Ultimatum externo a Ecuador
La comunidad financiera internacional le exige que disponga reformas tributarias, mejore su economía y se atenga a las normas de los organismos multilaterales. Por Fernando Arroyo
(EFE).- La comunidad financiera internacional ha dado un ultimátum a Ecuador para que emprenda reformas tributarias disciplinadas, mejore su economía y sostenga la asistencia de los organismos multilaterales.
El Club de París anuló una cita con las autoridades ecuatorianas que tenía como objetivo concretar la refinanciación de vencimientos de la deuda externa y el canje de una parte de dichos pasivos a cambio de programas de desarrollo social, ecológico y productivo.
También la firma internacional Standard & Poor´s bajó la calificación de riesgo del país de B- a CCC+, colocando a esta nación a poco de la evaluación de morosa.
La razón para la reacción internacional se debe a que el Congreso se negó el jueves pasado a aumentar el Impuesto al Valor Agregado (IVA) de 12% a 14%, que se incluía en una reforma tributaria integral elaborada por el Ejecutivo en concordancia con las exigencias del Fondo Monetario Internacional (FMI).
El presidente Gustavo Noboa se declaró preocupado por la reacción de los organismos multilaterales y responsabilizó a los legisladores de lo que pueda ocurrir con la economía nacional, aunque también instó a los diputados a que revisen su negativa y den el sí al aumento del IVA.
Noboa reconoció que la refinanciación de los vencimientos de la deuda (US$ 2.000 millones) con el Club de París afectarán a su estrategia de reestructurar el total de los pasivos internacionales, que suman US$ 13.430 millones, según cifras del Banco Central.
También afectaría al acuerdo de canje de deuda con los gobiernos acreedores por US$ 400 millones, pues el Club de París exige como garantía el aval del FMI.
El FMI, que hace casi un año suscribió una carta de intención con Ecuador para liberar US$ 309 millones en un crédito contingente, exige el fiel cumplimiento de los compromisos que incluyen la reforma tributaria integral y lo del IVA.
El aval del FMI a la evolución económica ecuatoriana es exigida también por otros organismos multilaterales como el Banco Mundial, la Corporación Andina de Fomento y el Banco Interamericano de Desarrollo que no ven otra salida para el país que no sea la disciplina fiscal y la racionalización del gasto público.
Según el representante del FMI en Ecuador, Jeffrey Franks, el organismo está dispuesto a mantener la asistencia financiera con ciertos requisitos que aseguren la estabilidad macroeconómica a medio y largo plazos.
Franks indicó hace poco que el FMI se vería obligado a retirar el apoyo a Ecuador si subsisten los problemas y no se aprueban reformas para aliviar el déficit fiscal de unos US$ 675 millones.
Y es que para Franks, Ecuador todavía está amenazado por los efectos de la aguda crisis financiera que soportó en 1999, cuando la contracción económica alcanzó a 7% y la inflación bordeó el 100%.
Varios analistas comparten la visión de Franks y creen que el Congreso debe aprobar la reforma tributaria del Ejecutivo para acceder a ingresos adicionales por unos US$ 160 millones.
El economista Mauricio Pozo advirtió de nuevas dificultades económicas si el Congreso no aprueba un aumento de dos puntos del IVA, pues ello reflejaría la falta de seriedad del país y alejaría las posibles inversiones extranjeras previstas en las áreas de electrificación y telecomunicaciones.
“Es más difícil convencer a un inversionista internacional que deposite sus capitales en un país donde no hay una señal clara de que el manejo económico es correcto”, insistió.
Pero no todos están de acuerdo con aceptar las presiones internacionales y someterse a las exigencias del FMI.
El segundo vicepresidente del Congreso, Antonio Posso, indicó que la posición del Club de París es una especie de chantaje para que los diputados aprueben el aumento del IVA.
Las presiones internacionales parecen “un acuerdo planificado entre el propio gobierno con los organismos internacionales o un invento de última hora, por su puesto perverso”, para forzar al Legislativo a aprobar los ajustes, anotó el legislador.
