La causa original, abierta por el senador Paolo Guzzanti (Forza Italia, el partido de Silvio Berlusconi), implicaba actividades ilegales del KGB durante los últimos años de la guerra fría (1980/88). En particular, un plan para liquidar al legislador. Ahora, el asunto adopta otros ribetes.
Detenido la semana pasada y sometido a un interrogatorio de varias horas, Scaramella admitió haberse encontrado con Litviñenko en Londres, hace más de un mes. El 23 de noviembre el ruso muere tras una larga agonía, víctima del polonio 210, un elemento radiactivo tan caro como difícil de obtener.
Tras su deceso, el propio Scaramella se interna en una clínica londinense, temiendo haberse contaminado. Dado de alta el 15 de diciembre, se hace humo mientras las fiscalías de Roma y Boloña piden sea arrestado y conducido a sede judicial.
El 24 lo detienen en el aeropuerto de Capodichino, Nápoles. El 26 lo acusan por tráfico de armas y violación de secretos oficiales. El 27 sindica formalmente a Vladyímir Putin de estar vinculado al crimen de Litviñenko. También lo relaciona con el asesinato de la periodista Anna Politkóvskaya, ocurrido en Moscú.
La causa original, abierta por el senador Paolo Guzzanti (Forza Italia, el partido de Silvio Berlusconi), implicaba actividades ilegales del KGB durante los últimos años de la guerra fría (1980/88). En particular, un plan para liquidar al legislador. Ahora, el asunto adopta otros ribetes.
Detenido la semana pasada y sometido a un interrogatorio de varias horas, Scaramella admitió haberse encontrado con Litviñenko en Londres, hace más de un mes. El 23 de noviembre el ruso muere tras una larga agonía, víctima del polonio 210, un elemento radiactivo tan caro como difícil de obtener.
Tras su deceso, el propio Scaramella se interna en una clínica londinense, temiendo haberse contaminado. Dado de alta el 15 de diciembre, se hace humo mientras las fiscalías de Roma y Boloña piden sea arrestado y conducido a sede judicial.
El 24 lo detienen en el aeropuerto de Capodichino, Nápoles. El 26 lo acusan por tráfico de armas y violación de secretos oficiales. El 27 sindica formalmente a Vladyímir Putin de estar vinculado al crimen de Litviñenko. También lo relaciona con el asesinato de la periodista Anna Politkóvskaya, ocurrido en Moscú.