Tren bioceánico entre Brasil y Perú

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El gobierno chino está dispuesto a financiar la construcción del ferrocarril interoceánico, proyectado para unir los puertos brasileño de Santos y peruano de Ilo. Bolivia propone alternativa.

Bolivia intenta formar parte de este emprendimiento ya que la traza inicial no contempla el paso por su territorio. El embajador chino en Bolivia, Wu Yuanshan, sostuvo que su gobierno apoyará con créditos financieros y asistencia técnica y tecnológica el proyecto del ferrocarril interoceánico dependiendo de la obra, que finalmente se concrete.

China promueve un proyecto, cuya traza pasa por la Amazonia sin recorrer territorio boliviano, y que cuenta con el impulso del premier chino Li Keqiang y el presidente peruano, Ollanta Humala, quienes en mayo se comprometieron a iniciar los estudios básicos para la construcción de esta vía férrea con el propósito de mejorar el flujo comercial entre Sudamérica y Asia.

El presidente de Bolivia, Evo Morales, llevó el pedido de hacer que el tren bioceánico atraviese Bolivia a la reciente reunión de gabinete binacional de Bolivia yPerú, propuesta que Humala se comprometió a estudiar.

Según Morales, la traza por territorio boliviano del tren bioceánico no solo beneficiarán a Bolivia, Perú y Brasil, sino también a otros países de la región, como Paraguay, Uruguay y Argentina, mientras que el trayecto que va por el norte de Sudamérica, solo beneficia a los mercados peruano y brasileño. 

“Claro que China apoya estas sugerencias y todos los proyectos que van a traer beneficios a estos pueblos y países hermanos”, expresó el embajador y abrió la posibilidad a la construcción de “varias vías de ferrocarriles bioceánicos porque esto va a traer grandes beneficios a los países”, según reportó el Instituto Boliviano de Comercio Exterior.

Al respecto, el diplomático indicó que le “parece que es un proyecto práctico (el boliviano) porque se pueden traer beneficios a cinco o seis países y es más corto”.

El proyecto peruano, que está en la fase preliminar de análisis, prevé una extensión férrea de 4.700 kilómetros, mientras que el plan boliviano es de solo 3.500 kilómetros.

 

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