Todo pende de Grecia y no se propondrá un rescate español
Según el finés Olli Rehn, comisario económico de la Unión Europea, no hay motivos para un salvamento de Madrid. Por el contrario, la situación griega es inquietante en lo financiero adulteraban datos con ayuda de Goldman Sachs-, político y social.
<p>El miembro de la comisión europea no cree necesario armar un esquema de rescate para España. Por el contrario, “Grecia es un caso realmente único. Se trata –señalaba- de un miembro de la Eurozona que estuvo años maquillando estadísticas financieras presentadas a esta comisión, al Banco Central Europeo y al Fondo Monetario Internacional”. <br />
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Pero Rehn extrajo una conclusión equívoca: “debemos respaldar los esfuerzos del gobierno heleno para salir de esta crisis”. No obstante, en los mercados se renuevan temores más parecidos a los de Alemania o Francia que a la curiosa ambivalencia del finés.<br />
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Sin duda, el desbarranque cambiario (euro a pisos de US$ 1,295) y bursátil revela temores reintensificados sobre la situación casi terminal de Grecia, cuyos bonos son chatarra. Detrás surgen Portugal, España misma –calificaciones inversoras mínimas-, Irlanda y Letonia. Pero Rehn quizá tenga razón y Madrid no siga los pasos de griegos y portugueses, pues 20,5% de desempleo tornaría cualquier receta ortodoxa en explosiva.<br />
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Entretanto, las manifestaciones callejeras y el paro general por tiempo indeterminado en Grecia marcan una dura resistencia con medidas de ese tipo impuestas por el FMI y el BCE. En realidad, fogoneadas por Berlín por razones políticas: sobrevienen elecciones en Renania norte-Westfalia y los alemanes no quieren aflojar fácilmente la faltriquera.<br />
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Altos funcionarios germanos usan a la pequeña Eslovaquia y algunas vecinas para opinar contra Grecia por interpósitas personas. Eso explica que medios y analistas de Bratislava, Viena, Budapest y hasta Praga cuestionen la permanencia de Atenas en la Eurozona. En verdad, hubo incorporaciones prematuras al área, no sólo la griega. Pero también, en 2005, entraron en tropel a la Unión Europea –no al euro- economías tan poco desarrolladas como Rumania, Bulgaria o parte de Chipre.</p>
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