jueves, 24 de abril de 2025

Ventas de viviendas: mínimo desde enero de 1989 en EE.UU.

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Las expectativas de consumo cedieron en abril al nivel de agosto último. Pero más significativo como señal de deblidad económica es que las ventas en el mercado residencial vuelvan al volumen de hace dieciocho años.

Ambas estadísticas provienen de fuentes privadas. La primera, de la Conference Board –un grupo industrial-, cuyo índice de confianza (en realidad, expectativas de consumo a tres/seis meses) cedió de 108,2 puntos en marzo a 104 en abril, o sea 3,9%.

La segunda fuente es la asociación nacional de inmobiliarias (realtors). En marzo, revela la entidad, las ventas de viviendas existentes bajaron 8,4% a un ritmo anual de 6.120.000. Este segmento representa 85% de la plaza norteamericana.

Los mercados reaccionaron con cautela. En buena medida, porque .-hace apenas una semana- varios gurúes anticipaban mejores tiempos en materia de bienes raíces y menos presiones de préstamos hipotecarios predatorios (usurarios).

No obstante, subieron los bonos de tesorería y cedió el dólar. Por ende, el euro marcó otro máximo, US$ 1,364. Apretados entre presiones euforizantes y la realidad, los paneles de Wall Street casi no se movieron y disponen de apenas cuatro ruedas para cerrar abril con nuevos récords. A criterio de algunos expertos prudentes, esos datos revelan que la economía sigue débil. Tampoco se han agotado las señales de inflación vía precios de energía y combustibles.

Ambas estadísticas provienen de fuentes privadas. La primera, de la Conference Board –un grupo industrial-, cuyo índice de confianza (en realidad, expectativas de consumo a tres/seis meses) cedió de 108,2 puntos en marzo a 104 en abril, o sea 3,9%.

La segunda fuente es la asociación nacional de inmobiliarias (realtors). En marzo, revela la entidad, las ventas de viviendas existentes bajaron 8,4% a un ritmo anual de 6.120.000. Este segmento representa 85% de la plaza norteamericana.

Los mercados reaccionaron con cautela. En buena medida, porque .-hace apenas una semana- varios gurúes anticipaban mejores tiempos en materia de bienes raíces y menos presiones de préstamos hipotecarios predatorios (usurarios).

No obstante, subieron los bonos de tesorería y cedió el dólar. Por ende, el euro marcó otro máximo, US$ 1,364. Apretados entre presiones euforizantes y la realidad, los paneles de Wall Street casi no se movieron y disponen de apenas cuatro ruedas para cerrar abril con nuevos récords. A criterio de algunos expertos prudentes, esos datos revelan que la economía sigue débil. Tampoco se han agotado las señales de inflación vía precios de energía y combustibles.

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