<p>Resulta irónico que el mentor de la reforma que busca eliminar “megabancos” en Estados Unidos, Paul Volcker, fuese confirmado en la RF con apenas dieciséis votos en contra (1979) Era un récord, pero al revés del actual. Como señalan varios analistas ajenos a Wall Street y algunos legisladores, lo de Bernanke “representa el menor de los males en esta coyuntura” (palabras de Nancy Pelosi, jefa de la cámara baja).<br />
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Este especialista en cracs y crisis sistémicas del siglo XX, empezando por la de 1907, llegó a la RF en 2006 “desde adentro”, propuesto por George W.Bush, apoyado por el secretario del Tesoro, Henry Paulson, y Alan Greenspan, su durable antecesor (1988/2005). Hasta la segunda fase del fenómeno iniciado en diciembre de 2007, BB era un funcionario convencional que compartía la complacencia de la RF ante cualquier gobierno republicano (salvo en la gestión de Volcker, que no lo era).<br />
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Entre fines de 2008 –triunfante ya el demócrata Obama- y mediados de 2009, Bernanke se despertó y acompañó medidas en extremo heterodoxas para evitar que las cosas volviesen a los años 30. Después, regresó velozmente a la ortodoxia neoclásica y, como apunta Paul Krugman, “ve el mundo con ojos de banquero privado”.<br />
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Su colega del Banco Central Europeo, en cambio, nunca ha abandonado el corsé impuesto por el poder real. O sea, la tecnocracia del Bundesbank, ligada al Deustche Bank, dominio del suizo Josef Ackermann. Para el ingeniero civil Trichet, la insolvencia de Grecia y otros casos en la Eurozona lo acerca a su hora. “Este BCE ambiguo no sirve para manejar crisis locales”, sostuvieron Nicolas Sarkozy desde Davos y Francesco Giavazzi (Massachusetts Institute of Techonology).<br />
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Mientras, hay una sorda disputa entre aspirantes al cargo de Trichet. Entre ellos, Mario Draghi (Banca d’Italia), Axel Weber (Bundesbank) y Jean-Claude Juncker (Luxemburgo, paraíso fiscal de la Eurozona). Pero, en tanto Weber y Juncker no quieren reformar el BCE, Draghi ha propuesto convertirlo en entidad autónoma, al estilo de la RF o el banco de Inglaterra. El sombrío destino de Grecia parece la piedra de toque. <br />
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Trabajosa confirmación de Ben Bernanke en el Senado
Benjamin Bernanke obtuvo la mayor cantidad de votos negativos (treinta sobre cien) en los 32 años desde que el Senado estadounidense confirma titulares de la Reserva Federal. No es bueno para la imagen de Barack Obama. Tampoco hay paz para Jean-Claude Trichet, presidente del Banco Central Europeo.