Termina la II cumbre de la Opep
El documento final destaca la importancia estratégica del petróleo y un compromiso con la economía mundial. Además prevé una modernización del cartel y la regularidad de las reuniones.
(EFE).- La II Cumbre de la Opep concluyó hoy (jueves 28) sus dos días de sesiones con una Declaración de Caracas que llama al diálogo con los consumidores, insta a modernizar el cartel e institucionaliza este tipo de reuniones de alto nivel.
Sin olvidar problemas como la deuda externa, la pobreza y el medio ambiente, como comunes y pendientes de resolución para todos los pueblos del mundo, el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, clausuró la reunión que ha reunido a los gobernantes de los 11 países petroleros.
“Hemos triunfado”, proclamó el gobernante al resumir el espíritu de la Cumbre.
El acto protocolario de clausura en el teatro Teresa Carreño, el mismo escenario donde ayer se abrieron las sesiones, se retrasó casi dos horas.
El nigeriano Rilwanu Lukman, secretario general de la Organización de Países de Petróleo (Opep), leyó la Declaración de Caracas, documento oficial de la Cumbre, tras lo cual el mismo fue firmado por los líderes asistentes.
En el texto se afirma la importancia estratégica del petróleo, el compromiso del cartel en la prosperidad económica mundial y el papel vital de los recursos petroleros en su desarrollo nacional.
Chávez, el gran protagonista de la Cumbre, salió airoso y sonriente a despedir a sus invitados, y les felicitó por el “éxito” del encuentro, ya que ha logrado el gran objetivo de reactivar el cartel y llevarlo hacia su modernización.
Caracas fue la segunda sede de una cumbre de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (Opep), 25 años después de la celebrada en Argel.
Aunque en el documento no se habla de la periodicidad con que se celebrarán las próximas cumbres, si se dice que serán con carácter “regular”, pero Chávez aseguró que cada cinco años sus líderes volverán a sentarse en la misma mesa y con carácter extraordinario cuando lo estimen oportuno.
La Declaración insta a los integrantes del cartel a alcanzar acuerdos con los consumidores para estabilizar la situación volátil e imprevisible del mercado de crudo.
También exhorta a modernizar a la organización, 40 años después de su nacimiento, adaptarla a la globalización de la forma más adecuada a sus intereses nacionales y a aplicar políticas de cooperación entre sus miembros y otros productores independientes.
La Cumbre comenzó el martes en su fase ministerial y se inauguró el miércoles en la de gobernantes.
Asistieron Argelia, Arabia Saudí, Irán, Irak, Emiratos Arabes Unidos, Qatar, Indonesia, Nigeria, Kuwait, Libia y Venezuela, todos musulmanes menos el país anfitrión, de mayoría católica.
Los países de la Opep controlan 37% de la producción mundial de petróleo y exportan el 60% del total mundial.
Aunque se habló durante la reunión del embargo internacional que pesa contra Irak desde 1990, por su invasión de Kuwait, ambos presentes en la Cumbre, la declaración no alude a ese asunto.
(EFE).- La II Cumbre de la Opep concluyó hoy (jueves 28) sus dos días de sesiones con una Declaración de Caracas que llama al diálogo con los consumidores, insta a modernizar el cartel e institucionaliza este tipo de reuniones de alto nivel.
Sin olvidar problemas como la deuda externa, la pobreza y el medio ambiente, como comunes y pendientes de resolución para todos los pueblos del mundo, el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, clausuró la reunión que ha reunido a los gobernantes de los 11 países petroleros.
“Hemos triunfado”, proclamó el gobernante al resumir el espíritu de la Cumbre.
El acto protocolario de clausura en el teatro Teresa Carreño, el mismo escenario donde ayer se abrieron las sesiones, se retrasó casi dos horas.
El nigeriano Rilwanu Lukman, secretario general de la Organización de Países de Petróleo (Opep), leyó la Declaración de Caracas, documento oficial de la Cumbre, tras lo cual el mismo fue firmado por los líderes asistentes.
En el texto se afirma la importancia estratégica del petróleo, el compromiso del cartel en la prosperidad económica mundial y el papel vital de los recursos petroleros en su desarrollo nacional.
Chávez, el gran protagonista de la Cumbre, salió airoso y sonriente a despedir a sus invitados, y les felicitó por el “éxito” del encuentro, ya que ha logrado el gran objetivo de reactivar el cartel y llevarlo hacia su modernización.
Caracas fue la segunda sede de una cumbre de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (Opep), 25 años después de la celebrada en Argel.
Aunque en el documento no se habla de la periodicidad con que se celebrarán las próximas cumbres, si se dice que serán con carácter “regular”, pero Chávez aseguró que cada cinco años sus líderes volverán a sentarse en la misma mesa y con carácter extraordinario cuando lo estimen oportuno.
La Declaración insta a los integrantes del cartel a alcanzar acuerdos con los consumidores para estabilizar la situación volátil e imprevisible del mercado de crudo.
También exhorta a modernizar a la organización, 40 años después de su nacimiento, adaptarla a la globalización de la forma más adecuada a sus intereses nacionales y a aplicar políticas de cooperación entre sus miembros y otros productores independientes.
La Cumbre comenzó el martes en su fase ministerial y se inauguró el miércoles en la de gobernantes.
Asistieron Argelia, Arabia Saudí, Irán, Irak, Emiratos Arabes Unidos, Qatar, Indonesia, Nigeria, Kuwait, Libia y Venezuela, todos musulmanes menos el país anfitrión, de mayoría católica.
Los países de la Opep controlan 37% de la producción mundial de petróleo y exportan el 60% del total mundial.
Aunque se habló durante la reunión del embargo internacional que pesa contra Irak desde 1990, por su invasión de Kuwait, ambos presentes en la Cumbre, la declaración no alude a ese asunto.
