Uruguay: primera huelga contra Batlle

A 100 días de la asunción del Presidente, la medida tiene amplio acatamiento en Montevideo y mucho menor en el resto del país. Sin incidentes de importancia. Por Jorge Figueroa

8 junio, 2000

(EFE).- La primera huelga general convocada en Uruguay desde que, hace hoy (jueves 8) 100 días, asumió Jorge Batlle como presidente, es acatada ampliamente en la capital y mucho menos en el resto del país, afecta a los sectores más importantes y se desarrolla sin incidentes de importancia.

Veinte personas, entre ellas un dirigente sindical del transporte, fueron detenidas por lanzar piedras y esparcir trozos de hierro en las calles, que ocasionaron roturas en vidrios y neumáticos de 14 autobuses de la principal empresa de transporte de Montevideo, informaron a EFE fuentes policiales.

En los incidentes no se registraron heridos.

La huelga fue convocada por la principal central obrera del país, el Plenario Intersindical-Convención Nacional de Trabajadores (PIT-CNT), con mayoría de militantes de izquierda, para reclamar más empleos y mejores salarios, más presupuesto para la educación y la salud, y solución a los conflictos existentes en varios sectores.

La central obrera “rechaza además la ley de urgencia porque abre el camino a la privatización de empresas del Estado eficientes”, entre ellas Antel, de telecomunicaciones, Ute, de energía eléctrica, y Ancap, de combustibles y cemento, destacó a EFE el dirigente del PIT-CNT, Ismael Fuentes.

El proyecto de ley a estudio del Parlamento concentra las medidas del gobierno para superar la recesión económica y tiene el apoyo de los legisladores de los partidos Colorado y Nacional (Blanco), que integran la coalición gobernante, y la oposición de la coalición de izquierda Frente Amplio.

“Este paro no beneficia a nadie y perjudica a todos, mañana las cosas estarán igual que ayer y muchos trabajadores habrán perdido un jornal”, afirmó el ministro interino de Trabajo y Seguridad Social, Federico Bosh.

“Sabemos que hay dificultades de empleo pero no se solucionan con huelgas, aunque ése es un derecho indiscutible de los trabajadores, sino con diálogo”, agregó.

La huelga afectó a los sectores más importantes de la economía uruguaya.

La banca, tanto la oficial como la privada, no operó en la jornada, y las oficinas públicas abrieron sus puertas, pero hubo un alto nivel de absentismo.

En las intendencias (alcaldías) de los 19 departamentos (provincias) el acatamiento fue muy variado; en algunas no hubo casi actividad y en otras la mayoría de los trabajadores se presentaron a sus puestos de trabajo, señalaron a EFE portavoces municipales.

En Montevideo, donde reside la mitad de los 3,2 millones de habitantes del país, el transporte estuvo limitado a un servicio de emergencia de la principal cooperativa de autobuses, 14 de cuyos vehículos fueron blanco de atentados, y algunos taxis.

La falta de medios de transporte público afectó la concurrencia a sus puestos de trabajo de cientos de residentes de la capital.

Las fábricas e industrias instaladas en Montevideo estuvieron en su mayoría cerradas y no se editaron los diarios al coincidir la jornada de huelga con el descanso mensual de los vendedores.

La huelga general coincidió con la octava jornada de paro que llevan adelante los recolectores de residuos enfrentados con el gobierno de izquierda de la Alcaldía de Montevideo, que ha originado que decenas de toneladas de basura se acumulen en las calles.

En las escuelas, colegios, instituciones de enseñanza de oficios y facultades no se dictaron clases.

En la salud, tanto en hospitales como instituciones privadas, se atendieron únicamente los casos de urgencia y los pacientes ingresados en días anteriores.

El aeropuerto internacional de Carrasco operó con normalidad, pero en el puerto de Montevideo no se registraron operaciones en la jornada, informaron a EFE portavoces de ambas terminales.

La jornada de huelga general coincidió con los primeros 100 días de la administración del presidente Jorge Batlle, cuya gestión es aprobada por más de 50% de la población, según encuestas realizadas el pasado mes.

