Un cantón suizo entra en guerra con el fisco italiano
El gran consejo parlamento- del Tesino boicoteará el escudo impositivo de Roma. Cuenta con apoyo del separatismo padano (Liga norte), acaudillado por el senador lombardo Umberto Bossi, y de casi todos los partidos locales vía una carta a Berna.
20 octubre, 2009
<p>Liga del Tesino (vinculada a Bossi), partido Liberal-radical, demopopulares y democristianos exigen a Hans Peter Merz “abandonar el acuerdo que obliga a la Confederación helvética a transferir a Italia 40% de impuestos sobre trabajadores transfronterizos peninsulares vía remisiones”. Demandan que esa proporción ceda a los niveles francés (11%) o alemán (12%).<br /><br />La liga tesinesa se reúne con los “hermanos separados” (Liga norte) este fin de semana, bajo la conducción de Bossi y su colega suizo, Giancarlo Giorgetti. Pero la acción legal contra el escudo tributario peninsular –obra de Giulio Tremonti, ministro de economía- fue ya iniciada por Giuliano Bignasco, quien también apeló directamente a Bossi.<br /><br />Por supuesto, detrás de esta curiosa crisis se mueven los intereses de la banca extraterritorial, muy fuertes en el Tesino y opuestos a la nueva política italiana contra paraísos fiscales. En particular, los de Suiza, Liechtenstein, Austria, San Marino y Luxemburgo. En el fondo, no se trata de salarios remitidos sino de dólares o euros escondidos en la Confederación vía cuentas numeradas.<br /><br />La verdadera cuestión sobre el tapete es la “mentalidad tipo estado de sitio” que avanza desde los años 70 en Suiza misma. Bossi simplemente busca complicar el terreno identificando el separatatismo al norte del Po (Lombardía, Piamonte, Aosta) con el que asoma en el Tesino. En realidad, es otra muestra de la incompatibilidad suiza como país separado de la Eurozona, Naciones Unidas, etc. Sólo figura en el Banco para Ajustes Internacionales (BAI, Basilea), creado en 1930 para manejar la doble crisis creada por la hiperinflación alemana (1923/28) y el crac bursátil en Wall Street (1929/32).<br /><br /> </p>
<p>En rigor, existen nexos entre el hostigamiento inicial sobre Berna en los 70 (oro y bienes atribuidos al Tercer Reich que la banca suiza desconocía o no quería restituir, especialmente a los judíos) y el ataque actual. Sólo que éste fue iniciado por el servicio de recaudación interna (la impositiva norteamericana) contra <em>Union des Banques Suiss</em>es. El coletazo del Tesino es una mutación política de otro fenómeno: la quiebra del frente que sostiene a Silvio Berlusconi, cuya columna vertebral era el neofascismo –Alianza nacional, de Gianfranco Fini- y el separatismo de Bossi.<br />
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Por s parte, la prosperidad del cantón en la posguerra se debe al “milagro italiano” y su proyección industrial en la zona vía mano de obra importada de la península misma. Más tarde, los bancos del Tesino albergarán fondos demasiado negros para ponerlos en Zürich o Ginebra. No extraña que la “alcancía” de los Agnelli –hoy objeto de un peleado litigio familiar- esté radicada de Lugano. <br />
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