Washington oscila del optimismo a la cautela
Los buenos números señalan un desempleo que cedió a 8,5% de la población activa en diciembre, piso desde febrero de 2009. La economía recobró 5.400.000 trabajos desde enero-marzo de 2010. La crisis sistémica de 2007/09 había destruido 11.800.000.
<p>Durante el mes pasado, el promedio semanal de pedidos de subsidios por desocupación quedó bajo 400.000. Como contrapartida, la confianza del público alcanzó el máximo de ocho meses al cierre de diciembre: 64,5 puntos contra 55,2 en noviembre.<br />
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Naturalmente, algunas estadísticas siguen inquietando. Por ejemplo, la masa de desempleados que percibe subsidios sigue alrededor de 6.700.000. Mientras tanto, el déficit fiscal ascendió en noviembre a US$ 85.970 millones, bastante por encima de los 78.130 millones registrados en diciembre de 2010. Además, en ese mismo mes la producción industrial cedió 0,2%, algo que no sucedía en siete meses.<br />
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El contraste entre cifras sugiere que lo positivo recién comienza a perfilarse sobre lo negativo. Por ende, hay más optimismo, pero “las cosas no dan aún para euforias. La recuperación –señala Paul Krugman, Nobel 2008- resulta tan pausada que casi no lo parece”. Más escéptico, su colega Joseph Stiglitz (ídem 2001) afirma que, “sin un crecimiento más firme, la crisis no se esfumará. Por el contrario, se agravará”.<br />
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Como en la Eurozona, en Estados Unidos la gente de edad mediana, que esperaba estar sin empleo durante pocos meses, advierten que la realidad la jubila a la fuerza. A su vez, los graduados universitarios –endeudados por miles de dólares por pagarse la educación- no encuentran puestos a la altura de sus conocimientos”. Esto revela que el sistema de educación privada hace agua desde hace mucho en EE.UU. En otro plano, “las viviendas adquiridas durante la burbuja hipotecaria (2005/07) siguen en oferta o han sido malvendidas. A mediados de 2011, siete millones de familias de clase media han perdido sus hogares” señala Stiglitz.<br />
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Este año puede ser peor. Por cierto, el país puede resolver sus problemas políticos y adoptar medidas que estimulen la actividad hasta llegar a un producto bruto interno de 6 ó 7% anual. Pero “ya no volverán los niveles de 4 a 5%, pulverizados por George W.Bush y sus descuentos impositivos para los más ricos. Con Barack Obama o un sucesor republicano, el panorama será igual de difícil”.</p>
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