La medida permitirá recurrir a un tribunal parlamentario secreto para evaluar excesos y abusos en materia de espionaje interno. Esta corte fue creada en 1978 por la ley de supervisión sobre inteligencia en el exterior. Ahora se amplían sus alcances a actividades en territorio norteamericano.
El problema es que, después de que el presidente admitió –la semana pasada- prisiones ilegales manejadas por la CIA fuera del país, el gobierno trata de curarse en salud. Vale decir, substraer a la luz pública o desactivar mediante ese tribunal denuncias sobre hechos posteriores al 11 de septiembre de 2001, la ocupación de Afganistán y la invasión de Irak.
A su vez, los demócratas advirtieron que el proyecto está lleno de agujeros. En realidad –afirman-, expandirá facultades presidenciales y minará los derechos civiles de los norteamericanos. Ahora, pasará velozmente al senado –antes de que las elecciones de noviembre deterioren la mayoría oficialista-, donde probablemente sea convertido en ley en pocos días.
La medida permitirá recurrir a un tribunal parlamentario secreto para evaluar excesos y abusos en materia de espionaje interno. Esta corte fue creada en 1978 por la ley de supervisión sobre inteligencia en el exterior. Ahora se amplían sus alcances a actividades en territorio norteamericano.
El problema es que, después de que el presidente admitió –la semana pasada- prisiones ilegales manejadas por la CIA fuera del país, el gobierno trata de curarse en salud. Vale decir, substraer a la luz pública o desactivar mediante ese tribunal denuncias sobre hechos posteriores al 11 de septiembre de 2001, la ocupación de Afganistán y la invasión de Irak.
A su vez, los demócratas advirtieron que el proyecto está lleno de agujeros. En realidad –afirman-, expandirá facultades presidenciales y minará los derechos civiles de los norteamericanos. Ahora, pasará velozmente al senado –antes de que las elecciones de noviembre deterioren la mayoría oficialista-, donde probablemente sea convertido en ley en pocos días.