p>En el corto plazo la discusión por las acciones de la nueva YPF, en realidad tiene más que nada tintes políticos, ya que el Gobierno Nacional dio a entender que las utilidades venideras, en caso que hubiese, serían reinvertidas. Con lo cual la demanda de las provincias como Santa Fe pareciera residir, en una primera instancia, en una cuestión política y no tanto de caja. Hoy el reclamo pasa por no quedar afuera de la empresa más grande del país, con lo que ello significa.</p><p>Por otra parte, tomando como base las ganancias de YPF en el año 2011, las cuales rondaron los $5.395 millones, la caja en discusión sería de $1350 millones, correspondiente al 25% de las acciones. En cambio el monto a repartir por el FSS es mucho mayor, ya que llegó a los $7249, de acuerdo con los datos del último año. Por ello, para entender por qué provincias como Santa Fe o Buenos Aires buscan formar parte del proyecto de YPF, también hay que hacer foco sobre los números de las provincias. Debido a la ajustada situación de las cuentas fiscales, cualquier ingreso de fondos es bienvenido.</p><p> </p><p> </p>
<p>En este sentido es interesante analizar los distintos escenarios que plantea la aprobación de la ley sobre la expropiación de YPF tal y como ha sido enviada al congreso, ya que a futuro es de esperar se tome la decisión de distribuir utilidades y allí sí se abrirán las puertas para el debate sobre quién se llevará el pedazo de torta más grande.</p>
<p>En un primer escenario, en el cual se distribuyan las utilidades de la petrolera según el proyecto enviado al Congreso (es decir entre las provincias petroleras), la gran ganadora sería Chubut, seguida por Santa Cruz y Neuquén. Chubut, que en 2011 fue beneficiada con $111 millones por el Fondo Solidario de la Soja, pasaría a embolsar $592 millones (481 millones más), mientras que Neuquén y Santa Cruz verían incrementados sus ingresos en $284 y $282 millones, respectivamente.</p>
<p>En un segundo escenario, en el cual se repartieran las utilidades de YPF siguiendo los porcentajes de la coparticipación, tal como ocurre con el fondo sojero, las provincias sojeras de Buenos Aires, Córdoba y Santa Fe no alterarían en mucho su situación. Bs.As ganarían $300 millones, mientras que Córdoba y Santa Fe unos $ 200 millones. De todos modos estos fondos, como mencionábamos anteriormente, no dejan de ser una entrada para las arcas de las provincias. Ante este segundo escenario planteado, las provincias petroleras verían reducir fuertemente su participación, ya que Chubut perdería $460 millones, relegando 19 posiciones en el ranking de beneficiarias con ambos ingresos, mientras que Neuquén y Santa Cruz resignarían poco más de $250 millones y pasarían de la posición 6º y 7º a la 21º y 22º.</p>
<p>Lo que queda claro es que nadie quiere quedar afuera del fenómeno de la nueva YPF. Hoy es por el posicionamiento que implica para las provincias ser parte del proyecto de la petrolera de bandera y de la empresa más grande del país. Mañana será por la caja que habrá que repartirse.</p>
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