Uruguay resiste al acuerdo automotor

A 48 horas del relanzamiento formal del Mercosur se demora la firma del convenio cuyas bases negociaron la Argentina y Brasil, y que tiene la adhesión de Paraguay.

28 junio, 2000

(EFE).- Uruguay mantuvo hoy (miércoles 28) su postura de resistencia frente al acuerdo para el sector automovilístico que Brasil y la Argentina impulsan para el Mercosur, a 48 horas del comienzo de la reunión presidencial que se celebrará en Buenos Aires para formalizar el relanzamiento del bloque sudamericano.

“Las negociaciones están muy complicadas, fundamentalmente en lo relacionado con las piezas para la fabricación de automóviles”, dijo a la prensa el jefe del equipo negociador uruguayo, Elbio Roselli, al cabo de una reunión del Grupo Mercado Común (GMC) que sirve de preparación para la cumbre del próximo viernes.

Roselli explicó que su país hizo una nueva propuesta para acercar su postura sobre el acuerdo a la que mantienen la Argentina y Brasil, a la cual siguieron otras propuestas, sin que se hubiera llegado a un convenio definitivo, dijeron fuentes cercanas a la negociación.

El embajador plenipotenciario de Brasil para asuntos vinculados al Mercosur, José Botafogo, fue consultado hoy sobre si existe la posibilidad de que el acuerdo sea puesto en marcha sin el visto bueno de Uruguay y, en consecuencia, se firme de igual modo el próximo viernes.

“En teoría se puede firmar y en la práctica también”, respondió el diplomático a los periodistas.

Minutos antes, Roselli había señalado que a su país le importa que “el relanzamiento del Mercosur sea equilibrado y atienda los intereses de todos los socios”.

No obstante, Botafogo aclaró enseguida que la idea es llegar a un consenso sobre el sector automotor y dijo que hay tiempo para negociar hasta el comienzo de las deliberaciones entre los jefes de Estado.

La bases del acuerdo fueron negociadas primero por la Argentina y Brasil, y el resultado fue sometido después a Uruguay y Paraguay, que carecen de una industria poderosa en esta actividad.

Paraguay comunicó ayer al GMC que acepta firmar el acuerdo, pero Uruguay mantuvo sus objeciones y demoró su respuesta, que probablemente se conozca durante la cita del viernes próximo.

Fuentes cercanas a la negociación dijeron que las discusiones seguirán, pero confiaron en que finalmente Uruguay se sumará al acuerdo que regulará el comercio de automóviles dentro del Mercosur hasta su liberalización, que está prevista para el 1 de enero de 2006.

Este sector es el único, junto con el del azúcar, que goza de un régimen especial dentro del Mercosur.

El acuerdo ahora cerrado establece pautas específicas en cuanto a aranceles y normas de origen para cada renglón industrial, como un arancel externo para los vehículos de fuera del bloque, que será de 35% para la Argentina y Brasil y de 23% para los otros dos socios.

Otro de los asuntos que será tratado en la reunión de los presidentes, que estará precedida mañana, jueves 29, por otra de cancilleres y ministros de Economía, es el referido a la incorporación de Chile al Mercosur como miembro pleno.

Chile, igual que Bolivia, está asociado al Mercosur por un acuerdo de complementación económica. Sobre este punto, Roselli aclaró que Chile “no necesita una oferta para incorporarse”, sino que “tiene que manifestar su intención de hacerlo”.

Botafogo también fue consultado sobre este aspecto de las negociaciones y dijo que “la inclusión de Chile no depende solamente del nivel de los aranceles; será una consecuencia de una discusión política que deberán resolver los presidentes”.

El negociador brasileño insistió con la conocida postura de su país en contra de la creación de un “tribunal permanente” para resolver las controversias comerciales entre los países socios del Mercosur, pero aseguró que Brasil está dispuesto a hacer un “refuerzo” en el sistema de resolución de controversias.

(EFE).- Uruguay mantuvo hoy (miércoles 28) su postura de resistencia frente al acuerdo para el sector automovilístico que Brasil y la Argentina impulsan para el Mercosur, a 48 horas del comienzo de la reunión presidencial que se celebrará en Buenos Aires para formalizar el relanzamiento del bloque sudamericano.

“Las negociaciones están muy complicadas, fundamentalmente en lo relacionado con las piezas para la fabricación de automóviles”, dijo a la prensa el jefe del equipo negociador uruguayo, Elbio Roselli, al cabo de una reunión del Grupo Mercado Común (GMC) que sirve de preparación para la cumbre del próximo viernes.

Roselli explicó que su país hizo una nueva propuesta para acercar su postura sobre el acuerdo a la que mantienen la Argentina y Brasil, a la cual siguieron otras propuestas, sin que se hubiera llegado a un convenio definitivo, dijeron fuentes cercanas a la negociación.

El embajador plenipotenciario de Brasil para asuntos vinculados al Mercosur, José Botafogo, fue consultado hoy sobre si existe la posibilidad de que el acuerdo sea puesto en marcha sin el visto bueno de Uruguay y, en consecuencia, se firme de igual modo el próximo viernes.

“En teoría se puede firmar y en la práctica también”, respondió el diplomático a los periodistas.

Minutos antes, Roselli había señalado que a su país le importa que “el relanzamiento del Mercosur sea equilibrado y atienda los intereses de todos los socios”.

No obstante, Botafogo aclaró enseguida que la idea es llegar a un consenso sobre el sector automotor y dijo que hay tiempo para negociar hasta el comienzo de las deliberaciones entre los jefes de Estado.

La bases del acuerdo fueron negociadas primero por la Argentina y Brasil, y el resultado fue sometido después a Uruguay y Paraguay, que carecen de una industria poderosa en esta actividad.

Paraguay comunicó ayer al GMC que acepta firmar el acuerdo, pero Uruguay mantuvo sus objeciones y demoró su respuesta, que probablemente se conozca durante la cita del viernes próximo.

Fuentes cercanas a la negociación dijeron que las discusiones seguirán, pero confiaron en que finalmente Uruguay se sumará al acuerdo que regulará el comercio de automóviles dentro del Mercosur hasta su liberalización, que está prevista para el 1 de enero de 2006.

Este sector es el único, junto con el del azúcar, que goza de un régimen especial dentro del Mercosur.

El acuerdo ahora cerrado establece pautas específicas en cuanto a aranceles y normas de origen para cada renglón industrial, como un arancel externo para los vehículos de fuera del bloque, que será de 35% para la Argentina y Brasil y de 23% para los otros dos socios.

Otro de los asuntos que será tratado en la reunión de los presidentes, que estará precedida mañana, jueves 29, por otra de cancilleres y ministros de Economía, es el referido a la incorporación de Chile al Mercosur como miembro pleno.

Chile, igual que Bolivia, está asociado al Mercosur por un acuerdo de complementación económica. Sobre este punto, Roselli aclaró que Chile “no necesita una oferta para incorporarse”, sino que “tiene que manifestar su intención de hacerlo”.

Botafogo también fue consultado sobre este aspecto de las negociaciones y dijo que “la inclusión de Chile no depende solamente del nivel de los aranceles; será una consecuencia de una discusión política que deberán resolver los presidentes”.

El negociador brasileño insistió con la conocida postura de su país en contra de la creación de un “tribunal permanente” para resolver las controversias comerciales entre los países socios del Mercosur, pero aseguró que Brasil está dispuesto a hacer un “refuerzo” en el sistema de resolución de controversias.

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