Un 2014 sin ganadores empresarios

Sin grandes ganadores en la economía real, comparada con la base de este año, ni sectores estrella como el automotor o el agro, el pronóstico para 2014 sería de menor ritmo de avance del PBI y una profundización de las heterogeneidades.

2 enero, 2014

En el último análisis del año que culminó, Dante Sica, director de abeceb.com, prevé un año en ciernes complicado, en el marco de un escenario extremadamente complejo en lo económico, político y social: “Un ambiente desafiante para la mayoría de las empresas”, sentencia.

 

El punto de partida para esta conclusión es un 2013 en el que la característica sobresaliente fue la heterogeneidad sectorial, con algunos pocos grandes ganadores (agro y automotor, como los más destacados), varios con performances aceptables (algunas ramas del consumo masivo, nichos del sector de la construcción, metalmecánica) y muchos perdedores.

En la esfera económica, tanto en la cuestión macro como en los temas sectoriales aparecen grandes problemas y pocas soluciones. Con el regreso de Cristina a sus funciones, parecía comenzar un proceso de cambios en la política económica. De hecho, se reconocieron problemas que el Gobierno ignoraba, se empezaron a transitar caminos que las autoridades afirmaban hasta hace muy poco que jamás transitarían y se fueron funcionarios que teóricamente eran inamovibles.

Sin embargo, si bien la estrategia oficial apunta (o apuntaba) en la dirección correcta, también posee una importante debilidad: no parece seguir la secuencia adecuada. El Gobierno estaría avanzando en cuestiones que derivarían en mejoras en el mediano plazo, pero sigue sin resolver las urgencias del corto.

 

Por más que el clima de inversión mejore (lo que aún está por verse), los dólares de la inversión y el acceso al crédito no llegarán con la rapidez y en la cantidad que demanda la hemorragia de reservas. Mientras que la corrección cambiaria sin un plan anti-inflacionario y sin un ajuste de tarifas podría agravar en vez de corregir los desbalances.

Además, el envión del recambio de Gabinete parece haberse desacelerado, en el mejor de los casos. Los conflictos sociales junto con varios anuncios contrarios al mensaje que parecía transmitirse con las primeras medidas, han diluido el efecto positivo inicial en el empresariado.

Lo sucedido en materia de conflictividad social también ha subido todavía más la vara de exigencia que enfrentan las autoridades para resolver los temas macroeconómicos y sectoriales pendientes. Destruir algunos de los íconos del relato reconociendo problemas, tiene sólo el costo del relato y todo el beneficio de ganar nuevos apoyos en el mundo empresario. Pero corregir las tarifas y poner en caja a la inflación es mucho más complicado políticamente por los costos distributivos y sobre el empleo.

El problema es que el tiempo pasa y las soluciones a cuestiones urgentes siguen sin aparecer. Y el margen de maniobra económico, social y político se agota, con la pérdida de reservas internacionales como el taxímetro más palpable de las inconsistencias. Todavía no es tarde para reaccionar, pero si no se pone en marcha una solución será el mercado el que la imponga, con todo lo que esto significa siempre en términos sociales.

En este marco económico, social y político, las empresas de todos los sectores deben llevar adelante sus negocios. Tarea para nada fácil, con múltiples flancos externos abiertos a innumerables contingencias, que se suman a problemas sectoriales e incluso propios de cada empresa.

Por eso no debe sorprender que a nivel productivo no esperemos grandes ganadores para 2014. Por un lado, no volverá a operar el efecto de bajas base de comparación como este año. Pero tampoco habrá sectores estrella como es el caso de la industria automotriz o el agro en 2013. En cambio, se estima un menor crecimiento general, a tono con las proyecciones de menor ritmo de avance para el PBI, y con una profundización de las heterogeneidades.

En cuanto al agro, las perspectivas resultan heterogéneas. Se espera una baja cosecha de trigo para 2013/14, tanto por las distorsiones regulatorias como por el impacto negativo del clima en la siembra. A la vez, la producción de maíz también resultaría menor a la última campaña, principalmente por factores climáticos. No obstante, existen mejores proyecciones para la soja, dado que se espera una producción local cercana a los 50 millones de toneladas. 

Por el lado de las economías regionales, a pesar de la mejora marginal en términos de competitividad que supone un mayor ritmo de devaluación de la moneda local, esto no alcanza en todos los casos para corregir los desbalances acumulados. Costos en dólares en aumento, demanda estable y mayor competencia internacional son los factores que determinan las dificultades que deberán enfrentar las producciones regionales.

La industria volvería a crecer en 2014, con la mirada puesta en lo que ocurra tanto a nivel interno como en Brasil. De todas formas, se espera un crecimiento moderado, con una desaceleración respecto de 2013. Continuará enfrentando costos en aumento, pérdida de posicionamiento en algunos mercados internacionales y problemas estructurales que afectan la competitividad industrial.

Dentro de los que mejores perspectivas tienen de acuerdo a nuestro análisis, se encuentran la construcción, los laboratorios, la molienda de soja y los lácteos. En el primer caso, si bien desaparecerá el empuje de un año electoral, se espera que el plan PROCREAR continúe traccionando.

 

Al mismo tiempo, se mantendrán las condiciones que vuelven más atractivas las inversiones en ladrillos, frente a una escasez de alternativas de ahorro. Así como también jugará a favor un cierto acomodamiento del sector a las distorsiones en los precios. No obstante, la tendencia al alza de las tasas empezará a jugar en contra.

Por el lado de los laboratorios, los datos de facturación continúan siendo robustos. Sin embargo, las tasas de expansión son más bajas que en los años previos, revelando una tendencia a la desaceleración del mercado interno.

 

El sector de molienda se verá favorecido por la cosecha de soja con pronósticos optimistas, que le permitirá continuar el crecimiento de 2013. Mientras que los lácteos tienen un panorama positivo gracias a un precio internacional de la leche en polvo que se encuentra en valores cercanos a los históricos, que traccionará a la producción y las exportaciones locales de estos productos en 2014.

 

Además, el consumo local de los diferentes productos per cápita también se encuentra en buenos niveles, y se espera se sostenga.

 

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