El desempleo en Uruguay se ubica en 12% y la conflictividad laboral creció 90% en mayo en relación con abril, según el estudio que mensualmente elabora la Universidad Católica (Ucudal) de Montevideo.

(EFE).- La primera huelga general convocada en Uruguay desde que, hace hoy (jueves 8) 100 días, asumió Jorge Batlle como presidente, es acatada ampliamente en la capital y mucho menos en el resto del país, afecta a los sectores más importantes y se desarrolla sin incidentes de importancia.

Veinte personas, entre ellas un dirigente sindical del transporte, fueron detenidas por lanzar piedras y esparcir trozos de hierro en las calles, que ocasionaron roturas en vidrios y neumáticos de 14 autobuses de la principal empresa de transporte de Montevideo, informaron a EFE fuentes policiales.

En los incidentes no se registraron heridos.

La huelga fue convocada por la principal central obrera del país, el Plenario Intersindical-Convención Nacional de Trabajadores (PIT-CNT), con mayoría de militantes de izquierda, para reclamar más empleos y mejores salarios, más presupuesto para la educación y la salud, y solución a los conflictos existentes en varios sectores.

La central obrera “rechaza además la ley de urgencia porque abre el camino a la privatización de empresas del Estado eficientes”, entre ellas Antel, de telecomunicaciones, Ute, de energía eléctrica, y Ancap, de combustibles y cemento, destacó a EFE el dirigente del PIT-CNT, Ismael Fuentes.

El proyecto de ley a estudio del Parlamento concentra las medidas del gobierno para superar la recesión económica y tiene el apoyo de los legisladores de los partidos Colorado y Nacional (Blanco), que integran la coalición gobernante, y la oposición de la coalición de izquierda Frente Amplio.

“Este paro no beneficia a nadie y perjudica a todos, mañana las cosas estarán igual que ayer y muchos trabajadores habrán perdido un jornal”, afirmó el ministro interino de Trabajo y Seguridad Social, Federico Bosh.

“Sabemos que hay dificultades de empleo pero no se solucionan con huelgas, aunque ése es un derecho indiscutible de los trabajadores, sino con diálogo”, agregó.

La huelga afectó a los sectores más importantes de la economía uruguaya.

La banca, tanto la oficial como la privada, no operó en la jornada, y las oficinas públicas abrieron sus puertas, pero hubo un alto nivel de absentismo.

En las intendencias (alcaldías) de los 19 departamentos (provincias) el acatamiento fue muy variado; en algunas no hubo casi actividad y en otras la mayoría de los trabajadores se presentaron a sus puestos de trabajo, señalaron a EFE portavoces municipales.

En Montevideo, donde reside la mitad de los 3,2 millones de habitantes del país, el transporte estuvo limitado a un servicio de emergencia de la principal cooperativa de autobuses, 14 de cuyos vehículos fueron blanco de atentados, y algunos taxis.

La falta de medios de transporte público afectó la concurrencia a sus puestos de trabajo de cientos de residentes de la capital.

Las fábricas e industrias instaladas en Montevideo estuvieron en su mayoría cerradas y no se editaron los diarios al coincidir la jornada de huelga con el descanso mensual de los vendedores.

La huelga general coincidió con la octava jornada de paro que llevan adelante los recolectores de residuos enfrentados con el gobierno de izquierda de la Alcaldía de Montevideo, que ha originado que decenas de toneladas de basura se acumulen en las calles.

En las escuelas, colegios, instituciones de enseñanza de oficios y facultades no se dictaron clases.

En la salud, tanto en hospitales como instituciones privadas, se atendieron únicamente los casos de urgencia y los pacientes ingresados en días anteriores.

El aeropuerto internacional de Carrasco operó con normalidad, pero en el puerto de Montevideo no se registraron operaciones en la jornada, informaron a EFE portavoces de ambas terminales.

La jornada de huelga general coincidió con los primeros 100 días de la administración del presidente Jorge Batlle, cuya gestión es aprobada por más de 50% de la población, según encuestas realizadas el pasado mes.

El desempleo en Uruguay se ubica en 12% y la conflictividad laboral creció 90% en mayo en relación con abril, según el estudio que mensualmente elabora la Universidad Católica (Ucudal) de Montevideo.

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