Trípoli cae y apresan a tres hijos del coronel

Salvo en el búnker de Bab al-Aziziya, al lunes no se veían tropas del régimen. La Haya confirmó la detención de Sa’if al-Islam –el hijo más poderoso-, Sa’adí y Mohammed. Luis Moreno Ocampo, fiscal de la corte internacional, marchaba a El Cairo.

22 agosto, 2011

<p>Si bien Jam&iacute;s Ghadafi, brazo militar de su padre, segu&iacute;a oculto, jur&iacute;dicamente es m&aacute;s relevante Sa&rsquo;if. Por otra parte, los dos tienen pedido de captura emitido por la corte. Pese al poder de Jam&iacute;s y sus mercenarios africanos, Sa&rsquo;if se consideraba sucesor del caudillo en caso de exilio o muerte.&nbsp; En realidad, hasta la guerra civil este egresado de la Escuela Econ&oacute;mica de Londres dirig&iacute;a un programa aperturista que hab&iacute;a mejorado la imagen del gobierno.<br />
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Mientras tanto, los rebeldes ocupaban puntos claves y calles de Tr&iacute;poli tras la huida a Dubai de Abdel Salam Dyallud, el mejor amigo del coronel desde el golpe de 1969. De paso, el 1&ordm; de septiembre se cumplen 42 a&ntilde;os de la &ldquo;revoluci&oacute;n verde&rdquo;, el golpe del coronel contra el rey Idr&iacute;s. Por entonces, Ghadafi era fiel nasserista.<br />
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Seg&uacute;n partes aliados, difundidos desde Par&iacute;s, Londres y Roma, la Libia noroccidental &ndash;reducto de los Ghadafi- ha sido ocupada por fuerzas del Consejo Nacional de Transici&oacute;n (CNT) o sea Bengasi. Los leales han perdido Misurata, Zlit&aacute;n, Ghary&aacute;n, Zint&aacute;n, Sorm&aacute;n, Zawiya, Sabrata y Leptis Magna (dos joyas arqueol&oacute;gicas). Se combat&iacute;a en Zuwara (sobre la frontera tunecina), Al Jum, Sirte y Ras Lanut, al este de Tr&iacute;poli. En los &uacute;ltimos dos casos, son reductos de la tribu Ghadafa. Por ende, la guerra se dirime en la franja costera, no en el vasto interior de Libia, donde las tribus &aacute;rabes van quitando una a una apoyo al ra&rsquo;is.<br />
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No obstante, tal vez lo m&aacute;s complicado sea reconstruir el pa&iacute;s y evitar el caos, tarea que puede superar la capacidad del CNT, presa de disensos intestinos. Por el momento, hay un vac&iacute;o de poder que los aliados no pueden subsanar y se percibe en la composici&oacute;n del gobierno establecido en Barka-Cirenaica. Abarca moderados laicos &ndash;&aacute;rabes y bereberes-, sunn&iacute;es ortodoxos (incluso senus&iacute;es), socialistas y liberales. Los &uacute;ltimos, ligados a empresarios petroleros.<br />
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<p>Lejos de lo monolítico, los efectivos orientales son una marquetería de soldados, guerreros tribales fuertes en el desierto líbico y las montañas del sur, mercenarios desertores y civiles autoconvocados en las ciudades. Entretanto, los problemas legados por la guerra son desmedidos: caos económico, comunicaciones cortadas, servicios públicos hechos pedazos y grupos armados por todas partes.<br />
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Buena parte de las tareas de reconstrucción viene planeándose desde Dubai con el sostén de la Unión de Emiratos Árabes y la conducción de Aref Alí Nayad, todavía legado de Libia. Pero el CNT, que debiera ponerlos en práctica, no cuenta con la adhesión de otros disidentes. Según Oliver Miles, ex embajador británico, “los dirigentes tratan de no seguir la suerte de Irak tras el fin de Saddam Hussein”. Empero, si realmente Trípoli ha caído y el régimen se ha desmoronado por acefalía, las cosas podrán encaminarse.<br />
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Por de pronto, ese equipo de sesenta personas en Dubai excluye tribunales revolucionarios y ya ha declarado que Trípoli no será una Bengasi. En lo político, se llamará a elecciones constitucionales lo antes posible y se integrará un comité de personajes respetados, líderes sociales, etc.<br />
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Muy bien ¿y el destino de Muammar Ghadafi? ¿Se refugiará en algún país africano amigo? ¿Irá a Venezuela, Qatar u Omán? Al conocerse el arresto de sus hijos, se dijo que estaba oculto en Argelia, también un régimen autoritario. La opción por los vecinos meridionales tiene un motivo claro: la Unión Africana no responde a la corte de La Haya. Esto es tan común que Omar Bashir, presidente vitalicio de Sudán, técnicamente un prófugo, recorre el continente sin ser molestado.<br />
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Donde seguramente no habrá asilo para el coronel es entre las tribus bereberes (amadzigh), sistemáticamente perseguidas durante cuarenta años por el régimen. Hasta su idioma estaba prohibido. Hoy, empero, desde el triángulo montañoso Yafrán-Nalut-Jadu se difunde su lengua. Los amazigh son parientes de los kabila (Túnez, Argelia, Marruecos), los tuareg (centro y oeste del Sáhara) e, idiomáticamente, de los antiguos egipcios. Pero, como sus primos árabes, son musulmanes.</p>
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