<p>En verdad, el virtual colapso operativo de British Petroleum en el litoral estadounidense favorece los planes brasileños en la región. Éstos incluyen actividades en la cuenca norte de Cuba –entre la isla, Florida y Bahamas-, junto con la firma estatal noruega Hydro. Tan complicado ajedrez tiene un estímulo sistémico: en el primer trimestre, el gigante creció más de lo supuesto y registra 9% de aumento en el producto bruto interno. Vale decir, durante los doce meses entre abril de 2009 y marzo último. Nunca había ocurrido.<br />
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El ritmo del PBI brasileño, pues, sólo queda todavía superado por China, que pasó el 10% anual en 2006, 2007 y 2008. Como ocurre con otras economías emergentes –India, Rusia, Argentina-, las claves del auge brasileño residen en la demanda interna, que estimula la produción industrial y la inversión externa directa.<br />
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Por las dudas, el banco central elevó la tasa referencial de 9,5 a 10,25% anual, un margen prudente que no satisface a la banca privada, especialmente a la extranjera. Sea como fuere, para este año se espera una inflación moderada, 6%, lo cual implica un apreciable margen entre el tipo de interés y la inflación misma.<br />
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Internacionalmente, Brasil mejora su posición en el cuarteto emergente líder, que completan China, Rusia e India. Este conjunto más algunos otros integrantes del grupo de los 20 son quienes están impulsando –pese a los problemas europeos- a la economía occidental fuera de la crisis sistémica iniciada con el colapso hipotecario norteamericano de 2006/7. Resulta irónico que, días atrás en Surcorea, ese mismo g-20 no pudierse debatir una “tasa Tobin” sobre el negocio financiero multinacional, justamente por un “lobby” que operaba sobre varios bancos centrales y ministros de hacienda.<br />
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Siempre dados a los gestos desmedidos, analistas y medios de Estados Unidos, Europa occidental o hasta Latinoamérica dictaminan que esta región pasó de ser un caso perdido a convertirse en una especie de potencia económica. Pero se omite un detalle: varios países del área han tirado por la borda las viejas recetas del Fondo Monetario Internacional, que resultaron contraproducentes en la crisis sistémica de 1997/8. Hoy el propio FMI abandona –con parsimonia- la cartilla ortodoxa, forzado por otra crisis, la del endeudamiento en la Unión Europea. En cierto sentido, el problema es el colapso del pacto de Maastricht (1992). <br />
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Vía América latina, Brasil aumenta su peso en el mundo
No se explica por qué Gran Bretaña, vía su colonia malvinera, pidió a Brasil cooperar con la exploración petrolera en el Atlántico sudoccidental. Londres sabe que Itamaratí apoya a la Argentina en la zona y Petrobrás se proyecta al golfo de México.