Toma cartas el FBI en el escándo del diputado paidófilo

Mark Foley, representante republicano por Florida, renunció en medio de una borrasca que amenaza aún más al oficialismo en las elecciones de noviembre, Mientras, la BBC censura el ocultamiento de esos delitos por parte del Vaticano.

3 octubre, 2006

A pedido del comité bicameral de ética, el FBI se ha hecho cargo de investigar los presuntos delitos y sus ramificaciones. En esencia, el ex diputado enviaba por correo electrónico escenas de sexo explícito protagonizadas por menores de edad. Así se supo el domingo. El lunes, Foley debió abandonar apresuradamente la banca y la campaña electoral republicana.

El asunto tiene una serie de implicancias adversas para George W.Bush y su coalición ultraconservadora, donde militaba Foley. A su vez, este político es amigo personal de Jeb Bush, gobernador de Florida, y del predicador fundamentalista Karl Rove, asesor presidencial. Pero la clave reside en la aritmética electoral: los demócratas precisan apenas quince escaños para recobrar el control de la cámara baja.

El FBI “evalúa posibles transgresiones a leyes federales”, indicó Stephen Kodak, portavoz oficial. Al parecer, el diputado enviaba imágenes procaces a jóvenes empleados del congreso, de entre quienes salieron las primeras denuncias. Pero hay otro aspecto riesgoso: Dennis Hastert (republicano, Illinois), presidente de la cámara, conocía el asunto desde seis meses atrás.

En abril, reclamó a Alberto González, secretario de Justicia, investigar los e-mail remitidos a adolescentes que trabajaban como pasantes en el parlamento. Irónicamente, estos chicos se conocen por un arcaísmo de ambiguas connotaciones: “pajes”.

Naturalmente, el jefe de la bancada demócrata en el senado, Henry Reid (Nevada), exige ahora investigaciones completas y públicas. A su vez, otros dirigentes republicanos admitieron estar al tanto de las actividades paidófilas de Foley. Además de imágenes, los envíos incluían textos explícitos mediante vínculos a otras páginas.

Entre los objetivos del FBI figura la actitud de quienes conocían esas cosas desde hace tiempo y las tapaban. Exactamente lo que la BCC sostiene acerca de Benito XVI y el Vaticano, en cuanto a la paidofilia de sacerdotes. Por supuesto, los obispos católicos británicos protestaron el lunes, porque se acusó al actual papa de haber encubierto esos excesos durante veinte años. Precisamente mientras su antecesor echaba tierra sobre el escándalo Istituto per opere religiose-P2. La TV puso en evidencia dos documentos (1962, 1986) sobre cómo mantener esos deslices en secreto. En el caso del segundo, Josef Ratzinger ya encabezaba el Santo oficio (o sea, la Inquisición).

A pedido del comité bicameral de ética, el FBI se ha hecho cargo de investigar los presuntos delitos y sus ramificaciones. En esencia, el ex diputado enviaba por correo electrónico escenas de sexo explícito protagonizadas por menores de edad. Así se supo el domingo. El lunes, Foley debió abandonar apresuradamente la banca y la campaña electoral republicana.

El asunto tiene una serie de implicancias adversas para George W.Bush y su coalición ultraconservadora, donde militaba Foley. A su vez, este político es amigo personal de Jeb Bush, gobernador de Florida, y del predicador fundamentalista Karl Rove, asesor presidencial. Pero la clave reside en la aritmética electoral: los demócratas precisan apenas quince escaños para recobrar el control de la cámara baja.

El FBI “evalúa posibles transgresiones a leyes federales”, indicó Stephen Kodak, portavoz oficial. Al parecer, el diputado enviaba imágenes procaces a jóvenes empleados del congreso, de entre quienes salieron las primeras denuncias. Pero hay otro aspecto riesgoso: Dennis Hastert (republicano, Illinois), presidente de la cámara, conocía el asunto desde seis meses atrás.

En abril, reclamó a Alberto González, secretario de Justicia, investigar los e-mail remitidos a adolescentes que trabajaban como pasantes en el parlamento. Irónicamente, estos chicos se conocen por un arcaísmo de ambiguas connotaciones: “pajes”.

Naturalmente, el jefe de la bancada demócrata en el senado, Henry Reid (Nevada), exige ahora investigaciones completas y públicas. A su vez, otros dirigentes republicanos admitieron estar al tanto de las actividades paidófilas de Foley. Además de imágenes, los envíos incluían textos explícitos mediante vínculos a otras páginas.

Entre los objetivos del FBI figura la actitud de quienes conocían esas cosas desde hace tiempo y las tapaban. Exactamente lo que la BCC sostiene acerca de Benito XVI y el Vaticano, en cuanto a la paidofilia de sacerdotes. Por supuesto, los obispos católicos británicos protestaron el lunes, porque se acusó al actual papa de haber encubierto esos excesos durante veinte años. Precisamente mientras su antecesor echaba tierra sobre el escándalo Istituto per opere religiose-P2. La TV puso en evidencia dos documentos (1962, 1986) sobre cómo mantener esos deslices en secreto. En el caso del segundo, Josef Ratzinger ya encabezaba el Santo oficio (o sea, la Inquisición).

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