Trichet bajo presiones para afrontar una deflación en la que no cree

Al presidente del Banco Central Europeo, Jean-Claude Trichet, varios gobiernos de la Eurozona le exigen planes para estimular la economía real. Especialmente, evitando la trampa de “tasas próximas a cero”• Pero el hombre es empecinado.

5 diciembre, 2008

Aun en medio de la mayor rebaja del tipo básico en la breve historia del BCE, Trichet se niega a explicar qué hará los instrumentos convencionales no logran evitar la deflación. En tanto el funcionario acepta, por primera vez, la posibilidad de medidas no convencionales, preocupa su renuencia a identificarlas.

En la otra vereda, Francia, otros países y muchos expertos sostienen que el BCE no debiera remar contra la corriente y afrontar los riesgos deflatorios. Ello requiere tomarlos en serio y preparar un plan contingente para neutralizarlos. Su falta hace que Trichet vaya muy a la zaga de la Reserva Federal y Berjamin Bernanke.

El lunes 1º, en efecto, BB señaló que la RF contempla apelar a políticas alternativas, por ejemplo recompra de bonos federales y eventual rebaja a 1% en la tasa básica. A su vez Mervyn King, gobernador del Banco de Inglaterra, y su colega sueco reconocían ya en noviembre el peligro de las “tasas japonesas”, o sea casi cero.

En su lugar, Trichet insiste en no abandonar las recetas ortodoxas antes de agotarlas y encarar otras. La tasa básica actual del BCE, 2,5% (tras bajar 75 puntos, desde 3,25% anual), sigue siendo la mayor en el grupo de los Siete. El tozudo ingeniero civil aún al timón rechaza el riesgo deflacionario y apenas menciona la recompra de activos, sin aclaraciones.

Aun en medio de la mayor rebaja del tipo básico en la breve historia del BCE, Trichet se niega a explicar qué hará los instrumentos convencionales no logran evitar la deflación. En tanto el funcionario acepta, por primera vez, la posibilidad de medidas no convencionales, preocupa su renuencia a identificarlas.
<p>En la otra vereda, Francia, otros pa&iacute;ses y muchos expertos sostienen que el BCE no debiera remar contra la corriente y afrontar los riesgos deflatorios. Ello requiere tomarlos en serio y preparar un plan contingente para neutralizarlos. Su falta hace que Trichet vaya muy a la zaga de la Reserva Federal y Berjamin Bernanke.</p>
<p>El lunes 1&ordm;, en efecto, BB se&ntilde;al&oacute; que la RF contempla apelar a pol&iacute;ticas alternativas, por ejemplo recompra de bonos federales y eventual rebaja a 1% en la tasa b&aacute;sica. A su vez Mervyn King, gobernador del Banco de Inglaterra, y su colega sueco reconoc&iacute;an ya en noviembre el peligro de las &ldquo;tasas japonesas&rdquo;, o sea casi cero.</p>
<p>En su lugar, Trichet insiste en no abandonar las recetas ortodoxas antes de agotarlas y encarar otras. La tasa b&aacute;sica actual del BCE, 2,5% (tras bajar 75 puntos, desde 3,25% anual), sigue siendo la mayor en el grupo de los Siete. El tozudo ingeniero civil a&uacute;n al tim&oacute;n rechaza el riesgo deflacionario y apenas menciona la recompra de activos, sin aclaraciones.</p>
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