Unión de provincias justicialistas

Buenos Aires, Córdoba y Santa Fe analizaron una común propuesta económica y pretenden crear un polo de poder político ante Menem y el gobierno nacional.

24 febrero, 2001

Las provincias de Buenos Aires, Córdoba y Santa Fe suman más de 70% del Producto Bruto Interno de la Argentina y tienen un poder decisivo a nivel político por su peso en las urnas y la representación que cuentan a nivel legislativo.

El martes 20 sus gobernadores, Carlos Ruckauf, José Manuel De la Sota y Carlos Reutemann, deliberaron en Rosario y a juicio de la mayoría de los observadores, no solamente se ocuparon de problemas económicos y sociales comunes – en particular la situación de las automotrices –, sino que dejaron esbozado un polo tripartito de poder político.

El triunvirato justicialista combinó temas de interés político con la presentación de una propuesta de orden económico; entre otros puntos, la “Declaración de Rosario” aborda:
1. Reducción de impuestos sobre el aparato productivo y el consumo, para reactivar la economía.

2. Desplegar políticas activas en favor de la potenciación del complejo agroalimentario.

3. Apoyar las industrias del automotor, textil e indumentaria, cuero y calzado, muebles, carroceras, de bicicletas y componentes, de productos frutihortículas, avícolas, porcinos y chacinados.

4. La industria del automotor merece un lugar preponderante en ese elenco, para la cual se barajan distintas alternativas, como la disminución de impuestos y el establecimiento de un sistema de subsidios de efectos similar al Plan Canje.

En el plano político, hubo coincidencia en postergar para 2002 cualquier disputa por la candidatura presidencial y a sumar fuerzas para apoyar a candidatos en provincias no justicialistas.

Las provincias de Buenos Aires, Córdoba y Santa Fe suman más de 70% del Producto Bruto Interno de la Argentina y tienen un poder decisivo a nivel político por su peso en las urnas y la representación que cuentan a nivel legislativo.

El martes 20 sus gobernadores, Carlos Ruckauf, José Manuel De la Sota y Carlos Reutemann, deliberaron en Rosario y a juicio de la mayoría de los observadores, no solamente se ocuparon de problemas económicos y sociales comunes – en particular la situación de las automotrices –, sino que dejaron esbozado un polo tripartito de poder político.

El triunvirato justicialista combinó temas de interés político con la presentación de una propuesta de orden económico; entre otros puntos, la “Declaración de Rosario” aborda:
1. Reducción de impuestos sobre el aparato productivo y el consumo, para reactivar la economía.

2. Desplegar políticas activas en favor de la potenciación del complejo agroalimentario.

3. Apoyar las industrias del automotor, textil e indumentaria, cuero y calzado, muebles, carroceras, de bicicletas y componentes, de productos frutihortículas, avícolas, porcinos y chacinados.

4. La industria del automotor merece un lugar preponderante en ese elenco, para la cual se barajan distintas alternativas, como la disminución de impuestos y el establecimiento de un sistema de subsidios de efectos similar al Plan Canje.

En el plano político, hubo coincidencia en postergar para 2002 cualquier disputa por la candidatura presidencial y a sumar fuerzas para apoyar a candidatos en provincias no justicialistas.

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