(EFE).- La comunidad financiera internacional ha dado un ultimátum a Ecuador para que emprenda reformas tributarias disciplinadas, mejore su economía y sostenga la asistencia de los organismos multilaterales.
El Club de París anuló una cita con las autoridades ecuatorianas que tenía como objetivo concretar la refinanciación de vencimientos de la deuda externa y el canje de una parte de dichos pasivos a cambio de programas de desarrollo social, ecológico y productivo.
También la firma internacional Standard & Poor´s bajó la calificación de riesgo del país de B- a CCC+, colocando a esta nación a poco de la evaluación de morosa.
La razón para la reacción internacional se debe a que el Congreso se negó el jueves pasado a aumentar el Impuesto al Valor Agregado (IVA) de 12% a 14%, que se incluía en una reforma tributaria integral elaborada por el Ejecutivo en concordancia con las exigencias del Fondo Monetario Internacional (FMI).
El presidente Gustavo Noboa se declaró preocupado por la reacción de los organismos multilaterales y responsabilizó a los legisladores de lo que pueda ocurrir con la economía nacional, aunque también instó a los diputados a que revisen su negativa y den el sí al aumento del IVA.
Noboa reconoció que la refinanciación de los vencimientos de la deuda (US$ 2.000 millones) con el Club de París afectarán a su estrategia de reestructurar el total de los pasivos internacionales, que suman US$ 13.430 millones, según cifras del Banco Central.
También afectaría al acuerdo de canje de deuda con los gobiernos acreedores por US$ 400 millones, pues el Club de París exige como garantía el aval del FMI.
El FMI, que hace casi un año suscribió una carta de intención con Ecuador para liberar US$ 309 millones en un crédito contingente, exige el fiel cumplimiento de los compromisos que incluyen la reforma tributaria integral y lo del IVA.
El aval del FMI a la evolución económica ecuatoriana es exigida también por otros organismos multilaterales como el Banco Mundial, la Corporación Andina de Fomento y el Banco Interamericano de Desarrollo que no ven otra salida para el país que no sea la disciplina fiscal y la racionalización del gasto público.
Según el representante del FMI en Ecuador, Jeffrey Franks, el organismo está dispuesto a mantener la asistencia financiera con ciertos requisitos que aseguren la estabilidad macroeconómica a medio y largo plazos.
Franks indicó hace poco que el FMI se vería obligado a retirar el apoyo a Ecuador si subsisten los problemas y no se aprueban reformas para aliviar el déficit fiscal de unos US$ 675 millones.
Y es que para Franks, Ecuador todavía está amenazado por los efectos de la aguda crisis financiera que soportó en 1999, cuando la contracción económica alcanzó a 7% y la inflación bordeó el 100%.
Varios analistas comparten la visión de Franks y creen que el Congreso debe aprobar la reforma tributaria del Ejecutivo para acceder a ingresos adicionales por unos US$ 160 millones.
El economista Mauricio Pozo advirtió de nuevas dificultades económicas si el Congreso no aprueba un aumento de dos puntos del IVA, pues ello reflejaría la falta de seriedad del país y alejaría las posibles inversiones extranjeras previstas en las áreas de electrificación y telecomunicaciones.
“Es más difícil convencer a un inversionista internacional que deposite sus capitales en un país donde no hay una señal clara de que el manejo económico es correcto”, insistió.
Pero no todos están de acuerdo con aceptar las presiones internacionales y someterse a las exigencias del FMI.
El segundo vicepresidente del Congreso, Antonio Posso, indicó que la posición del Club de París es una especie de chantaje para que los diputados aprueben el aumento del IVA.
Las presiones internacionales parecen “un acuerdo planificado entre el propio gobierno con los organismos internacionales o un invento de última hora, por su puesto perverso”, para forzar al Legislativo a aprobar los ajustes, anotó el legislador.
